domingo, julio 06, 2014

El Mejor (CMH) - Capítulo 5

A MinHo le encantaba trabajar en Shim, Shim y Park. Había empezado allí hacía siete meses, después de tener que dejar la universidad. Esos meses habían sido difíciles, nadie estaba contratando a un casi secretario ejecutivo, por lo que había acudido a una empresa de empleos temporales, haciendo cualquier trabajo que pudieran encontrar para él. Capturaba datos, recogía el correo, atendía a representantes de servicios y a clientes: no estaba orgulloso. Pero necesitaba el dinero para el alquiler, para la comida, para hacer los pagos del préstamo de su beca y de su Nissan Versa de segunda mano, que en realidad había tenido tres dueños antes, por lo que tomaba lo que le ofrecían.
Era una solitaria Navidad, ya que no tenía a nadie que la pasara con él, se había alejado de sus amigos de la universidad después de que se había ido. Incluso si hubiera querido visitar a la familia de acogida que había sido tan amable con el cuándo había vivido con ellos, no podían pagar los boletos de avión. Aparte de eso, llovía.
Por supuesto que tenía la tradicional cena navideña: pavo relleno y salsa, frijoles verdes con arándanos, puré de papas y un par de manzana, pero todo era cortesía de las damas en su congelador, Marie Callender y Mrs. Smith. (2) Pero entonces llego el mejor regalo de Navidad, aunque era un poco tarde. Cuatro días después de la Navidad, la agencia le dijo que al iniciar el nuevo año, lo contratarían en Shim, Shim y Park.

-Es temporal -le advirtieron, y le entraron ganas de reír. Después de todo, ¿Acaso no todos los trabajos de la agencia eran temporales?

Así que el tres de enero, llego a Recursos Humanos, se le dio un curso intensivo sobre el uso de su sistema telefónico, y se le envió al piso cuarenta, donde fue asignado a la señora Jung, la secretaria ejecutiva de Shim ChangMin , el director general de la empresa. Se había dado cuenta de que él y el señor Shim eran casi de la misma altura, pero mientras el hombre para el que trabajaba era algo moreno, MinHo tenía el tono de piel mediamente claro y el cabello y los ojos oscuros.
El señor Shim también era magnifico, pero MinHo no era un tonto. Había leído el manual de la compañía. No se permitían citas dentro de esas paredes, así que metió su lengua en la boca y trabajo duro. Seis semanas después, MinHo estaba decidido a ignorar el hecho de que era el Día de San Valentín. Y aunque ni siquiera podía recordar cómo se llamaba el del año pasado, pasaría el día solo. Dio unos golpecitos en la puerta de la señora Jung.

-Tengo una carta que debe ser firmada por el señor Shim.

-Él no está.

-Oh. Pensé que podría habérseme pasado... Él no está enfermo, ¿verdad?

Había mucha gripe dando vueltas en el edificio. Por alguna razón, MinHo parecía nunca atraparla. ¡Toco madera!, pensó, y vio a su alrededor, pero no había madera en la habitación excepto el escritorio de la señora Jung. Apresuradamente se tocó la cabeza aliviada de que ella no viera su acción.

-No, el señor Shim no está enfermo. Es que San Valentín no es un buen día para él -Su expresión dejaba claro que no estaba contenta de haber revelado esa información.

-Lamento escuchar eso, aunque me alegro de que no esté enfermo -MinHo entendía el malestar de ese día. Sin embargo, tan intrigado como podría estar, no iba curiosear- Señora Jung, ¿Qué voy a hacer con esta carta? Tiene que estar en el correo hoy.

-Dámela -Tomo una pluma.

-Sí, señora -Una buena secretaria ejecutiva podía hacer la firmar de su jefe incluso mejor que su jefe. Y la señora Jung era una excelente secretaria ejecutiva.

~*~*~*~

Cuando el señor Shim cruzo la oficina de MinHo la mañana siguiente, fue con su usual rápido paso, aunque tenía los ojos inyectados en sangre y parecía cansado.

-Buenos días, señor -murmuro en voz baja MinHo, en caso de que el jefe tuviera resaca. «No es asunto tuyo, Choi», se dijo así mismo.

-Buenos días, Choi -Incluso si hubiera bebido demasiado el día anterior, su voz seguía siendo profunda y sexy.

MinHo fue ignorado mientras atendía las tareas de la mañana. Evitarle visitantes inesperados al jefe había sido una de las clases favoritas de MinHo, y aunque no ocurría a menudo, cuando sucedía él hacía buen uso de sus lecciones. Sin embargo, si alguien se le pasaba a MinHo, aún tenían que pasar por la Señora Jung. Aunque se llevaba muy bien con ella, había visto por sí mismo lo difícil que podía ser cuando quería. Una mañana, unos tres meses después de que comenzó a trabajar para la empresa, un hermoso castaño llegó.

-Hola, cariño -susurro el castaño, moviendo sus imposiblemente largas pestañas- No recuerdo haberte visto antes. ¿ChangMin te ha estado ocultando de mí?

-No. ¿En que...?

-¿Desde cuándo estas aquí?

-Desde el comienzo del año. ¿En que...? -MinHo intento una vez más.

-¿Cómo te llamas, precioso?

-Choi. ¿Qué puedo hacer...?

-Ese no, ángel. Tu primer nombre.

-Señor.

-Está bien. Sera a tu manera. -El castaño hizo un puchero- Bueno, quien quiera que seas, soy Sang MinKyung.  Has oído hablar de mí, ¿Verdad?

-Me temo que no, señor Sang -admitió y luego pregunto apurado- ¿En qué puedo ayudarle? -No sonrió en señal de triunfo, era demasiado profesional para eso... pero quería. Por fin había conseguido hacer la pregunta completa.

MinKyung frunció el ceño- ¿Estás seguro de que no has oído hablar de mi? El observador tenía un buen artículo acerca de mí el domingo pasado.

-Lo siento, solo leo el Diario Charlotte Business -Lo cual era una mentira, pero había conocido a tipos como este en los clubes, en la época que iba, que conseguían todo con su aspecto y esperaban que todo el mundo se inclinara ante ellos.

-Si las cosas no fueran tan... -La expresión de Sang era amarga...- Dile a ChangMin que estoy aquí para verlo, precioso.

MinHo reviso la lista de las personas que tenían citas para ver al señor Shim- Lo siento, no estas...

-¡Soy su novio! Incluso si no estoy en esa lista de mierda, siempre me ve.

Espera, ¿El señor Shim es gay? Empujo ese trozo de información al fondo de su mente- No puedo...

-Puedes. Solo que lo quieres para ti.

-Está muy equivocado, señor Sang -MinHo le dio las gracias a su buena estrella de que su cutis no mostrara mucho su rubor. Por supuesto que él quería al señor Shim, ¿Qué persona con ojos en su cabeza no lo quería? Al principio, había tenido sueños eróticos con su jefe casi todas las noches y todas las mañanas se despertaba cubierto de semen, ya que en esos sueños, era jodido por uno de los hombres más poderosos de la costa este. Pero había conseguido controlarse y ya había pasado bastante tiempo desde que se había permitido pensar en su jefe de esa manera... El señor Shim no sale con sus empleados, ¿Por qué habría de ser tan estúpido como para abrirme a un mundo de dolor?

-¿Me estás diciendo estúpido?

"No, tú te lo estás diciendo castaño~" Sintiendo que iba a decir esas palabras, MinHo mantuvo cerrados sus labios.

-¡Tu perra! Dile a ChangMin que estoy aquí o hare que te despidan.

-Ese ciertamente es su privilegio, señor Sang. Pero me temo que tendrá que hacer una cita para hacer eso.

El castaño grito -literalmente chillo-, la señora Jung salió de su oficina. Fue cuando MinHo la vio en acción. -¿Que sucede...? ah, MinKyung. Tengo que decir que estoy sorprendido de verte aquí.

-Jejuko, esta persona se niega a dejarme ver a ChangMin! Sé un amor y dile a Min que estoy aquí -Su tono se había vuelto meloso.

-¿No recibiste sus rosas?

-Bueno, sí. Y quería darle las gracias en persona. Esas hermosas rosas blancas, y con la punta dorada. -Pero parecía inquieto.

-Si tienes las rosas, entonces también tienes la nota. Por favor, vete ahora. Ya no eres bienvenido aquí, y no me gustaría tener que llamar a seguridad para que te escolten afuera.

-Pero... no puede romper conmigo de esa manera. ¡Fue solo un beso! -El tono de MinKyung había adquirido un decidido gemido.

-Sus condiciones fueron muy explicitas, señor Sang. El espera monogamia, y a cambio la da.

Sus hombros se hundieron- Pero fue solo un beso. ¡No significaba nada!

-Estoy segura. Quizás el caballero que te beso te consolara. -Ella le palmeo el hombro y le dijo suavemente- Adiós, MinKyung.

-¿Esto sucede a menudo, señora Jung? -MinHo pregunto una vez que el castaño se había ido.

-Me temo que más a menudo de lo que el señor Shim se merece. No quiero andar contando chismes, pero cuando digo que él es monógamo, es en serio. Sus relaciones antes de Sang MinKyung, difícilmente podrían llamarse relaciones, ninguno de ellos duro más de unos pocos meses como mínimo.

¿Unos meses? Eso no era un buen historial. MinHo se sintió aliviado de no estar enamorado de su jefe.

-No sabía que el señor Shim era gay antes de que llegara el señor Sang. -Esa era una de las razones por las que se había permitido soñar con su jefe. ¿Qué daño podía hacerle fantasear con un hombre Hetero?- No hace ninguna diferencia para mí -se apresuró a asegurarle.

Ella frunció el ceño y se sintió tentado de agacharse debajo de su escritorio. ¿Pensaba que había dicho demasiado? MinHo sabía que tenía la clase de rostro que animaba a la gente a confiar en él, y lo que le decían, se quedaba con él. Sin embargo ella no lo sabía. ¿Estaba a punto de ser despedido?

Pero en cambio, ella dijo- ¿Vas a decirme que algunos de tus mejores amigos son gay?

-No. Quiero decir, que algunos de los chicos que conocí en la universidad lo eran, pero en realidad no eran mis amigos. Y de todos modos he perdido el contacto con ellos. -Dios, ¿Porque estaba divagando?- Lo que iba a decir es que yo también soy gay.

-¡Oh, cariño! No vas a enamorarte de él, ¿Verdad? Eso pasó con mi último asistente, y causo un sinfín de problemas.

-No. -Esa debía de ser la razón por la que había sido contratado por la empresa de trabajos temporales.

Ella lo miro a los ojos, y luego asintió, pareciendo satisfecha con lo que vio- Como sabes, el señor Shim no sale con empleados. Vio lo que paso cuando su padre lo hizo. Eso casi destruyo la compañía.

-Entiendo. -El también sabía que el señor Shim estaba fuera de su alcance, especialmente si el castaño que acababa de salir era tras los que iba. Pero un hombre no puede ser considerado responsable de sus sueños, ¿Verdad?- ¿Puedo preguntarle si alguna vez ha tenido una relación que duro más de unos pocos meses?

-La tuvo. Estuvieron juntos durante más de seis años. Hasta que el caballero decidió que no era homosexual y se casó.

-Oh. Lo siento por su esposa.

-Yo también.

-Hm... ¿Al señor Shim le importaba mucho ese hombre?

-Sí. Me inclino a pensar que es por eso que comenzó a buscar hombres como Kim MinKyung. Siempre hay un ligero parecido...

-¿Cuánto tiempo ha pasado, si se me permite preguntar? -No estaba seguro de cuanto estaba dispuesta a revelar.

Ella suspiro- Hace poco más de un año.

¿En el Día de San Valentín?  MinHo recordó que su jefe se había tomado el día libre. Pero, por supuesto, no pregunto. No era asunto suyo.

-El señor Shim siempre va por los castaños -La señora Jung dijo- y en realidad tiene sentido que lo engañen. Desde el principio les dice a sus parejas que quiere que sean monógamos.

-¿Incluso por un beso?

-Sí. Podrá comenzar con un beso, pero ira en escalada. Y, por supuesto, tan pronto como el señor Shim lo descubre, considera la relación terminada.

-¿Y las flores?

-Él tiene una floristería favorita, el Arco de Cupido. Ellos toman tres docenas de rosas blancas y sumergen la punta en oro de veinticuatro quilates, un regalo de despedida, y luego entregan la nota que dice...

-¿Hasta la vista, baby?

Ella se echó a reír- En una manera de hablar, si -De pronto ella se volvió un poco verde.

-¿Se siente bien?

-Disculpa -Corrió al baño compartido de sus oficinas. MinHo pudo haberlo descrito como una carrera loca.
Y entonces sonó el teléfono y él lo respondió, sacando los eventos de la mañana de su mente.

 ~*~*~*~

-Buenos días, señor Shim -dijo, mientras el jefe se dirigía a su oficina. 

MinHo había estado en la compañía durante cuatro meses, y se encontró que lo disfrutaba cada día más y más, sobre todo desde que había superado... el enamoramiento, a falta de una palabra mejor. Había ido a revisar los artículos del Observador después de descubrir que el señor Shim era gay, y se enteró de que cada uno de los hombres con los que había salido era tan blanco como Sang.MinHo no era tan blanco como ellos y no era candidato para ser novio. Además al trabajar para el señor Shim, eran dos strikes, pero aun así estaba out. Realmente era una buena cosa que hubiera dejado de soñar con su jefe.

-Mi oficina ahora, Choi.

-¿Y la señora Jung...?

-¿Pregunte por ella?

-No señor. Lo siento. Estaré allí de inmediato -Nunca había oído a su jefe irritado. Se aseguró de tener un bloc de notas, lápices y una grabadora digital y corrió tras él.

El señor Shim estaba de pie junto a la pared de ventanas, viendo hacia el resplandeciente sol mañanero de Charlotte- Me disculpo por mi irritabilidad.

-No hay problema, señor -MinHo se sentó y se dispuso a tomar notas.

-La señora Jung no estará hoy.

-¿Ella está bien? -Durante el último par de semanas había estado fuera de la oficina más de lo que había estado dentro, y una buena parte de su trabajo había recaído en él.

-Está bien. Bueno, tan bien como una mujer de su edad que está embarazada de gemelos puede estar.

-Está embarazada. ¡Eso es maravilloso!

El señor Shim se giró y le frunció el ceño.

-Hm... ¿Eso no es maravilloso?

-No, por supuesto que lo es. Sin embargo, su obstetra ha ordenado que se quede en reposo durante el resto del embarazo. Que seria los próximos seis meses.

-¿Ella estará de baja por maternidad?

-Sí, desde ahora. Y una vez que los bebes nazcan, ella estará fuera seis meses más.

-¿Ella va a estar fuera un año? -¿Y quién iba a...?

-Vas a ser su reemplazo. -El señor Shim respondió a la pregunta de MinHo.

-¿Yo, señor? -¿Trabajaría cerca de su jefe? ¡Era malditamente bueno que MinHo hubiera superado su enamoramiento!

El señor Shim continuo- Te he observado siempre.

¿Lo había hecho? MinHo sentía calor en su cara, y estaba agradecido que su tez no revelara mucho rubor. El señor Shim no quiso decir nada personal con su comentario.

-Haces un buen trabajo. Jejuko, digo, la señora Jung, piensa lo mismo. Ella coincide en que vas a ser un buen reemplazo.

¡Ahí tienes! ¿Te das cuenta? se dijo a sí mismo. Todo es cuestión de negocios- Gracias, señor. Le agradezco su confianza en mí. Me aseguraré de notificar a la agencia temporal.

-La señora Jung ya lo ha hecho. Vas a ser contratado directamente por Shim, Shim y Park a partir de ahora.

-¿Pero cuando la señora Jung regrese?

-Claro que mantendrá su puesto abierto. Ella ha sido mi secretaria desde antes de que mi padre... se retirara, y ella es una joya. Sin embargo, ella no está segura de sí va a volver.

-Siento mucho oír eso. He disfrutado trabajar con ella. Sin embargo, prometo que voy a hacer mi mejor esfuerzo.

-Está bien, estoy seguro de que lo harás. ¿La señora Jung te dijo acerca del trato que tengo con la florería el Arco de Cupido?

-Sí, señor.

-¿Qué te parece?

-¿A mí? Señor Shim, eso no es asunto mío.

-Muy bien. Mantén tu vida personal al margen de Shim, Shim y Park.

-Sí, señor -dijo MinHo de nuevo. 

No iba a decirle a ese hombre que iba a la ópera, las carreras, y asistía a numerosos eventos culturales y de caridad cuando su vida privada consistía en ir al gimnasio cuando se acordaba e ir al supermercado, y en ocasiones revisar los pasillos de las tienda de libros usados que había encontrado a pocas cuadras del Distrito Histórico. En cuanto a discotecas, la última vez que había ido a una fue cuando aún estaba en la universidad y tenía un novio con quien poder bailar.

-Quiero tres docenas de rosas rojas enviadas a esta dirección.

-¿Perdón? ¡Oh, sí! -MinHo tomo una hoja de papel y escribió el nombre y la dirección de la persona que debería ser el más reciente amante del señor Shim.

MinHo se negó a reconocer la punzada en su pecho, no, no era su pecho, era su estómago. Era solo que había comido un burrito durante el desayuno y no debió de haberle sentado bien. Debió de haber comido demasiado rápido.

Se fue a su escritorio y llamo al Arco de Cupido

~*~*~*~

El señor Shim no dijo ni una palabra cuando MinHo llego al trabajo con un ojo negro y un vendaje mariposa en su pómulo. Él simplemente había levantado una ceja.

-Subí a una pared en la Warrior Dash con demasiado entusiasmo -confesó. Se había metido porque la empresa era uno de los patrocinadores de la carrera de 5k 'Corriendo del infierno' que incluía saltar sobre el fuego y arrastrarse por debajo del alambre de púas en el barro, además de escalar paredes.

-En ese caso, me alegro de que no fuera peor -Siguió viendo la cara de MinHo, y luego esbozo una sonrisa y sacudió la cabeza y dijo- Ahora, sobre la cuenta de Vinton.

-Sí, señor -El trato de devolverle la sonrisa, pero eso estiro el corte en el pómulo, por lo que tuvo que conformarse con un simple- Voy a buscar los archivos.

Trabajar con el señor Shim era una experiencia increíble, y MinHo disfrutaba cada momento. Una de las ventajas del trabajo eran las purificas bonificaciones que recibía, aunque francamente hubiera podido vivir sin ellas. Era lo suficientemente inteligente como para reconocer que coincidían con el señor Shim diciéndole que contactara la florería el Arco de Cupido y ordenara tres docenas de rosas blancas con punta de oro. MinHo lamentaba que su jefe no pudiera encontrar a alguien que lo hiciera feliz. Esto sucedía cada pocos meses.

Pero... no podía evitar sentirse un poco feliz de que otro amante se hubiera ido.



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Notas:

(2) Marcas de comida congelada. Como son nombres propios se deja como en el original.

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Supongo que deben saber a quien me refiero con el nombre de Jejuko ¿no? :3 desde aquí empezarán a ver el YunJae hetero :D

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