Era un día nublado y frío, bueno para Charlotte con llovizna
ocasional, y MinHo se alegró cuando las clases terminaron. No había sido capaz
de concentrarse, viendo a sus compañeros hacerse ojitos unos a otros y sabiendo
que era otro Día de San Valentín, donde estaría solo.
Decidido a sacar eso de su mente, abrió la puerta de su
Versa y sacó la bolsa que contenía sus libros de texto y cuadernos. Tenía cosas
que hacer. Debido a que los gabinetes de su cocina estaban un poco vacíos,
decidió hacer un viaje a la tienda de Joey. Tenía que comprar pan, leche,
tocino, y un cartón de huevos. Y para la cena, un solo costillar de cordero
sazonado y marinado. Todavía no era muy buen cocinero, pero no veía cómo podía
arruinar las chuletas. Las pondría a asar y haría una papa al horno y ensalada.
Sería muy fácil.
Y mañana comería las sobras de la cena.
Después de la tienda de Joey fue a Dulces Nona por un pastel
bosque negro para el postre, y luego se dirigió a casa. Se había mudado a su
casa hace una semana, y como no tenía casi nada, sólo le había tomado un par de
viajes en su Versa llevarse todo. Eran casi las dos cuando llegó a casa. Guardó
los comestibles, entonces estacionó su carro en la cochera y tomó su
mochila. Solo porque era... el día que
era... y ChangMin estaba a más de setecientos kilómetros de distancia
no significaba que el mundo había dejado de girar. La vida seguía. MinHo tenía
deberes que hacer y un condominio al que darle su propio toque, y....
Y él iba a pasar el Día de San Valentín solo otra vez.
-Así es, Choi. Acéptalo – murmuró - Y por cierto, buen
trabajo en no pensar en ello. Eso seguro que va a hacer que te sientas mejor.
¡Jesús!, era una maldita buena cosa que no hubiera nadie para
oírlo hablar consigo mismo. Su teléfono sonó y él se abalanzó sobre él, sólo
para darse cuenta de que no estaba tocando “Soy tu marioneta”. Suspiró.
-¿Hola?
-MinHo, soy Jung YunHo.
-Oh, hola, YunHo. ¿Cómo estás
y Jejuko y los gemelos?
-Estamos todos bien. ¿Cómo estás?
Suenas un poco deprimido.
-Estoy bien. Bueno, ChangMin aún está en Miami.
-¿Durante todo este tiempo?
-Su padre no está bien. Encontraron un lugar de vida
asistida para él, pero no deja de tener que regresar al hospital, así que no creo
que ChangMin y su hermano se sientan cómodos dejándolo en este momento.
-Siento mucho oír eso.
-Gracias.
-Escucha, MinHo. No te hemos visto en mucho tiempo. ¿Por qué
no vienes por unas horas? La familia de Jejuko estuvo aquí ayer, y trajeron más
de una tonelada de alimentos. Ayúdanos a comer algo de los embutidos y
pasteles.
-¿Cuál fue el motivo?
-Conoces a la familia de Jejuko. No, no es cierto, no los
conoces. Ellos hacen cosas así en el calor del momento. Especialmente desde que
nacieron los mellizos. Cada vez que me doy la vuelta están tocando a la puerta.
-¿Estás seguro de que quieres otra visita?
-Sí.
-Uhm - MinHo miró su teléfono por un momento - Está bien.
Gracias. ¿Hay algo que pueda llevar?
-Sólo a ti mismo.
No podía hacer eso. Su madre lo había educado bien. Y, además,
se sentiría mezquino. Pero, tuvo una idea - Estaré allá en una hora.
-¿No puedes llegar aquí antes?
-Uhm…No… Haré lo mejor que pueda.
-¡Magnífico! Nos vemos.
MinHo colgó el teléfono y se dirigió a su dormitorio... su
solitaria habitación, que ChangMin nunca había visto, nunca había dormido.
Bueno, él tampoco había dormido allí, pero estaba decidido que eso iba a
cambiar esta noche. Sí cambiaría. No podía seguir yendo al condominio de ChangMin
a pasar la noche. Sacó un par de pantalones negros, una camisa azul, de
botones, y una corbata color marfil con pequeños corazones rojos. Luego se fue
a tomar una ducha. Cinco minutos más tarde, siete a lo sumo, se vistió y se
pasó un peine por el cabello húmedo. Una mirada en el espejo mostraba
que se veía bien la combinación, por lo que, satisfecho, recogió su cartera,
teléfono, chaqueta y llaves y salió por la puerta de atrás a la cochera. Él
tenía que apresurarse si quería llegar al centro comercial y luego estar en
casa de los Jung a tiempo. Le tomó un poco más de tiempo de lo que había esperado,
debido a las líneas en Build-A-Bear, pero finalmente llegó a Mount Holly. Esta
vez él se sintió aliviado al ver que no había carros en la acera. Estacionó el
Versa y se dirigió por el camino a la puerta de los Jung, tomándose el tiempo
para admirar el gran corazón de rosas de seda rojas que se veían en el vidrio
de la puerta.
YunHo le dio la bienvenida con gusto - ¿Entras? ¿Qué
es esto?
-Conjuntos para los osos de los gemelos. Ya sé que dijiste
que no tenía que traer nada, pero no podía aparecer sin nada. Pensé que esto estaría
bien - Le dio a YunHo la pequeña sudadera roja y el vestido rojo de hada
- Por el Día de San Valentín.
-Gracias. A Jejuko le va a encantar esto - Los puso a un
lado, tomó la chaqueta de MinHo, y la colgó - Los gemelos han estado muriéndose
por verte de nuevo. - Lo condujo a la sala de estar, que estaba decorada con guirnaldas
rojas, y luces de color rosa y rojo suspendido de la moldura de corona, con
recortes de Cupido, y un florero en una mesa con una docena de hermosas rosas
rojas. En la pantalla de la televisión estaba la imagen congelada de una
conocida película romántica.
-Estábamos viendo 'Un romance para recordar'(13) - Jejuko se
acercó - Es bueno verte de nuevo.
-Gracias. Es muy amable de tu parte invitarme - La besó en
la mejilla, y luego fue a admirar a JiYool y YunSeo - Son adorables, como siempre.
-Así lo creemos - E incluso un hombre miope sería capaz de
ver que Jejuko estaba reventando de orgullo.
-Mira lo que trajo MinHo - YunHo levantó la ropa - Para los
osos de los gemelos.
-¡Oh, qué dulce! Gracias.
-De nada.
Charlaron durante un rato, y ya que MinHo seguía yendo a la
oficina uno o dos días a la semana para asegurarse de que todo lo que ChangMin
necesitara le fuera enviado y a visitar a la señora Hwang, fue capaz de decirle
a Jejuko lo que estaba sucediendo.
-Y el señor Nelson tuvo que pedir un permiso de ausencia. Al
parecer, tuvo una crisis nerviosa.
-¡Oh, cariño! ¿La gente aún tiene eso?
-Él lo tiene.
Jejuko se mordió el labio para no reírse - Sé que no es divertido,
pero no puedo pensar en alguien que merezca más uno.
-Dios sabe qué hacía que la señora Hwang llorara a menudo.
-Sí. Nunca me agradó, a pesar de que era muy bueno en su
trabajo. ¿Quizás tu regreses a Shim, Shim & Park una vez que termines tu
carrera?
-No. Sabes la política de ChangMin. Y aunque él no tuviera
esa política, sabes cuánto tiempo tardaré en obtener un título - Si la gente pensaba
que le tomaría años, nadie se sorprendería de cuánto tiempo se quedaría con ChangMin.
Aunque… se mordió el labio inferior. ¿Pensarían que se estaba
aprovechando de su amante?
Al parecer a Jejuko no le preocupaba eso - Siempre me agradó
Hwang. Creo que va a ajustarse bien en
nuestra oficina.
-Es hora de comer - YunHo sacó platos de carnes frías y una
variedad de panes, y luego regresó a la cocina por un vaso de Pepsi para MinHo,
una cerveza para él y leche para Jejuko. Reanudó el DVD, y mientras comían,
vieron el resto de Un romance para recordar. Cuando la película terminó, Jejuko
estaba llorando descaradamente. YunHo le entregó una caja de pañuelos.
-Gracias, querido.
-De nada corazón.
Las sonrisas que compartían estaban tan llenas de amor que
hizo que el corazón de MinHo doliera. ¿ChangMin lo vería de esa manera? - Esto
estuvo muy bueno, YunHo. Muchas gracias.
-Me alegro de que hayas disfrutado de… - Uno de los bebés
empezó a llorar y el otro comenzó también a llorar - Parece que esta
pareja también tiene hambre.
Jejuko había salido de la habitación tan pronto como el primer
bebé gimió, y ella regresó con un par de botellas.
-Quizás sea mejor que me vaya... - MinHo se
puso de pie, pero Jejuko lo empujó suavemente hacia abajo.
-¡Oh, no! Eras tan bueno con los gemelos antes. ¿Te
gustaría alimentar a YunSeo?
-Uhm... - Antes de que pudiera aceptar o rechazar, se encontró
con un bebé en sus brazos. No pudo evitar sonreír - Está bien, tu torciste mi brazo - Estaba familiarizado
con el manejo de los bebés debido a la familia de acogida con la que había
vivido, así como a adolescentes sin hogar, aceptaban también
bebés que nacieron de madres que tenían problemas de abuso de sustancias. Tomó
la botella y frotó la mamila en los labios de YunSeo, y el bebé se aferró a
ella y la chupó con fuerza.
-Jejuko tiene una vida muy cómoda - observó YunHo, ella se
sentó en el sofá y puso sus pies en alto. Él estaba dando de comer a JiYool.
-Sólo recuerda que yo los llevé durante nueve meses.
-Sí, corazón.
Cuando los bebés eructaron, los cambiaron y estaban dormidos,
MinHo comenzó a ponerse en pie de nuevo. - Debo irme. Estoy seguro de que
quieren aprovechar que los gemelos están dormidos.
-¡No! Aún no has tomado el postre.
Esta vez YunHo sacó pastel y café y puso el Día de San Valentín
en el reproductor de DVD. Era una de las películas favoritas del Día de San
Valentín de MinHo, cuando Jennifer Garner golpeaba la piñata, pero lo que realmente le encantaba
era la secuencia en el restaurante, donde se enfrentaba al mentiroso saco de
mierda de su casado novio. MinHo decidió que se quedaría para eso.
Los créditos estaban pasando, y MinHo se giró
hacia sus anfitriones - Muchas gracias a los dos. Han sido muy amables - Habría
estado muy solo - Todo estaba delicioso,
pero Jejuko debe estar cansada. Me voy a…
-¡No! - exclamó YunHo - No has visto el video de cuando nacieron los
gemelos.
Y en realidad, MinHo esperaba que siguiera siendo así .había
logrado evitarlo la última vez que había venido, pero él no quería parecer
grosero. Cruzó los dedos para no ponerse verde y vomitar. Una vez que el DVD
terminó, tragó saliva y dijo - Eso fue realmente notable. No me gusta ver y
correr, pero…
-Aun no te puedes ir. ¡No has visto lo que le hemos hecho a
la habitación de los gemelos! - exclamó Jejuko.
-Y tienes que ayudarla a vestir a los osos.
Así que MinHo siguió a Jejuko por las escaleras hasta la habitación
de bebés más lujosa que hubiera visto. Cunas, móviles, cambiadores, un
diván y una silla mecedora.
-Mira el techo - dijo Jejuko - Eso fue idea de YunHo.
-Es asombroso - El cielo nocturno completo, estaba lleno con
nubes y estrellas, y cuando las luces se apagaban, las estrellas eran
luminosas. Sin embargo lo que realmente le gustó, fueron los osos que les había
dado a JiYool y YunSeo, apoyados en la parte inferior de las cunas. Jejuko le
entregó el oso de YunSeo y ella tomó el de JiYool, y les pusieron la ropa de
San Valentín.
-Perfecto - Ella sonrió, besó la nariz del oso, y lo puso de
nuevo en la cuna de JiYool - No los hemos nombrado aún. Pensamos que sería mejor dejar
que los niños lo hicieran cuando fueran mayores.
-Oh, uh... suena como una buena idea - MinHo esperaba que
sus palabras no se oyeran simples.
-Pensamos que sí - ella le sonrió - Y tienes que ver esto.
Nuestra habitación está del otro lado del pasillo, así que por supuesto tenemos
un monitor de bebé. Tiene pans, scan y zoom (14).
MinHo admiraba lo que parecía ser algo que la CIA podría
ofrecer - Gracias por mostrarme esto, Jejuko. Ahora creo que lo mejor es…
-Oh, pero no te he hablado acerca de la mujer que compartía
mi habitación en el hospital - Y Jejuko procedió a dar cuenta detallada de su
estancia en el hospital. MinHo sintió que sus ojos se ponían vidriosos.
-Jejuko -YunHo llamó desde abajo - JiYool necesita ser cambiada.
-Será mejor que lidie con eso.
-Sí. Y será mejor que yo…
Pero Jejuko estaba fuera de la habitación y bajó las escaleras
antes de que pudiera decir una palabra más.
-Va a necesitarse un milagro de Dios para salir de aquí - murmuró
para sí mismo. Jejuko y YunHo son una maravilla, pero ¿Qué estaba pasando? Cada
vez que él empezaba a decir que debía irse, se les ocurría otra razón para que
se quedara un poco más. Y la verdad, no había objetado demasiado duro. La idea de
ir a casa, a su departamento vacío, era demasiado deprimente, y la posibilidad
de que ChangMin estaría tan envuelto en todo lo que estaba pasando con su
familia que aún no había llamado lo hacía peor. La llamada de su amante la
noche anterior había sido sorprendentemente corta, apenas un hola y adiós, y
aunque ChangMin le dio las gracias por las fresas, no había dicho una sola
palabra sobre el archivo de música que había enviado a su correo electrónico.
Tal vez se había perdido en el Internet.
-MinHo.
-Voy - corrió escaleras abajo, sorprendido al ver a Jejuko de pie con su chaqueta.
-Bueno, estamos seguros de que quieres volver a casa - dijo.
Como un tonto, empujó su manga hacia atrás
y miró su reloj - ¡Oh, sí! Uhm... Wow. Son más de las siete.
-Sí, así es, ¿A dónde se fue el tiempo? - YunHo le palmeó
el hombro, animándole a dirigirse hacia la puerta
- Jejuko tiene razón. Muchas gracias por tu
visita y por los trajes para los osos de los gemelos. Conduce con cuidado.
-Gracias por invitarme - deslizó sus brazos en las mangas de
su chaqueta, le dio una última mirada a los gemelos, que estaban durmiendo,
abrazó a Jejuko, y estrechó la mano de YunHo.
-Feliz Día de San Valentín.
-Para ti también - dijo YunHo, que abría la puerta, su mano
firme en la parte posterior de MinHo - Ven a vernos de nuevo pronto.
-¿No me has visto lo suficiente?
-No, ven cuando quieras - agitó la mano y cerró la puerta
antes de que MinHo pudiera decir otra palabra.
Se quedó en la puerta, sintiéndose totalmente perdido, y luego
sacudió la cabeza, se dirigió a la acera, y se metió en el Versa. ¿Qué fue todo
eso? Encendió el motor, ¿Es sólo una cuestión de tiempo? Salió de los altavoces
- Ah, mierda. Por suerte, estaba en medio del coro. Por lo general MinHo estaba
solo el Día de San Valentín, pero este año incluso esa canción no le molestaba.
Se sentía realmente... Oh, infiernos, ¿A quién quería engañar?
Incluso después de pasar la tarde y parte de la noche con los Jung, se sentía
solo. Extrañaba a ChangMin. Su departamento estaba muy bien, pero sin
ChangMin allí, estaba vacío.
Suspiró.
¿Y la cereza en el helado? Empezó a llover de nuevo.
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Notas:
(13) Película de 1957 dirigida por Leo McCarey y distribuida
por la Twentieth Century Fox.
(14) Panorámica total y acercamiento en vídeo.
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