miércoles, julio 09, 2014

El Mejor (CMH) - Capítulo 21

YooChun no sabía quién estaba más sorprendido cuando él y ChangMin regresaron a la habitación de su padre para saber que estaba escuchando, aunque muy a regañadientes, a su cardiólogo, y había accedido a una estancia en el Centro de Vida Asistida. Habían sido unas duras cinco semanas y media. Cada vez que él o ChangMin empezaban a pensar en regresar a sus respectivos hogares, otra complicación aparecía. Gracias a Dios por las máquinas de fax e Internet, y los empleados excelentes en ambas ciudades. Él y su hermano habían podido atender sus negocios desde Miami. Quizás debería seguir adelante y abrir una oficina aquí.

La complicación más reciente, el descubrimiento de una herida en el talón de su padre que se negaba a hacer nada más que verse fea y con líquido, se había traducido en un viaje de regreso al hospital, y se veía como que una operación iba a ser necesaria. Al igual que el Centro de Vida Asistida, el hospital  estaba decorado para el Día de San Valentín. En la estación de las enfermeras había copas llenas de dulces con forma de corazón y chocolates M & M rosas, rojos y blancos, y en las paredes había recortes de corazones y cupidos. YooChun había salido por no más de cinco minutos para decirle a una de las enfermeras que le avisara cuando el doctor, el cirujano a quien consultaron sobre el pie de su padre, estaría disponible para hablar con ellos. Y a su regreso se encontró con la Tercera Guerra Mundial.

-Te dije que no - La cara de MinChang Shim era de un gris insalubre - Estuve de acuerdo en tener mi colesterol y azúcar en sangre bajo control, pero nadie dijo nada acerca de una amputación.

-Papá…

-Nada te gustaría más que ellos me cortaran una parte cada vez, ¿Verdad? En poco tiempo no quedara nada de mí, y entonces la empresa sería completamente tuya.

-¡La empresa ya es mía, viejo terco cabrón! - Min lo veía fijamente - ¿Quieres morir?

-¡No tengo ninguna intención de morir! ¡Pero claro no serías más feliz si lo hiciera!

-¡Jesucristo, papá!

¿Era eso lo que había sucedido entre él y su padre cuando ChangMin había evitado el desastre con la empresa hace ocho años? YooChun había estado comenzando su maestría en el extranjero, y como tanto su papá como ChangMin le habían insistido en que no tenía que regresar a casa, se había perdido de todo.

-Por favor, bajen la voz - Su madre estaba a punto de llorar. Bueno, eso no era nuevo. Y a pesar de que YooChun no había dicho ni una palabra, ella reaccionaba como si lo hubiera hecho - Siempre te pones del lado de tu padre, y no creas que no estoy consciente de eso - Giró la cabeza para ver por la ventana, y como de costumbre, lo que fuera que sea, parecía que le fascinaba más que lo que estaba pasando con la familia.

YooChun siempre había conseguido llevarse mejor con su padre. Él había sido el que había cubierto al viejo cuando llegaba a casa oliendo a perfume de otra mujer, dejándole quitarse el mal olor en el baño antes de que su mamá se despertara. A veces se preguntaba si era por eso que su matrimonio se había descontrolado. Pero ahora estaba listo para tomar un trozo de cinta adhesiva que la enfermera había dejado sobre la mesita de noche y ponerla en la boca del anciano. Su padre, enfermo como estaba, estaba cansándolo. Y como el doctor Lee les había dicho la primera vez que había entrado, no había nada que pudieran hacer si se rehusaba al tratamiento.

-Voy a bajar a la cafetería para conseguir un sándwich - dijo Min. YooChun nunca había visto a su hermano mostrarse tan frio - Mamá, ¿Quieres que te traiga algo?

-¿Una taza de café? por favor.

-Por supuesto. - Se dirigió a la puerta.

-Podrías haberme preguntado si quería algo - su padre bufó.

-Te rehusaste a tomar tu almuerzo -ChangMin le contestó.

-¿Esa papilla? ¡Es para bebés!

-Y para los hombres que son demasiado tercos como para mantener su nivel de azúcar en la sangre bajo.

-¡Mi nivel de azúcar está bien!

-Papá, ¿de qué estás hablando? - YooChun tendía a mantenerse al margen cuando su hermano y su padre discutían, pero ahora él lo veía con incredulidad - Tus números están por fuera del límite. ¡El doctor Lee te advirtió acerca de eso! - El endocrinólogo era el que había expresado su preocupación por esa herida y finalmente sugirió traer el cirujano - ¿Quieres entrar en un coma diabético?

-¡Ese charlatán!

-¿Por qué estoy aquí discutiendo contigo? - ChangMin se alejó.

-¿Por qué estás aquí?

Min se detuvo - Que me cuelguen si lo sé.

-¡No seas grosero delante de tu madre!

-¿Por qué no? Lo que tú haces es peor - Su padre no quería ver la expresión de ChangMin, pero YooChun lo hizo, y se dio cuenta de que Min estaba al límite de sus fuerzas.

-ChangMin, por favor - Su madre se sentó retorciéndose las manos, que era su reacción general a cualquier tipo de discusión, eso o soltar lágrimas.

-¿Por favor, qué, mamá? ¿Imaginar que papá y yo tenemos una relación cálida y amorosa? ¿Pretender que nunca te vi llorando porque se le hizo tarde otra vez, con una de sus mujeres que, por cierto, cada vez eran más y más jóvenes hasta el punto que llegaron a ser menores que nosotros? - Se dio media vuelta y se marchó.

-¡Nadie está torciéndote el brazo para que te quedes! - su padre le gritó a la espalda de Min - ¡Puedes irte cuando quieras!

-Él lo hará, papá.

-¡Cállate!

-¿Sabes qué? Creo que también iré a la cafetería -Si YooChun se quedaba allí un minuto más, diría algo que probablemente se arrepentiría. O haría algo. Nunca había estado tan tentado a meter una almohada en la cara de su padre antes.

La cafetería estaba al lado del vestíbulo en la primera planta, y tomó el elevador para bajar a la misma. El pasillo estaba lleno de gente. El hecho de que era un día entre semana no impedía que la gente se enfermara o tuviera accidentes. Se dirigió a la cafetería y vio alrededor buscando a su hermano. Como todo en el hospital, la habitación era grande, bien ventilada y estaba decorada con cosas de San Valentín. Nunca se había preocupado mucho por esa fiesta en particular. La gente hacía una gran cosa de eso, pero por lo que podía ver, sólo beneficiaba a las empresas de dulces y tarjetas de felicitación. YooChun finalmente encontró a Min sentado junto a una ventana que daba al estacionamiento. Delante de él había una taza de café, y parecía perdido en sus pensamientos. YooChun suspiró. Una vez que MinChang Shim se enteró que su hijo era gay, lo había tratado como si no estuviera allí. Y por supuesto, después de que ChangMin tomó el control de la empresa, las cosas habían empeorado. Se unió a su hermano y le apretó el hombro.

-¿Sin sándwich?

-He perdido el apetito.

Eso no le sorprendió - ¿Cómo estás?

-¿Cómo crees que estoy? - Min levantó la mirada hacia YooChun.

-Dios, te ves agotado. ¿Has estado durmiendo? - YooChun había estado viviendo en el condominio de sus padres, pero él sabía que Min se negaría a poner los pies allí, por lo que le había reservado un cuarto en un hotel local.

-He dormido mejor. No sé cuánto más puedo tomar de esto.

-¿Por qué no te vas a casa? - Él le desordenó cariñosamente el cabello a su hermano.

-¿Al hotel? Sabes, creo que…

-Estoy hablando de tu hogar. Puedo manejar las cosas aquí.

-Eso no será lo más justo para ti.

-Claro que lo será. A papá siempre le agradé más - YooChun había esperado, que al menos ChangMin le diera una sonrisa irónica.

-Idiota. ¿Qué estás haciendo aquí?

-Tuve que huir de nuestros padres - Se dejó caer en la silla frente a él -  Escucha, no hemos tenido mucha oportunidad de hablar. ¿Cómo te fue con MinHo? - Había tenido curiosidad sobre eso, pero había muchas otras cosas de qué preocuparse esas últimas semanas.

ChangMin se pasó una mano por la cara - Todo salió como yo pensaba que sería.

-¿Y eso significa...?

-¡Él es mío! Durante el tiempo que pueda tenerlo - Sus palabras eran suaves, pero YooChun de todos modos las oyó - Le voy a dar todo lo que se pueda imaginar.

YooChun se cubrió la cara con la palma de la mano - ¡Por favor no me digas que lo tratas como un pedazo de carne!

-¡Por supuesto que no! Nosotros... Uh. - El color de Min era fuerte -  Es decir, hablamos de nuestras expectativas mutuas del arreglo, y él aceptó. Es...

-Se quedó allá, mientras tú estás aquí.

-No tenía mucha opción en el asunto.

-Podrías…

-¿Traerlo conmigo? ¿Crees que no consideré eso? Pero, ¿Qué iba a hacer mientras yo pasaba los días en el hogar de ancianos o cuidando el negocio?

-¿Qué está haciendo allá? - YooChun sabía que ChangMin había hecho que MinHo renunciara como su secretario ejecutivo, así no habría riesgo para conflictos de intereses.

-Ha regresado a la universidad.- Min sonrió - ¿Sabes una cosa, YooChun? Estoy tentado en hacerle regresar al trabajo. Si alguna vez puedo volver allá, voy a extrañarlo en la oficina. Tarareando esa maldita canción.

-¿Ya averiguaste cuál es?

-No.

-Supongo que no es importante - Él se inclinó sobre la mesa y tomó la taza. ¿De verdad lo habría traído? Sí, sí la  mirada de Min, decía algo. YooChun se llevó la taza a los labios y bebió, y luego escupió el café - ¡Dios, esto es horrible!

-Eso es lo que te pasa por robar el café de mamá. Deberías de saber que le gusta tan dulce que puedes tener caries sólo de agitarlo.

-Eres un payaso, ChangMin - Tomó una servilleta y limpió el lío. Había hecho un poco de investigación después de que Min había sacado su Smartphone y mostrado la fotografía del juego de beisbol, y lo que había descubierto acerca del secretario de su hermano le había dado esperanzas de que esto iba a funcionar para los dos. A diferencia de los hombres con los que Min se había involucrado desde que había roto con KyuHyun, Choi MinHo parecía feliz de trabajar para ganarse la vida. Que estuviera dispuesto a renunciar a su trabajo por Min, ¿Podría indicar la profundidad de sus sentimientos? ¿O sólo significa que Choi tenía los ojos puestos en el premio? Dios, esperaba que no se estuviera volviendo cínico con los años - ¿Qué aceptó en el acuerdo?

-Que yo cuide de él.

-¿Qué significa eso?

-No seas estúpido, YooChun. ¿Qué crees que significa? Voy a darle todo lo que quiere, incluyendo una casa de su elección. Voy a pagar por su nuevo carro… ¿Te importaría decirme qué es tan gracioso? MinHo también se rio cuando le dije eso.

-Hablas como un presentador de televisión… no importa. Es obvio que tus años de ver televisión fueron un triste descuido. Así que tú le suministraras todo lo material. Supongo que eso lo hace tu chico material. Pero ¿Qué es lo que él te dará, Min?

Aunque los dos eran de piel clara, ChangMin era un poco más blanco, y cuando eran más jóvenes, se sonrojaba con facilidad. Eso había cambiado en gran medida después de que se había encargado de Shim, Shim & Park, pero YooChun no había visto un rubor como ese en el rostro de Min desde mucho antes de que él hubiera conocido a KyuHyun.

-Recibo su fidelidad inquebrantable. Es que... me gustaría que no fuera una condición a cambio de todas las cosas que le di.

-¿Dices que también le darás una casa?

-Un condominio, sí.

-¿Él no va a vivir contigo?

-No. Sí. No.

-¿Cuál es, Min? No puedes tener ambas.

-Se iba a quedar en mi departamento hasta que encontrara un lugar propio.

-Pero estás aquí.

-Estoy aquí - ChangMin se encogió de hombros - Y ahora él tiene su lugar, así que ahí es donde está viviendo.

La decepción de YooChun debió haber sido evidente en su rostro.

-¿Cuál es el problema? KyuHyun y yo no vivíamos juntos.

-Sí, y ¿Por qué fue eso?

Min continuó como si él no hubiera hablado -  Y los demás... a excepción de Sang, que le gustaba la suite del hotel que le pagaba, no estábamos juntos el tiempo suficiente para que importara.

-¿Cuántos fueron?

-No lo sé – Eso solo podía significar una de dos cosas, que habían sido tantos que Min no podía llevar la cuenta, o que no se había preocupado lo suficiente por ellos como para que dejaran una impresión duradera... Habría que preguntarle a MinHo. Él fue quien envió las rosas.

-¿Y cuánto tiempo has estado con MinHo? ¿Estás aún con él?  - Min había estado en Los Ángeles con él y sus hijos hasta la víspera de Año Nuevo. Esta cosa con su padre había sucedido dos días después. ¿Su hermano trabajaba tan rápido? Haciéndolo pensar cuando había conocido a KyuHyun… Sí, lo hacía.

-¿Estás preguntando si hemos dormido juntos? Sí, lo hemos hecho. Y fue el mejor sexo...

YooChun podía sentir que se ruborizaba - ¡Demasiada información, ChangMin!

-Bueno, preguntaste.

-No, no lo hice. Tú lanzaste esa información como si… - Él sacudió la cabeza al ver la expresión divertida de su hermano.

Pero la sonrisa de Min rápidamente se desvaneció. - De todos modos, creo que es mejor que MinHo y yo tengamos un poco de espacio.

YooChun se inclinó sobre la mesa y golpeó la parte trasera de la cabeza de su hermano.- ¿Sabes una cosa? Creo que ese pobre iluso muchacho, merece algo mejor que tú.

-¡Él no está siendo engañado, y él no es un niño! Sólo tiene unos diez años menos que yo.

-¡Ja!

-Tú eres mi hermano, YooChun. Se supone que debes estar de mi lado.

-No cuando tienes la cabeza tan metida en el culo que puedes saborearte.

-¡Eso es desagradable!

-Sí, bueno, yo llamo a las cosas por su nombre - Él levantó las manos - No quiero pelear contigo, Min. Si conseguiste a un chico completamente nuevecito, deberías haberlo traído contigo.

-Yo... yo no quería comenzar a depender de él.

-¿Es por eso que no has vuelto a verlo? Sabes que puedes tenerlo en cualquier momento. ¡Estás seriamente jodido! - YooChun sacó su cartera y comenzó a buscar en ella.

-¿Qué estás buscando?

-La tarjeta de mi psiquiatra. Necesitas ayuda.

-No te preocupes por mí. ¿Cuándo empezaste a ver a un psiquiatra?

-Después de que Kahi me dejó.

-¿Por qué no me lo dijiste? - ChangMin parecía ofendido.

-Eso era mi lío, Min - precisamente por eso no le había dicho. Durante demasiado tiempo Min se había ocupado de todo y de todos, y esto era algo que YooChun tenía que hacer. Al menos, eso era lo que el doctor Fox le había dicho - Mira, esa es la última cosa de la que quiero hablar. Volvamos a ti y a MinHo. ¿No tuvo ningún problema en aceptar tu sugerencia?

-No. Yo... oh, maldición, no estaba seguro de que diría que sí, y cuando lo hizo, estaba tan aliviado que tuve que tomar un minuto para recuperar el aliento.

-¿De verdad?

-No te muestres tan jodidamente feliz.

-Está bien. - Pero lo era. Había pasado mucho tiempo desde que había visto a Min tan encantado con alguien.

-De todos modos, nosotros vimos a KyuHyun…

-Oh ¡Dime que no lo hiciste! - YooChun sintió que su cabeza estaba a punto de explotar. Casi deseaba que hubiera alguien que apartara a MinHo del cabeza hueca de su hermano - Jesús, ChangMin, ¿Qué te pasa?

-No hay nada malo en mí... - El resentimiento era evidente en su voz -  Teníamos que conseguir legalizar el acuerdo.

-¿No hay otros abogados que podrían haber hecho eso?

-KyuHyun es mi abogado.

-Eres un masoquista, ¿Verdad? También es el hombre que rompió tu corazón. ¡Oh, mierda! Estás utilizando a MinHo para vengarte de él.

-No, no lo hago.

-Si eso es cierto, ¿Por qué te ves tan culpable? Dios, me estás cansando.

-¿Podrías bajar la voz? La última cosa que quiero hacer es que la mayoría en el área esté al tanto de mi vida personal.

-Bien - bajó la voz -  Así que desfilaste con tu nuevo amante delante de tu antiguo amante. Eso no explica por qué lo dejaste allá. Todavía era tu secretario. Habría sido perfectamente lógico que viniera contigo. Quiero decir, ¿No solías llevar contigo a la señora Jung cuando salías de la ciudad?

-Sí, pero yo no estaba enam… involucrado con ella.

YooChun podría haber cantado. Atrapó el desliz de su lengua ¡ChangMin estaba enamorado de MinHo!

- Oh ¿Cuántas veces tengo que explicar por qué no lo traje conmigo? - Min se quejó - ¿No prestas atención?

-¿Qué? - YooChun se sintió insultado.

-Te dije…

-Escuché la mierda que has estado soltando. No quieres llegar a depender de él. Bueno, está bien, pero ¿Por qué estás gastando todo ese dinero si ni siquiera vas a joder?

-Lo hice. Recuerda que no quieres oír hablar de eso.

-Idiota - YooChun le dio una patada bajo la mesa, y Min se inclinó y se frotó la espinilla. Estaba sonriendo, a pesar de que estaba tan triste que YooChun se sintió  mal por él.

Pero Min se serenó rápidamente - ¿No lo entiendes? Tarde o temprano él me va a dejar…

-¿Cómo hizo KyuHyun?

-Y cuando lo haga...

-Va a romper tu corazón.

-No, yo…

-Tú estás enamorado de él. No le mientas a tu hermano.

Min se desplomó en su silla, y YooChun quería abrazarlo - Tienes razón, YooChun. Estoy jodido.

-No, no lo estás.

-Tú dijiste que lo estaba.

-Dije que estabas jodido.

-¿Cuál es la diferencia?

YooChun ignoró la pregunta. Por lo que había descubierto del secretario de Min, el joven se sentía cómodo con su sexualidad, y si él rompía con Min, al menos, no sería porque quería casarse con una mujer - ¿Así que piensas que ya está pensando en dejarte?

-Quizás no ahora, pero con el tiempo... ¿Por qué se quedaría? Todas las cosas que le estoy dando... se las he dado a otros hombres incluso en más cantidad.

-Quieres decir que le diste más a KyuHyun - corrigió. YooChun contempló volar hasta el hogar de Min y patear hasta hacer mierda a KyuHyun. Había lastimado a Min. Y aunque KyuHyun podría haber sido su amigo en un momento dado, Min era su hermano, y nadie lastimaba a su hermano -  En cuanto a los otros...-  .Hizo un gesto con la mano, despidiéndolos... Aparte de lo que le diste a MinHo, ¿Te pidió algo más?

-Una referencia.

-¿Qué? Oh, bueno, sí, eso tiene sentido. Tú eres el que tiene todo el poder, y cuando te canses de él, no sólo va a estar sin trabajo, sino que se quedará sin casa.

-No me cansaré de él. Y cuando él decida que quiere más, aún tendrá el condominio. No se lo quitaría.

-Min, ¿Cómo va a pagarlo? Te conozco. Le diste el lugar más caro que pudiste encontrar.

-Pero él se merece un lugar agradable. Estábamos buscando uno en un club de golf...

-¿Él juega al golf? - Min lo miraba sin comprender, y YooChun negó con la cabeza - ¿Cuánto de paga a la Asociación de Propietarios en un lugar como ese?

-Son razonables.

-¿Para ti o para él?

Min parecía incómodo. - Nunca pensé que... Sólo quiero que sea feliz.

-¿Y, lo amas, hermano? -  La pregunta era, ¿Qué sentía Choi MinHo por ChangMin?- ¿Qué más pidió?

-La matrícula. Quería volver a la universidad y obtener su maestría y doctorado.

Algo se le ocurrió a YooChun, y mientras lo consideraba, él distraídamente tomó otro sorbo de café. Esta vez lo tragó, pero por la mirada divertida en el rostro de Min, no logró disimular el estremecimiento.
Apartó la taza - ¿Cuánto tiempo te tomó obtener el título de la maestría? - le preguntó.

-¿Qué? Esa no es una conclusión, si alguna vez oí alguna. ¿A dónde quieres llegar?

-Responde la pregunta.

-¿Tres años?

-Lo mismo a mí. Y puede requerir un tiempo adicional de cinco a seis años un doctorado.

-¿Cuál es tu punto?

-Mi punto es que tiene la intención de quedarse contigo durante nueve años.

-Él tiene que terminar su licenciatura primero.

-Entonces diez años. Min, eso es más tiempo de lo que Kahi y yo estuvimos casados - No le dijo que era más tiempo que lo que KyuHyun se había quedado con su hermano.

-¿Tú crees? - Tomó la taza de café y la terminó, y para disgusto de YooChun, él ni siquiera hizo una mueca 
- Tengo que irme - Su silla cayó cuando se puso en pie.

-Espera un segundo - YooChun tuvo que luchar para alcanzarlo -  Hay más de lo que quiero hablar contigo.

-¿No has resuelto mi vida amorosa lo suficiente? - Las comisuras de sus ojos se arrugaron en una sonrisa - Está bien, pero tengo que llegar a mi hotel.

-Iré contigo.

Él asintió - Sólo déjame llevarle primero el café a mamá - Se acercó al mostrador donde un número de máquinas ofrecían diversas bebidas, incluyendo cafés de  sabores, café helado, capuchino y café expreso. A un lado era regular y descafeinado, y Min tomó una nueva taza y la llenó hasta la mitad con el café descafeinado. Luego se fue a la máquina que vertía la crema. Finalmente abrió seis paquetes de azúcar y las echó en la taza.

-Voy a pagar esto - dijo YooChun mientras estaba en la fila del cajero.

-Sabes que me lo puedo permitir, ¿Verdad?

-Idiota – sacó su billetera y su tarjeta de débito - Un café regular - le dio la tarjeta a la cajera y esperó a que ella llamara por teléfono. Este debía ser el final de su turno, se veía cansada. Él tomó su tarjeta, y tomó el recibo con una sonrisa -  Gracias, preciosa.

-De nada - La cajera le devolvió la sonrisa, ruborizándose y viéndose de repente no tan cansada -  Que tenga un buen día, señor.

-Eres una maravilla, YooChun - Min murmuró al salir de la cafetería.

-No me cuesta nada y eso la hizo sentir mejor.

-Lo sé. Eres un buen hombre.

-Oh, uh... -  Se aclaró la garganta  - ¿Me dejas conducir el Cadillac?  - Cuando YooChun había visto por primera vez el Cadillac que ChangMin había alquilado, casi había empezado a babear. Y, por supuesto ChangMin no había sido capaz de resistirse a burlarse de él por eso, dado que conducía el carro de su madre.

-¡Eh! La verdad sale.

-Atrapado - Pulsó el botón del elevador.

-YooChun… -  ChangMin se oía serio, y YooChun se giró a verlo.

-Gracias. No puedo decirte lo mucho que aprecio... gracias.

-De nada. Eso es para lo que son los hermanos.

-Sigo pensando que el que te quedes con nuestros padres no es justo - Llegó el elevador y entraron en él.

-Puedo manejarlo ¿Crees que no sé que cuando se trata de papá y tú, nada es justo? De todos modos, si el doctor no puede convencer a papá de esta operación, tendré que enviarlo de regreso al Centro Asistencial en un par de días.

-Justo a tiempo para el cumpleaños de mi padre.

-Gracias por recordármelo. Voy a tener que comprarle algo.

-Sólo asegúrate de que no sean los dulces que ama. Yo me quedaré con MinHo durante unos días y luego volveré -  Inclinó la cabeza -  ¿Quieres conocerlo?

-Puedes apostar lo que sea que quiero hacerlo.

-Tal vez lo traiga conmigo.

-Suena como un plan - Y si descubría que Choi estaba usando a Min por lo que podría sacar de la relación, YooChun le patearía el culo, y a KyuHyun -  Ahora, vamos a dejarle este café a mamá y darle la noticia de que te irás por unos días. 



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