YooChun no sabía quién estaba más sorprendido cuando él y ChangMin
regresaron a la habitación de su padre para saber que estaba escuchando, aunque
muy a regañadientes, a su cardiólogo, y había accedido a una estancia en
el Centro de Vida Asistida. Habían sido unas duras cinco semanas y media. Cada
vez que él o ChangMin empezaban a pensar en regresar a sus respectivos hogares, otra
complicación aparecía. Gracias a Dios por las máquinas de fax e Internet, y los
empleados excelentes en ambas ciudades. Él y su hermano habían podido
atender sus negocios desde Miami. Quizás debería seguir adelante y abrir
una oficina aquí.
La complicación más reciente, el descubrimiento de una
herida en el talón de su padre que se negaba a hacer nada más
que verse fea y con líquido, se había traducido en un viaje de regreso al hospital,
y se veía como que una operación iba a ser necesaria. Al igual que el Centro de
Vida Asistida, el hospital estaba
decorado para el Día de San Valentín. En la estación de las enfermeras había
copas llenas de dulces con forma de corazón y chocolates M & M rosas, rojos
y blancos, y en las paredes había recortes de corazones y cupidos. YooChun
había salido por no más de cinco minutos para decirle a una de las enfermeras que le
avisara cuando el doctor, el cirujano a quien consultaron sobre el pie
de su padre, estaría disponible para hablar con ellos. Y a su regreso se
encontró con la Tercera Guerra Mundial.
-Te dije que no - La cara de MinChang Shim era de un gris
insalubre - Estuve de acuerdo en tener mi colesterol y azúcar en sangre bajo
control, pero nadie dijo nada acerca de una amputación.
-Papá…
-Nada te gustaría más que ellos me cortaran una parte
cada vez, ¿Verdad? En poco tiempo no quedara nada de mí, y entonces la empresa
sería completamente tuya.
-¡La empresa ya es mía, viejo terco cabrón! - Min lo veía
fijamente - ¿Quieres morir?
-¡No tengo ninguna intención de morir! ¡Pero claro no serías
más
feliz si lo hiciera!
-¡Jesucristo, papá!
¿Era eso lo que había sucedido entre él y su padre cuando ChangMin había evitado el desastre con la empresa hace ocho años? YooChun había
estado comenzando su maestría en el extranjero, y como tanto su papá como ChangMin
le habían insistido en que no tenía que regresar a casa, se había perdido de
todo.
-Por favor, bajen la voz - Su madre estaba a punto de
llorar. Bueno, eso no era nuevo. Y a pesar de que YooChun no había dicho ni una
palabra, ella reaccionaba como si lo hubiera hecho - Siempre te pones del lado
de tu padre, y no creas que no estoy consciente de eso - Giró la cabeza para
ver por la ventana, y como de costumbre, lo que fuera que sea, parecía que le
fascinaba más que lo que estaba pasando con la familia.
YooChun siempre había conseguido llevarse mejor con su
padre. Él
había sido el que había cubierto al viejo cuando llegaba a casa oliendo a
perfume de otra mujer, dejándole quitarse el mal olor en el baño antes de que
su mamá se despertara. A veces se preguntaba si era por eso que su matrimonio
se había descontrolado. Pero ahora estaba listo para tomar un trozo de cinta
adhesiva que la enfermera había dejado sobre la mesita de noche y ponerla en la
boca del anciano. Su padre, enfermo como estaba, estaba cansándolo. Y como el
doctor Lee les había dicho la primera vez que había entrado, no había nada que
pudieran hacer si se rehusaba al tratamiento.
-Voy a bajar a la cafetería para conseguir un sándwich - dijo
Min. YooChun nunca había visto a su hermano mostrarse tan frio - Mamá, ¿Quieres
que te traiga algo?
-¿Una taza de café? por favor.
-Por supuesto. - Se dirigió a la puerta.
-Podrías haberme preguntado si quería algo - su padre bufó.
-Te rehusaste a tomar tu almuerzo -ChangMin le contestó.
-¿Esa papilla? ¡Es para bebés!
-Y para los hombres que son demasiado tercos como para
mantener su nivel de azúcar en la sangre bajo.
-¡Mi nivel de azúcar está bien!
-Papá, ¿de qué estás hablando? - YooChun tendía a mantenerse
al margen cuando su hermano y su padre discutían, pero ahora él lo veía con
incredulidad - Tus números están por fuera del límite. ¡El doctor Lee te advirtió acerca
de eso! - El endocrinólogo era el que había expresado su preocupación por esa
herida y finalmente sugirió traer el cirujano - ¿Quieres entrar en un coma diabético?
-¡Ese charlatán!
-¿Por qué estoy aquí discutiendo contigo? - ChangMin se alejó.
-¿Por qué estás aquí?
Min se detuvo - Que me cuelguen si lo sé.
-¡No seas grosero delante de tu madre!
-¿Por qué no? Lo que tú haces es peor - Su padre no quería
ver la expresión de ChangMin, pero YooChun lo hizo, y se dio cuenta de que Min
estaba al límite de sus fuerzas.
-ChangMin, por favor - Su madre se sentó retorciéndose
las manos, que era su reacción general a cualquier tipo de discusión, eso o
soltar lágrimas.
-¿Por favor, qué, mamá? ¿Imaginar que papá y yo tenemos una
relación cálida y amorosa? ¿Pretender que nunca te vi llorando porque se
le hizo tarde otra vez, con una de sus mujeres que, por cierto, cada vez eran más
y más
jóvenes hasta el punto que llegaron a ser menores que nosotros? - Se dio media
vuelta y se marchó.
-¡Nadie está torciéndote el brazo para que te quedes! - su
padre le gritó a la espalda de Min - ¡Puedes irte cuando quieras!
-Él lo hará, papá.
-¡Cállate!
-¿Sabes qué? Creo que también iré a la cafetería -Si YooChun
se quedaba allí un minuto más, diría algo que probablemente se
arrepentiría. O haría algo. Nunca había estado tan tentado a meter una almohada
en la cara de su padre antes.
La cafetería estaba al lado del vestíbulo en la primera
planta, y tomó el elevador para bajar a la misma. El pasillo estaba lleno de
gente. El hecho de que era un día entre semana no impedía que la gente se
enfermara o tuviera accidentes. Se dirigió a la cafetería y vio alrededor
buscando a su hermano. Como todo en el hospital, la habitación era grande, bien
ventilada y estaba decorada con cosas de San Valentín. Nunca se había
preocupado mucho por esa fiesta en particular. La gente hacía una gran cosa de
eso, pero por lo que podía ver, sólo beneficiaba a las empresas de dulces y
tarjetas de felicitación. YooChun finalmente encontró a Min sentado junto a una
ventana que daba al estacionamiento. Delante de él había una taza de café, y parecía
perdido en sus pensamientos. YooChun suspiró. Una vez que MinChang Shim se
enteró que su hijo era gay, lo había tratado como si no estuviera allí. Y por
supuesto, después de que ChangMin tomó el control de la empresa, las cosas
habían empeorado. Se unió a su hermano y le apretó el hombro.
-¿Sin sándwich?
-He perdido el apetito.
Eso no le sorprendió - ¿Cómo estás?
-¿Cómo crees que estoy? - Min levantó la mirada hacia YooChun.
-Dios, te ves agotado. ¿Has estado durmiendo? - YooChun
había estado viviendo en el condominio de sus padres, pero él sabía que Min se
negaría a poner los pies allí, por lo que le había reservado un cuarto en un
hotel local.
-He dormido mejor. No sé cuánto más puedo tomar de esto.
-¿Por qué no te vas a casa? - Él le desordenó cariñosamente el
cabello a su hermano.
-¿Al hotel? Sabes, creo que…
-Estoy hablando de tu hogar. Puedo manejar las cosas aquí.
-Eso no será lo más justo para ti.
-Claro que lo será. A papá siempre le agradé más - YooChun
había esperado, que al menos ChangMin le diera una sonrisa irónica.
-Idiota. ¿Qué estás haciendo aquí?
-Tuve que huir de nuestros padres - Se dejó caer en la silla
frente a él - Escucha, no hemos tenido
mucha oportunidad de hablar. ¿Cómo te fue con MinHo? - Había
tenido curiosidad sobre eso, pero había muchas otras cosas de qué preocuparse
esas últimas semanas.
ChangMin se pasó una mano por la cara - Todo salió como yo
pensaba que sería.
-¿Y eso significa...?
-¡Él es mío! Durante el tiempo que pueda tenerlo - Sus
palabras eran suaves, pero YooChun de todos modos las oyó - Le voy a dar todo
lo que se pueda imaginar.
YooChun se cubrió la cara con la palma de la mano - ¡Por
favor no me digas que lo tratas como un pedazo de carne!
-¡Por supuesto que no! Nosotros... Uh. - El color de Min era
fuerte - Es decir, hablamos de nuestras
expectativas mutuas del arreglo, y él aceptó. Es...
-Se quedó allá, mientras tú estás aquí.
-No tenía mucha opción en el asunto.
-Podrías…
-¿Traerlo conmigo? ¿Crees que no consideré eso? Pero, ¿Qué
iba a hacer mientras yo pasaba los días en el hogar de ancianos o cuidando el
negocio?
-¿Qué está haciendo allá? - YooChun sabía que ChangMin había
hecho que MinHo renunciara como su secretario ejecutivo, así no habría riesgo
para conflictos de intereses.
-Ha regresado a la universidad.- Min sonrió - ¿Sabes una
cosa, YooChun? Estoy tentado en hacerle regresar al trabajo. Si alguna vez
puedo volver allá, voy a extrañarlo en la oficina. Tarareando esa
maldita canción.
-¿Ya averiguaste cuál es?
-No.
-Supongo que no es importante - Él se inclinó sobre la mesa y tomó
la taza. ¿De verdad lo habría traído? Sí, sí la mirada de Min, decía algo. YooChun se llevó la
taza a los labios y bebió, y luego escupió el café - ¡Dios, esto es horrible!
-Eso es lo que te pasa por robar el café de mamá. Deberías
de saber que le gusta tan dulce que puedes tener caries sólo de agitarlo.
-Eres un payaso, ChangMin - Tomó una servilleta y limpió el lío. Había hecho un
poco de investigación después de que Min había sacado su Smartphone y mostrado
la fotografía del juego de beisbol, y lo que había descubierto acerca del
secretario de su hermano le había dado esperanzas de que esto iba a funcionar
para los dos. A diferencia de los hombres con los que Min se había involucrado
desde que había roto con KyuHyun, Choi MinHo parecía feliz de trabajar para
ganarse la vida. Que estuviera dispuesto a renunciar a su trabajo por Min, ¿Podría
indicar la profundidad de sus sentimientos? ¿O sólo significa que Choi tenía
los ojos puestos en el premio? Dios, esperaba que no se estuviera volviendo
cínico con los años - ¿Qué aceptó en el acuerdo?
-Que yo cuide de él.
-¿Qué significa eso?
-No seas estúpido, YooChun. ¿Qué crees que significa? Voy a
darle todo lo que quiere, incluyendo una casa de su elección. Voy a pagar por
su nuevo carro… ¿Te importaría decirme qué es tan gracioso? MinHo también
se rio cuando le dije eso.
-Hablas como un presentador de televisión… no importa. Es
obvio que tus años de ver televisión fueron un triste descuido. Así que tú le
suministraras todo lo material. Supongo que eso lo hace tu chico material. Pero
¿Qué es lo que él te dará, Min?
Aunque los dos eran de piel clara, ChangMin era un poco más
blanco, y cuando eran más jóvenes, se sonrojaba con facilidad. Eso había cambiado en gran
medida después de que se había encargado de Shim, Shim & Park, pero YooChun
no había visto un rubor como ese en el rostro de Min desde mucho antes de que él
hubiera conocido a KyuHyun.
-Recibo su fidelidad inquebrantable. Es que... me gustaría
que no fuera una condición a cambio de todas las cosas que le di.
-¿Dices que también le darás una casa?
-Un condominio, sí.
-¿Él no va a vivir contigo?
-No. Sí. No.
-¿Cuál es, Min? No puedes tener ambas.
-Se iba a quedar en mi departamento hasta que encontrara un
lugar propio.
-Pero estás aquí.
-Estoy aquí - ChangMin se encogió de hombros - Y ahora él tiene
su lugar, así que ahí es donde está viviendo.
La decepción de YooChun debió haber sido evidente en su
rostro.
-¿Cuál es el problema? KyuHyun y yo no vivíamos juntos.
-Sí, y ¿Por qué fue eso?
Min continuó como si él no hubiera hablado - Y los demás... a excepción de Sang, que
le gustaba la suite del hotel que le pagaba, no estábamos juntos el tiempo
suficiente para que importara.
-¿Cuántos fueron?
-No lo sé – Eso solo podía significar una de dos cosas, que
habían sido tantos que Min no podía llevar la cuenta, o que no se había
preocupado lo suficiente por ellos como para que dejaran una impresión duradera...
Habría que preguntarle a MinHo. Él fue quien envió las rosas.
-¿Y cuánto tiempo has estado con MinHo? ¿Estás
aún
con él? - Min había estado en Los Ángeles
con él y sus hijos hasta la víspera de Año Nuevo. Esta cosa con su padre había
sucedido dos días después. ¿Su hermano trabajaba tan rápido? Haciéndolo
pensar cuando había conocido a KyuHyun… Sí, lo hacía.
-¿Estás preguntando si hemos dormido juntos? Sí,
lo hemos hecho. Y fue el mejor sexo...
YooChun podía sentir que se ruborizaba - ¡Demasiada
información, ChangMin!
-Bueno, preguntaste.
-No, no lo hice. Tú lanzaste esa información como si… - Él
sacudió la cabeza al ver la expresión divertida de su hermano.
Pero la sonrisa de Min rápidamente se desvaneció. - De todos
modos, creo que es mejor que MinHo y yo tengamos un poco de espacio.
YooChun se inclinó sobre la mesa y golpeó la parte trasera
de la cabeza de su hermano.- ¿Sabes una cosa? Creo que ese pobre iluso
muchacho, merece algo mejor que tú.
-¡Él no está siendo engañado, y él no es un niño! Sólo
tiene unos diez años menos que yo.
-¡Ja!
-Tú eres mi hermano, YooChun. Se supone que debes estar de
mi lado.
-No cuando tienes la cabeza tan metida en el culo que puedes
saborearte.
-¡Eso es desagradable!
-Sí, bueno, yo llamo a las cosas por su nombre - Él
levantó las manos - No quiero pelear contigo, Min. Si conseguiste a un chico
completamente nuevecito, deberías haberlo traído contigo.
-Yo... yo no quería comenzar a depender de él.
-¿Es por eso que no has vuelto a verlo? Sabes que puedes
tenerlo en cualquier momento. ¡Estás seriamente jodido! - YooChun sacó su
cartera y comenzó a buscar en ella.
-¿Qué estás buscando?
-La tarjeta de mi psiquiatra. Necesitas ayuda.
-No te preocupes por mí. ¿Cuándo empezaste a ver a un
psiquiatra?
-Después de que Kahi me dejó.
-¿Por qué no me lo dijiste? - ChangMin parecía ofendido.
-Eso era mi lío, Min - precisamente por eso no le había
dicho. Durante demasiado tiempo Min se había ocupado de todo y de todos, y esto
era algo que YooChun tenía que hacer. Al menos, eso era lo que el doctor Fox le
había dicho - Mira, esa es la última cosa de la que quiero hablar. Volvamos a
ti y a MinHo. ¿No tuvo ningún problema en aceptar tu sugerencia?
-No. Yo... oh, maldición, no estaba seguro de que diría que
sí, y cuando lo hizo, estaba tan aliviado que tuve que tomar un minuto para
recuperar el aliento.
-¿De verdad?
-No te muestres tan jodidamente feliz.
-Está bien. - Pero lo era. Había pasado mucho tiempo desde
que había visto a Min tan encantado con alguien.
-De todos modos, nosotros vimos a KyuHyun…
-Oh ¡Dime que no lo hiciste! - YooChun sintió que su cabeza
estaba a punto de explotar. Casi deseaba que hubiera alguien que apartara a
MinHo del cabeza hueca de su hermano - Jesús, ChangMin, ¿Qué te pasa?
-No hay nada malo en mí... - El resentimiento era evidente
en su voz - Teníamos que conseguir
legalizar el acuerdo.
-¿No hay otros abogados que podrían haber hecho eso?
-KyuHyun es mi abogado.
-Eres un masoquista, ¿Verdad? También es el hombre que rompió tu
corazón. ¡Oh, mierda! Estás utilizando a MinHo para vengarte de él.
-No, no lo hago.
-Si eso es cierto, ¿Por qué te ves tan culpable? Dios, me
estás
cansando.
-¿Podrías bajar la voz? La última cosa que quiero hacer es
que la mayoría en el área esté al tanto de mi vida personal.
-Bien - bajó la voz - Así que desfilaste con tu nuevo amante delante
de tu antiguo amante. Eso no explica por qué lo dejaste allá. Todavía era tu
secretario. Habría sido perfectamente lógico que viniera contigo. Quiero decir,
¿No
solías llevar contigo a la señora Jung cuando salías de la ciudad?
-Sí, pero yo no estaba enam… involucrado con ella.
YooChun podría haber cantado. Atrapó el desliz de su lengua
¡ChangMin estaba enamorado de MinHo!
- Oh ¿Cuántas veces tengo que explicar por qué no lo traje
conmigo? - Min se quejó - ¿No prestas atención?
-¿Qué? - YooChun se sintió insultado.
-Te dije…
-Escuché la mierda que has estado soltando. No quieres
llegar a depender de él. Bueno, está bien, pero ¿Por qué estás
gastando todo ese dinero si ni siquiera vas a joder?
-Lo hice. Recuerda que no quieres oír hablar de eso.
-Idiota - YooChun le dio una patada bajo la mesa, y Min se
inclinó y se frotó la espinilla. Estaba sonriendo, a pesar de que estaba tan
triste que YooChun se sintió mal por él.
Pero Min se serenó rápidamente - ¿No lo entiendes? Tarde o
temprano él me va a dejar…
-¿Cómo hizo KyuHyun?
-Y cuando lo haga...
-Va a romper tu corazón.
-No, yo…
-Tú estás enamorado de él. No le mientas a tu
hermano.
Min se desplomó en su silla, y YooChun quería abrazarlo - Tienes
razón, YooChun. Estoy jodido.
-No, no lo estás.
-Tú dijiste que lo estaba.
-Dije que estabas jodido.
-¿Cuál es la diferencia?
YooChun ignoró la pregunta. Por lo que había descubierto del
secretario de Min, el joven se sentía cómodo con su sexualidad, y si él rompía
con Min, al menos, no sería porque quería casarse con una mujer - ¿Así
que piensas que ya está pensando en dejarte?
-Quizás no ahora, pero con el tiempo... ¿Por qué
se quedaría? Todas las cosas que le estoy dando... se las he dado a otros
hombres incluso en más cantidad.
-Quieres decir que le diste más a KyuHyun - corrigió. YooChun
contempló volar hasta el hogar de Min y patear hasta hacer mierda a KyuHyun.
Había lastimado a Min. Y aunque KyuHyun podría haber sido su amigo en un
momento dado, Min era su hermano, y nadie lastimaba a su hermano - En cuanto a los otros...- .Hizo un gesto con la mano, despidiéndolos...
Aparte de lo que le diste a MinHo, ¿Te pidió algo más?
-Una referencia.
-¿Qué? Oh, bueno, sí, eso tiene sentido. Tú eres el que tiene
todo el poder, y cuando te canses de él, no sólo va a estar sin trabajo, sino
que se quedará sin casa.
-No me cansaré de él. Y cuando él decida que quiere más,
aún
tendrá el condominio. No se lo quitaría.
-Min, ¿Cómo va a pagarlo? Te conozco. Le diste el lugar más
caro que pudiste encontrar.
-Pero él se merece un lugar agradable. Estábamos buscando
uno en un club de golf...
-¿Él juega al golf? - Min lo miraba sin comprender, y
YooChun negó con la cabeza - ¿Cuánto de paga a la Asociación de
Propietarios en un lugar como ese?
-Son razonables.
-¿Para ti o para él?
Min parecía incómodo. - Nunca pensé que... Sólo quiero que
sea feliz.
-¿Y, lo amas, hermano? - La pregunta era, ¿Qué sentía Choi MinHo por ChangMin?-
¿Qué
más
pidió?
-La matrícula. Quería volver a la universidad y obtener su
maestría y doctorado.
Algo se le ocurrió a YooChun, y mientras lo consideraba, él
distraídamente tomó otro sorbo de café. Esta vez lo tragó, pero por la mirada
divertida en el rostro de Min, no logró disimular el estremecimiento.
Apartó la taza - ¿Cuánto tiempo te tomó obtener el título
de la maestría? - le preguntó.
-¿Qué? Esa no es una conclusión, si alguna vez oí alguna. ¿A
dónde quieres llegar?
-Responde la pregunta.
-¿Tres años?
-Lo mismo a mí. Y puede requerir un tiempo adicional de
cinco a seis años un doctorado.
-¿Cuál es tu punto?
-Mi punto es que tiene la intención de quedarse contigo durante
nueve años.
-Él tiene que terminar su licenciatura primero.
-Entonces diez años. Min, eso es más tiempo de lo que Kahi y yo
estuvimos casados - No le dijo que era más tiempo que lo que KyuHyun se
había quedado con su hermano.
-¿Tú crees? - Tomó la taza de café y la terminó, y para
disgusto de YooChun, él ni siquiera hizo una mueca
- Tengo que irme - Su silla cayó cuando se puso
en pie.
-Espera un segundo - YooChun tuvo que luchar para alcanzarlo
- Hay más de lo que quiero hablar
contigo.
-¿No has resuelto mi vida amorosa lo suficiente? - Las
comisuras de sus ojos se arrugaron en una sonrisa - Está bien, pero tengo que
llegar a mi hotel.
-Iré contigo.
Él asintió - Sólo déjame llevarle primero el café a mamá - Se
acercó al mostrador donde un número de máquinas ofrecían diversas
bebidas, incluyendo cafés de sabores,
café helado, capuchino y café expreso. A un lado era regular y descafeinado, y
Min tomó una nueva taza y la llenó hasta la mitad con el café descafeinado.
Luego se fue a la máquina que vertía la crema. Finalmente abrió seis paquetes
de azúcar y las echó en la taza.
-Voy a pagar esto - dijo YooChun mientras estaba en la fila
del cajero.
-Sabes que me lo puedo permitir, ¿Verdad?
-Idiota – sacó su billetera y su tarjeta de débito - Un café
regular - le dio la tarjeta a la cajera y esperó a que ella llamara por teléfono.
Este debía ser el final de su turno, se veía cansada. Él tomó su tarjeta, y tomó el
recibo con una sonrisa - Gracias,
preciosa.
-De nada - La cajera le devolvió la sonrisa, ruborizándose y
viéndose
de repente no tan cansada - Que tenga un
buen día, señor.
-Eres una maravilla, YooChun - Min murmuró al salir de la
cafetería.
-No me cuesta nada y eso la hizo sentir mejor.
-Lo sé. Eres un buen hombre.
-Oh, uh... - Se aclaró
la garganta - ¿Me dejas conducir el Cadillac?
- Cuando YooChun había visto por primera
vez el Cadillac que ChangMin había alquilado, casi había empezado a babear. Y,
por supuesto ChangMin no había sido capaz de resistirse a burlarse de él por
eso, dado que conducía el carro de su madre.
-¡Eh! La verdad sale.
-Atrapado - Pulsó el botón del elevador.
-YooChun… - ChangMin se
oía serio, y YooChun se giró a verlo.
-Gracias. No puedo decirte lo mucho que aprecio... gracias.
-De nada. Eso es para lo que son los hermanos.
-Sigo pensando que el que te quedes con nuestros padres no
es justo - Llegó el elevador y entraron en él.
-Puedo manejarlo ¿Crees que no sé que cuando se trata de
papá y tú, nada es justo? De todos modos, si el doctor no puede convencer a papá
de esta operación, tendré que enviarlo de regreso al Centro Asistencial en un
par de días.
-Justo a tiempo para el cumpleaños de mi padre.
-Gracias por recordármelo. Voy a tener que comprarle algo.
-Sólo asegúrate de que no sean los dulces que ama. Yo me
quedaré con MinHo durante unos días y luego volveré - Inclinó la cabeza - ¿Quieres conocerlo?
-Puedes apostar lo que sea que quiero hacerlo.
-Tal vez lo traiga conmigo.
-*-*-*-
No hay comentarios:
Publicar un comentario