¡Gracias a Dios! ChangMin realmente no estaba seguro de que MinHo
le daría el sí. En realidad, antes cuando MinHo sostuvo la patética ramita de muérdago
y lo abordara, no tenía ni idea de que MinHo pensara en besarlo. Después de
KyuHyun, después de los hombres con los que había salido durante todo este
tiempo desde que se había separado, había perdido la confianza en su juicio. No
se había sorprendido de saber que solo lo querían por lo que él podía hacer por
ellos. Si tan solo hubieran apreciado lo serio que era sobre ser monógamo. Con
los dos últimos no se había molestado en llevarlos a la cama, y mucho menos
enviarles rosas. MinHo, por otra parte... ChangMin lo encontraba atractivo, y una
delicia para ver. Un sin número de veces se había quedado de pie en el umbral
entre sus oficinas, viendo a MinHo como en trance, mordisqueando su pluma y
trabajando en cualquier tarea que Min le hubiera dado. ChangMin lo veía ahora, de
repente hambriento de algo más que salchicha y huevos. MinHo le sonrió. Por
supuesto, él no podía saber que ChangMin estaba recordando cuando se dirigió al
baño, la manta apretada contra su frente, pero dejando su trasero desnudo
claramente a la vista. Los dedos de Min hormigueaban por el deseo de hundirlos
en los firmes músculos de ese trasero. Se pasó la lengua por los labios,
pensando en la mordida de amor que había dejado en la nalga derecha. MinHo había caído desfallecido en las primeras
horas de la mañana, pero él no lo había hecho. Sonrió para sus adentros. MinHo
se había corrido tres veces antes de que él se hubiera permitido llegar al clímax.
Él iba a tenerlo de nuevo ahora.
Los ojos de MinHo se abrieron como platos, debió de haber leído
la intención de Min. Y luego se movió en su silla y buscó la mano de ChangMin. Él permitió
a MinHo sacarlo de su asiento y jalarlo hacía el sofá cama. La ropa que los
cubría fue arrojada por todo el lugar una vez más, y esta vez todo fue "¡Sí!"
y "¡Por favor!" y "¡Ahora!"
Había sido muy bueno en la noche, pero ahora, sabiendo que
estaban en la misma página, era incluso mejor.
Estaban acostados en el sofá abierto, y a ChangMin nada le habría
gustado más que pasar el resto de la tarde allí, pero sabía que el equipo de
limpieza se cuestionaría las cosas, si no podían entrar en esta habitación. A
pesar de que frecuentemente trabajaba los fines de semana y días festivos,
siempre mantenía la puerta abierta.
-¿Vamos a dar un paseo? -sugirió- No tuve oportunidad de
admirar la decoración navideña de la zona, y ya que van a retirarla pronto,
podemos disfrutarla, ¿No te parece?
No estaba seguro de que MinHo estuviera de acuerdo... había
estado acariciando la curva de la cadera de ChangMin y acariciando su cuello. No
estaba seguro de sí mismo estaba de acuerdo. Ninguno de sus otros amantes, ni
siquiera KyuHyun, había sido tan suavemente táctil, y estaba disfrutando de
esto a un grado increíble.
Pero MinHo echo la cabeza hacia atrás y le sonrió- Si
quieres.
ChangMin se deshizo del condón como lo había hecho con los demás,
arrojándolo al inodoro, y se vistió.
¿Cómo iba a salir en público con la erección que le llego
con solo saber que MinHo estaba sin ropa interior? ¿Dónde habían quedado los bóxer
que le había quitado en las primeras horas de la mañana? No es que importara.
Min le compraría tantos como fueran necesarios. Le gustaba que MinHo usara su
camisa. Jaló a MinHo para un último beso, y salió de la oficina.
Mientras caminaban por la calle North Tryon, MinHo metió las
manos en los bolsillos de su abrigo y echo su cabeza hacia atrás- Extraño la
nieve.
-Hemos tenido algo hace unas semanas.
-Es fácil ver que eres un chico del sur. -Le sonrió a ChangMin-
De donde yo vengo ni siquiera le prestaríamos atención a eso.
ChangMin no quería nada más que un beso por la expresión de la
boca de MinHo.
-Háblame de ti. -Inhalo el frío, bueno, frío para Carolina
del Norte, aire de invierno.
MinHo se quedó en silencio durante tanto tiempo que Min
pensaba que no iba a decir nada. Pero luego chocó con su hombro.
-Mis tatara-abuelos paternos eran coreanos pero han vivido aquí desde su juventud como toda su descendencia. Ellos
decidieron que querían sentirse estadounidenses reales así que vivido aquí toda mi vida.
-¿Por qué?
-No tengo idea. En el momento en que tuve la edad suficiente como para
preguntar, mi padre estaba fuera de la fotografía. Mamá nos dijo lo que podía,
pero si alguna vez lo supo, se lo guardo para sí misma.
-¿Eso te molesta? -La familia de Min, a pesar de tener también
orígenes coreanos, habia podido viajar al país de vez en cuando.
-En cierto modo. Me hubiera gustado saber más sobre mis raíces, pero no es como si fuera capaz de rastrearlos. De todos
modos, ahora solo soy yo.
-Mencionaste a un hermano.
-Es diez años mayor. -Esa era la diferencia de edad entre
ChangMin y MinHo- Él tiene una esposa y tres hijos. Me gusta ser tío y yo...
-Se encogió de hombros- Si pudiera, hubiera dejado de ser gay por ellos.
-Pero no se puede.
-No. No se puede.
ChangMin sabía que estaría devastado si YooChun anunciaba que por
alguna razón el ya no podría ver a su sobrina y sobrino, y decidió dejarlo
pasar- Dime algo más.
-Bueno... a mi madre le encantaba leer. La época y el autor
no le importaban. Estaba leyendo Orgullo y prejuicio cuando estaba embarazada
de mi hermano, y ella se enamoró del señor Darcy, pensó en colocarle ese nombre pero al último optó por colocarle SiWon.
Siempre lo volvió loco que ella lo llamará Darcy de cariño -Una sonrisa se formó en los labios de MinHo, y Min se sintió aliviado al
verlo.
Había pasado mucho tiempo desde que había leído Orgullo y
Prejuicio, lo más probable en la escuela secundaria, y tuvo que recorrer su
memoria para recordar la lectura- ¿Nunca le gustó el nombre entonces?
-Sí. Por ello se negaba a responder por el nombre de Darcy cuando mamá se lo decia.
ChangMin se rió y sacudió la cabeza- ¿Y qué hay de ti?
-No, yo lo llamaba Darcy la mayoría de las veces para molestarolo. Solo tenía
que asegurarme de no llamarlo así frente a sus amigos.
-¿Te lastimaba?
-No hasta que me llamo maricón y me echó -La sonrisa se
había ido, y Min quería encontrar al hermano de MinHo y lastimarlo. Nadie lo
relacionaría, tenía suficiente dinero- Fue el 14 de febrero. Creo que por eso
no me gusta estar solo en ese día.
-Lo siento mucho -parecía que MinHo tenía una razón aún más válida
para temerle a ese día mas que él. Tenía que asegurarse de que el próximo Día
de San Valentín fuera muy especial para su amante- ¿Cómo se enteró tu hermano
que eras gay?
-Sabes, no tengo ni idea. Debo haber hecho algo, pero... no
lo sé -Y era evidente que aún estaba confundido por eso.
-Bueno, es su perdida -Decidió cambiar de tema- ¿Y tu tenia un apodo de novela tambien?
-Mi mamá estaba leyendo a Mildred Savage cuando yo nací y
estuvo tentada a ponerme el nombre de su obra cumbre (7), pero para prever tal
vez un reproche de mi parte me colocó un nombre coreano y es por eso que soy MinHo.
-¿Te molesta?
-No, es un nombre bastante bueno. Y al menos ella no leía
Home From The Hill (8) en ese momento. Podría haber terminado con un nombre
como Theron. -El hizo una mueca, y Min tuvo que morderse el labio para no reírse.
-¿O como Wade o Rafe? -nombro al padre y al hijo ilegítimo.
-¿Conoces ese libro?
Más bien la película, pero no iba a confesar eso- Lo leí
-murmuró.
-Lo siento. Es que fue escrito en el 58 y la historia se
desarrolla en los años 30.
-¿Lo has leído?
-Sí, claro. Tendría unos doce años, y no entendía todo lo
que leía. -Se rió, y Min estaba contento de oírlo- Encontré el libro en el último
cajón de la cómoda de mi madre. A ella le dio un ataque cuando se dio cuenta de
que lo había leído.
-¿Sigue viva?
MinHo miro hacia otro lado, y eso le dio la respuesta a
ChangMin incluso antes de que MinHo dijera- Ella falleció hace siete años.
-Lo siento.
-Gracias. Todavía la extraño. Tengo la sensación de que
sabía que yo era gay, pero nunca le importo.
-¿Que le paso a tu padre?
-Se fue cuando tenía cinco años, creo, así que nunca lo
supo.
-¿Tenías quince años cuando tu madre murió? ¿Tuviste que ir
a un hogar de acogida?
-No en ese momento. SiWon dejó que me quedara con él y su
familia. Después de que el me echó, traté de ser un menor emancipado. Sin
embargo, no tenía ninguna fuente de ingresos, por lo que cuando se enteró Servicios
Infantiles, me pusieron en un hogar de acogida. Me quedé con los Kim durante
dos años, hasta que cumplí los dieciocho y me fui a la universidad.
-¿Cómo te trataron? -encontró que sus uñas se clavaban en
sus palmas.
-Oh, son buena gente. Me he mantenido en contacto con ellos.
ChangMin fue capaz de relajarse. Muchas veces había oído
historias de horror acerca de la forma en que los niños eran tratados en el
sistema de acogida. Y a los chicos gays parecía irles peor.
-¿ChangMin?
-¿Si?
-¿Puedo hacerte una pregunta?
Min se puso rígido. Habían estado hablando de la familia,
por lo que tenía sentido que MinHo quisiera saber acerca de él.
-Pregunta. -Nadie le estaba apuntando con una pistola a la
cabeza. Él no tenía que responder.
-Sé que te pregunte esto antes, y sé que dijiste que querías
cuidar de mí, pero... ¿Por qué yo? Me refiero a que no termine la universidad,
vengo de familia de trabajadores, y... no soy tan blanco.
Inesperadamente, la cita de Montaigne (9) paso por la mente
de Min. "Si estoy presionado para
decir por qué lo quería, creo que solo podría responder: Porque era el, porque
era yo." Se aclaró la garganta. Por supuesto, el amor no tiene nada
que ver con eso.
-Pensé que ibas a preguntar por mi familia.
-Lo haré si quieres hablar acerca de ellos. -MinHo lo miraba
con esos grandes ojos marrones.
Min se encontró diciendo- Mi padre no podía mantenerse en
sus pantalones, y le rompió el corazón a mi madre. Sin embargo, ella no lo
dejo. Ellos viven en Miami, y le envío un cheque todos los meses. Mi hermano
YooChun vive en California, pero ya te hable de él.
-¿Eres cercano a él?
-Mucho. -Más que con sus padres. A pesar de que era solo dos
años menor que YooChun, había hecho más para cuidarlo que su madre. En cuanto a
su padre, el apenas si estuvo alrededor.
-¿Tu...Tu le hablaras a YooChun acerca de mí?
-Ya lo hice. -Por supuesto que no le iba a decir a MinHo que
YooChun sabía que aspecto tenía, debido a la fotografía en su Smartphone.
-¿De verdad? – MinHo se veía tan feliz, que por un segundo,
Min no podía recuperar el aliento.
Tomó la mano de MinHo y paro un taxi.
-¿Vamos a volver a la oficina? Podemos caminar. No esta tan
frío.
-No.
-¿No? Entonces, ¿A dónde vamos?
-A mi casa.
-¿De verdad? -El placer en el rostro de MinHo le hizo alegrarse
de haber sugerido su condominio en vez de volver a la oficina- ¡Asombroso!
El taxi se detuvo, y empujo a MinHo en él y le dio al
conductor la dirección- Y no tome la ruta larga.
-¿uh? -El conductor parecía confundido, hasta que lo vio por
el espejo retrovisor. Luego sonrió- Lo tengo, amigo.
~*~*~*~
El elevador de su edificio estaba vacío, y Min aprovechó la
oportunidad para besar a MinHo, acariciar su cuello y la creciente erección en
sus pantalones. En el momento en que salió del elevador y Min abrió la puerta y
le hizo señas para que entrara, MinHo estaba sin aliento y riéndose.
-Dame tu abrigo.
MinHo se lo quitó y se lo entregó, notándose claramente que
no prestaba atención.
-Adelante, explora. Ahora estoy contigo -Colgó el abrigo de
MinHo y luego se quitó el suyo, preguntándose qué pensaría MinHo del lugar.
-¡Wow! -MinHo estaba de pie frente a la sala- Oh, Wow. ¡Esto
es asombroso!
Min se unió a él y vio el enorme espacio- Es mi hogar.
-¿Si? ¡Papi, cómprame eso!
-Está bien.
MinHo se dio la vuelta y lo miro fijamente- ChangMin,
¡Estaba bromeando!
-Yo no.
-No sé qué decir.
-No digas nada. ¿Puedo ofrecerle un trago?
-No. Gracias.
-Te mostrare el resto de mi departamento.
-Después... -Tomo la mano de Min- Realmente me gustaría ver tu
habitación.
Min se encontró con su pantalón lleno por la erección, y se quedó
perplejo viendo a MinHo, perplejo. No había tenido una reacción así, solo por
palabras desde la adolescencia.
La sonrisa de MinHo se desvaneció- ¿Soy demasiado rápido? Lo
siento. No tenemos que...
-Creo que si -ChangMin no había llevado a nadie a su
departamento desde KyuHyun, pero él no se iba a preguntar por qué estaba
cambiando ahora. También estaba tirando a la basura su política de tener una
aventura con un empleado, al menos por el momento, y no tenía intención de
cuestionarse eso. Apretó la mano de MinHo- Es por aquí.
El mobiliario era oscuro y masculino, coincidía con el resto
del departamento. Paso un dedo por encima del tocador, sintiendo el placer de
encontrarlo libre de polvo. Siempre había creído en mantener su espacio de vida
ordenado, por lo que su servicio de limpieza no había tenido que hacer mucho
mientras él estaba en California además de quitar el polvo y pasar la
aspiradora ocasionalmente sobre la alfombra. De repente se le ocurrió que MinHo
había permanecido en silencio durante mucho tiempo ¿Encontraría la decoración
de la habitación de Min demasiado abrumadora?
-Si no te gusta este sitio, podemos usar la habitación de
invitados.
-No. No, ¡Esto es... perfecto!
Min no se permitió respirar un suspiro de alivio- ¿Que te
preocupa, MinHo?
-ChangMin, puedo... ¿Puedo quedarme contigo el tiempo de
aviso de mi renuncia?
-No tienes que hacer eso.
MinHo parecía decepcionado, y Min sintió que su estómago
comenzaba a agitarse. ¿Qué le pasaba? Y luego MinHo dijo- Es que mi contrato de
arrendamiento está por terminarse.
-Lo siento. -Se mordió el labio para no reírse, permitiéndose
respirar aliviado- Debí haber sido más claro. No es necesario que trabajes las
dos semanas de aviso.
-No se me ocurriría dejar a mi jefe colgado. Él es un buen
tipo, sabes, y no se lo merece.
ChangMin sintió calor hasta las mejillas. No estaba seguro de si
MinHo estaba tratando de halagarlo, pero si esa era su intención, ni siquiera
parecía darse cuenta como Min lo estaba tomando.
-Y te prometo que no voy a decirle nada a nadie. Sera
nuestro secreto.
-Está bien, Choi.
Si fuera honesto consigo mismo, Min tendría que admitir que
iba a extrañar tener a MinHo en la oficina. Pero lo había tenido en su cama, y allí
era donde lo quería. De repente se le ocurrió que no había hablado de lo que él
consideraba su requisito más importante.
- MinHo, entiendes que seré tú único amante. -Se preparó
para una discusión. Después de todo, había una diferencia en sus edades. Y como
un hombre gay joven, MinHo se estaría atando a ChangMin por bastante tiempo.
-Por supuesto. -MinHo rozo sus dedos sobre la mejilla de
Min, lo que le hizo cerrar los ojos de placer. Siempre había querido ser
acariciado, pero nunca se había sentido en libertad de pedir eso.
-¿Y lo harás?
-Por supuesto -repitió- Si puedo tenerte, ¿Por qué iba a
querer a alguien más? -Inclino la cabeza, había un brillo en sus ojos- ¿No
estamos demasiado vestidos? -Y se desabrochó la cremallera.
~*~*~
Hacer el amor con MinHo era una experiencia como ninguna
otra. Había permitido que ChangMin hiciera cosas que nunca había considerado hacer
con otro amante y eso había dejado a MinHo sonrojado y sin aliento, incapaz de
hilvanar una frase coherente. Min le dio un beso en la mandíbula a MinHo y
mordisqueando su oreja le susurró - Voy por una toalla para limpiarnos.
MinHo
estiro sus brazos hacia la cabecera de la cama king-size y arqueó la punta de
sus pies. El cuerpo ante su vista era firme y pálido a pesar de su color oliva
-eso solo tenía sentido dado que era enero y todo el bronceado que MinHo había
desarrollado durante el verano pasado se había desvanecido con el tiempo. Su pene yacía latente en el muslo. Se dio la vuelta sobre su costado y sonrió cuando vio a ChangMin observándolo.
Un rubor caliente corrió desde el centro de su pecho hasta la base de la
garganta. ChangMin estaba interesado en ver por qué se detuvo allí. ¿Cuantas veces
MinHo se habría sonrojado y nunca se había dado cuenta? La sonrisa de MinHo se
hizo más amplia.
-¿Te gusta lo que ves, marinero?
-Me gusta -recordó el momento en que casi se había corrido,
una mañana, hace casi un año, cuando vio a MinHo trabajando con su teclado, su
pluma atrapada entre sus dientes. Por supuesto, MinHo ya era su empleado, y no había
sido capaz de admitirlo.
-¿Hay algún lugar en el que tengamos que estar?
A ChangMin le gusto que MinHo dijera "Nosotros".
-De hecho, no.
-En ese caso... ¿Estás seguro de que quieres conseguir la
toalla ahora? - movió sus cejas sugestivamente. Ninguno de los otros amantes de
Min habían sido tan juguetones, ni siquiera KyuHyun. ¿Tendría la diferencia de
edad algo que ver con eso? Tarareando la canción que Min no podía recordar,
MinHo se pasó los dedos por el
espolvoreado vello sobre el pecho que seguía por su ombligo, y se ensanchaba
para enmarcar su pene. “No importa” - ChangMin pensó resuelto- “Eso es importante..."
-¿Sabes qué? Creo que puede esperar…
-*-*-*-
Notas:
(7) Mildred Spitz Savage (1919-2011) escritora americana
conocida por su novela de 1958 “Parrish”.
(9) Michel Eyquem de Montaigne, (1533-1592) pensador y
escritor francés del renacimiento creador del género literario conocido como
ensayo.
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