Al día siguiente MinHo tomó un taxi desde el condominio de
ChangMin al trabajo. ChangMin no había dicho que pudiera usar el convertible y
su Nissan Versa aún estaba en el estacionamiento y se sentía más cómodo al
volante de su propio carro. Para celebrar la temporada navideña, el vestíbulo
del edificio de oficinas había colocado un enorme árbol de Navidad, pero no lo
decoraron con adornos sino con macetas de flores de noche buena. El personal de
mantenimiento estaba ahora trabajando en retirarlo.
-Claro. Gracias. -Encontró una que le gustaba y se la llevó
con él.
El recepcionista del edificio le sonrió - Buenos días, señor
Choi. ¡Feliz Año Nuevo! Lo extrañé ayer.
-Feliz año, JongHyun. Me tomé un día por enfermedad.
-Espero que te sientas mejor. -Era lo suficientemente amable
para no hablar de una resaca.
-Sí. Gracias. - Se inclinó más cerca- En realidad, estoy
buscando casa.
-¿Dejará su departamento? ¿Me puede recomendar el
departamento? Atrapé a esa perra con la que estoy viviendo engañándome.
-Siento mucho oír eso.
-No puedo creer que pensara que me quedaría con ella después
de eso.
-Eso es extraño, verdad.
JongHyun suspiró.- Yo le había dado muchos regalos bonitos.
-Es duro, especialmente durante las fiestas. -MinHo le dio
unas palmaditas en el hombro. Había sido un buen inquilino y tenía una relación
decente con su casero. MinHo quería hablar con él y ver si podría alquilarle el
departamento a él - Bueno, tengo que subir al cuarenta. Que tengas un buen día.
-Usted también, señor Choi.
MinHo se dirigió hacia los elevadores, y luego echó a correr
al darse cuenta de que las puertas del elevador expreso se cerraban.- ¡Un
momento, por favor! - Las puertas se detuvieron y se abrieron de nuevo, y él
entro, sostuvo la planta en la maceta con cuidado para que las hojas no se cayeran.
-Gracias. - Su sonrisa se desvaneció al ver al otro
ocupante. Maldición, ahora quería haber perdido el elevador - Señor Nelson.
Buenos días, señor.
-Choi. -Nelson vio la flor de noche buena, y luego le sonrió
cínicamente a MinHo - Justo el hombre que quería ver.
-¿Quería?
-Sí. Te busqué ayer, pero al parecer no viniste.
-Er... no, señor. – “Estaba en la cama con el jefe”.
-¿Puedes venir a mi oficina? - Se formuló como pregunta,
pero MinHo sabía lo que era una orden cuando la oía.
-Por supuesto.
A excepción del crujir de los nudillos de Nelson, el resto
del viaje hasta el piso cuarenta se llevó a cabo en silencio. Una vez que
llegaron, MinHo siguió por el pasillo hacia la oficina de Nelson. Su secretaria
estaba apenas iniciando la computadora.
-Señora Hwang, me sirve una taza de café.
-Sí, señor. - Ella le dio una sonrisa cansada a MinHo. Había
almorzado con ella en la cafetería de vez en cuando, cuando era asistente de la
señora Jung, y había escuchado con simpatía como había hablado sobre su jefe.
-En mi oficina, Choi.
MinHo estaba acostumbrado a la brillantemente iluminada
oficina de ChangMin. No sabía si esta era oscura porque tenía menos ventanas y
era más pequeña o la presencia de Nelson le daba esa apariencia. Nelson fue
hacia su escritorio y se sentó. No le ofreció asiento a MinHo.
-¿Quería verme, señor?
-Quería hablar de esto ayer, pero como he dicho, no se
presentó.
-No, señor. - Era consciente de que él no había venido a
trabajar. ¿A dónde quería llegar Nelson?
Nelson esperó, pero cuando MinHo no dijo nada más, frunció
el ceño y dijo - La fiesta del lunes fue buena, ¿No le parece?
-Sí.
-Parece que la disfrutó mucho.
-Ese es el propósito de la fiesta de Año Nuevo, ¿Verdad?
-Hasta cierto punto.
-¿Qué?
-Es consciente de la política de Shim, Shim, y Park de que
no haya ninguna confraternización entre los empleados.
-Estoy al tanto. -¿Sabría Nelson que ChangMin y él eran una
pareja? Pero siendo ChangMin el jefe, ¿Qué podría hacer Nelson al respecto?
-Uno de los hombres del personal de limpieza descubrió esto
en las habitaciones privadas de Shim ChangMin. -Levantó unos bóxer, negro y
verde, que eran de MinHo, y él dio un silencioso: “Gracias, Dios, que no me ruborizo”.
-¿Por qué ese hombre se la entregó a usted? Seguramente,
como secretario ejecutivo del señor Shim, esa sería mi responsabilidad.
-Él reconoció tu voz. Por lo que oyó se podría decir que
estabas… con tú pareja, así que se fue. Cuando regresó más tarde, descubrió la
ropa interior y sumó dos más dos. Si el señor Shim se entera de que has tenido
sexo en su oficina…
-¿Sexo en su oficina? - MinHo ahogó una risa. Eso se oyó
como una nueva bebida, la versión comercial de sexo en la playa (10).
La boca de Nelson se tensó - No hay nada divertido acerca de
esta situación.
-No, pero tampoco lo es de lo que me acusa.
Hubo un golpe en la puerta, y la señora Hwang entró con el
café de Nelson. No le dio las gracias por ello, y ella no parecía sorprendida
por su falta de cortesía.
-¿Necesita algo más, señor? - preguntó.
-No. Sólo que veas que no sea molestado.
Ella asintió, envió una mirada de conmiseración a MinHo, y
se fue, cerrando la puerta suavemente detrás de ella. Nelson regresó a lo que
había estado diciendo.
-El señor Shim se pondrá furioso cuando descubra que su
oficina ha sido profanada de esa manera. Sin embargo, si usted me dice quién
era su pareja, no voy a informar de esto al señor Shim.
-No puedo hacer eso, señor Nelson. – “Sobre todo porque era el mismo Shim ChangMin”.
Nelson sonrió, como si estuviera esperando que MinHo dijera
eso - Te das cuenta de que tu trabajo aquí se dará por terminado.
-Sí.- Esto era bizarro. ¿Debería decirle al hombre que de
todos modos se iba?
-¿Y aun así te niegas a implicar a tu pareja?
-Sí. - MinHo siempre había sido discreto sobre su vida
personal, a pesar de que antes de las primeras horas de la mañana del martes no
había tenido mucha, pero ahora estaba empezando a preguntarse por qué Nelson no
dejaba de decir “Tu pareja”. ¿Como si hubiera alguna manera de que MinHo le
obsequiara el hecho de que era gay? ¿Los habría escuchado?
-Ya... veo. En ese caso, no tengo más remedio que despedirlo
- Nelson parecía que estaba a punto de tener un orgasmo, y MinHo realmente
podría haber vivido sin esa imagen - Ya no trabaja para Shim, Shim y Park. Despeje
su escritorio. Haré que alguien le sustituya inmediatamente.
-Señor Nelson, usted no puede hacer eso. Sólo el señor Shim
puede despedirme.
-¿Quieres que él se dé cuenta de la forma en que
traicionaste su confianza?
-No, pero no la traicioné.
-Muy bien. Voy a contactar con él inmediatamente.
-No lo hará, porque él no está aquí. Su padre está muy
enfermo, y el señor Shim se encuentra en Florida con su familia.
-¿Qué? ¿Cómo lo sabes?
-Soy su secretario ejecutivo.
Nelson se puso de pie. Apoyó las manos sobre el escritorio y
fulminó con la mirada a MinHo.
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Notas:
(10) cóctel hecho con
vodka mezclada con durazno, jugo de arándano y jugo de naranja.
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