El tiempo pasaba mientras ChangMin y MinHo permanecían
atascados en el interior de la fosa. A MinHo, de hecho, le lanzaban la
ocasional bala de heno, para que la comiera, se veía obligado a cambiar a su
forma de cordero. No hacia la diferencia. Dada la baja temperatura en el
interior de la fosa, pasaban más tiempo en sus segundas formas, usando sus
ropas como ropa de cama. ChangMin parecía ser muy hábil en sacar comida de la
nada, pero la tensión comenzaba a mostrarse. La mayoría de las veces tanto el
como MinHo pasaban sus días escarbando en el duro suelo, buscando el ocasional
gusano. Era asqueroso, pero el animal dentro de MinHo reconocía que estas cosas
eran, para ChangMin, comida, y ayudarían a su compañero a sobrevivir. El único
consuelo de MinHo era que eran vigilados cuidadosamente. Cada día los lobos
miraban por encima el interior de la fosa, comprobando la condición de
ChangMin. ChangMin les gruñía, y MinHo consideró decirle a su compañero que
bajara el tono si la situación no parecía tan grave. Como fuera, dudaba que
cualquier cambio en su comportamiento, que no fuera el grave problema de salud,
pudiera convencer a los lobos para dejarlos salir. Perversamente, se alegraba
de que tuviera a ChangMin con él, porque si no, hubiera perdido el juicio. Tenían
poca comida, no había manera de bañarse, por no mencionar que tenían que hacer
sus necesidades particulares en el mismo lugar donde dormían. Por supuesto,
tales sensibilidades se desvanecieron cuando se comparaba con las
preocupaciones de MinHo sobre el bienestar de ChangMin. ChangMin trato de
distraerlo, y de alguna manera, de esa manera, terminaron contándose el uno al
otro sobre el tiempo que habían pasado separados.
-HeeChul realmente me ayudo, -dijo MinHo a ChangMin un día-
Nunca habría pensado que pudiera ser ese tipo de persona cuando lo conocimos en
la sex shop.
ChangMin se echó a reír.
-Eso demuestra que no se debe juzgar a las personas.
MinHo suspiro y se apretó cerca de ChangMin. No sabían cuánto
tiempo habían pasado aquí. Los días y las noches eran tan similares en la fosa.
Eso fue probablemente lo peor de su encarcelamiento. Los cambia-formas tenían
un reloj interno, y MinHo lo estimaba algo como una semana que debía haber
pasado desde que habían visto el sol. Parecía más. ¿Cómo podría el padre de
ChangMin posiblemente permitir que esto sucediera? Durante un tiempo, MinHo pensó
que el hombre los abandonaría para morir. Efectivamente, MinHo no creía que
pudiera sobrevivir sin ChangMin, y con cada segundo que pasaba, su compañero se
estaba debilitando. Pero justo cuando pensaba esto, sucedió algo que MinHo no había
anticipado. Hasta ahora, los únicos movimientos por encima de ellos habían sido
los pertenecientes a los lobos que los custodiaban y la disponibilidad para la alimentación
de MinHo, pero de repente, ChangMin se tensó.
-Algo está pasando ahí arriba -dijo.
En efecto, si MinHo prestaba mucha atención, podía oír los
tenues sonidos de una lucha por encima de ellos. La esperanza surgió dentro de él,
pero luego ChangMin le susurró.
-Es YunHo. Lo puedo sentir.
-¿Que querrá tu hermano con nosotros ahora? - preguntó
MinHo, mordiéndose el labio.
YunHo no había sido muy amable con ellos. De hecho, lo último
-y lo único- en el tiempo que MinHo lo había visto, era que había herido a
ChangMin en el desafío. MinHo esperaba que solo fueran las circunstancias las
que empujaran a hacer eso a YunHo. Se supone que iban a averiguarlo pronto. Como
en respuesta a su dilema, la rejilla por encima del foso se levantó.
-¿ChangMin? -La voz de YunHo vino de arriba.- ¿Estas bien?
-¿Por qué? -ChangMin disparo de nuevo.- ¿Quieres tirar
granadas de mano, o qué?
YunHo no respondió al comentario sarcástico. Una cuerda cayó
al suelo, casi llegando a la tierra, pero no del todo. MinHo y ChangMin se
pusieron sus ropas. Ya sea para bien o para mal, YunHo claramente tenía la intención
de reunirse con ellos. Se levantaron y se dirigieron a la cuerda. ChangMin probó
a ver si era segura. Aguantaba, pero todavía se miraban el uno al otro con
duda.
-Mi hermano me ha decepcionado antes -dijo ChangMin.
-Todo el mundo merece una segunda oportunidad -respondió
MinHo- y al final, no es que estemos en el Ritz aquí abajo.
-Buen punto -respiro hondo y dijo- Está bien, tú vas
primero. En caso de que te caigas, te voy a agarrar.
MinHo sacudió la cabeza ante la preocupación de ChangMin.
Contrariamente a lo que ChangMin podría pensar, las ovejas eran realmente
buenas escaladoras, algo debía haber quedado de sus primos lejanos,
cambia-formas de cabra. Pero se sentía bien ser mimado, y además, si hacía
sentir a ChangMin mejor por esto, ¿Quién era MinHo para cuestionarlo?
-Espera -dijo ChangMin, habiendo al parecer cambiado de opinión.-
Déjame subir primero y ver si está despejado. Entonces voy a volver a bajar y a
tomarte para volver a subir.
MinHo puso los ojos en blanco.
-Sea lo que sea, sucederá ChangMin. Si hubieran querido
matarnos, no seriamos capaces de hacer mucho desde aquí abajo de todos modos.
No tienen ninguna razón para que salgamos.
Con eso dicho, MinHo se apodero de la cuerda y comenzó a
subir. Su propia duda provenía de algo diferente, más que del miedo a ser
dañado. ¿Si dejaban este recinto, estarían renunciando a su última oportunidad
para estar juntos? ¿El tiempo que habían pasado ahí seria en balde? No lo sabía,
pero no estaba dispuesto a perder la oportunidad de que saliera bien tampoco.
Ver a ChangMin debilitarse más y más tenía que ser lo más duro que jamás había
hecho. La verdad sea dicha, temía que el hambre que ChangMin había sufrido
pudiera impedirle ser capaz de subir la cuerda. Fue un largo camino, después de
todo. Tal vez debería haber sido el que subiera en segundo lugar, dado que había
mantenido la mayor parte de su fuerza y podría llevar a ChangMin si algo salía
mal. Pero no tenía por qué temer. ChangMin se mantuvo consolándolo con palabras
suaves a través de su vínculo mientras subían. Más pronto de lo que MinHo
esperaba, estaban fuera de la fosa. Segundos más tarde, ChangMin se unió a él,
tomando su mano y apretándola mientras respiraban aire fresco, libres de nuevo.
Por un momento, los ojos de MinHo lucharon por acostumbrarse al sol después del
tiempo que él y ChangMin pasaron en una oscuridad casi completa. Cuando su visión
se ajustó, vieron a YunHo y el amigo de ChangMin, SiWon, de pie delante de ellos,
pareciendo incomodos. Otros tres hombres, probablemente los guardias que habían
estado a cargo de mantener el puesto de la prisión de ChangMin y MinHo, yacían
a sus pies, inconscientes. YunHo, sin palabras, ofreció a ChangMin algo de
comida, y, después de olfatear un poco, ChangMin cayó sobre él como el lobo
hambriento que era. MinHo no había esperado que los dos hombres le trajeran
ninguna cosa, pero SiWon le proporcionó una comida vegetariana también. Una
dieta de heno, mientras era suficiente para mantenerlo vivo y sano, no era
exactamente su elección de comida gourmet, y se sintió agradecido por el gesto.
El agua era lo siguiente. Los lobos siempre le proporcionaron el suministro
necesario durante su encierro y a ChangMin, pero de alguna manera, parecía
saber diferente aquí arriba, con el viento soplando a través de su pelo y los
rayos del sol que brillaban en su rostro. Pero, por supuesto, el momento de
simple júbilo no podía durar. ChangMin termino su propia comida y se volvió
hacia su hermano.
-Por mucho que aprecie esto, YunHo, ¿Porque estás aquí?
YunHo suspiró.
-He venido en cuanto me he enterado. Te aseguro que no sabía
sobre esto, ChangMin. Si me lo hubieran dicho, nunca lo hubiera permitido.
ChangMin entrecerró los ojos a YunHo.
-¿Y cómo te enteraste? Asumo que Padre no es exactamente
comunicativo con la información con respecto a nuestra prisión, y además, no
vives con nosotros.
YunHo vacilo, luego aparto a ChangMin y MinHo del hoyo. SiWon
procedió a atar a los guardias que aún estaban inmóviles en los árboles,
mientras que YunHo susurró.
-Bueno, en primer lugar, nadie debe saber esto excepto
nosotros cuatro. Padre reconoce el hecho de que su decisión fue extra-dura, y
nos dijo a SiWon y a mí que los sacara del arresto.
MinHo parpadeo, sin comprender nada.
-¿Pero...Por qué no podía simplemente renunciar a la
sentencia?
YunHo miro apenado, mientras que ChangMin se frotó los ojos.
-Quiso decirlo, pero realmente entiendo -dijo ChangMin.- Es
un Alfa, el anciano Alfa. Si lo hiciera, se vería débil. Su posición estaría en
peligro.
YunHo asintió.
-Es que no arregla las cosas, pero no se puede evitar.
Curiosamente, tenía sentido para MinHo también, incluso si
nunca perdonaría al anciano Alfa por lo que le había hecho a él y a ChangMin.
Dudaba mucho que el padre de ChangMin quisiera su perdón, en primer lugar, de
todos modos.
-Entonces, ¿dónde nos deja esto entonces? -pregunto a YunHo.- ¿Vamos a estar huyendo de
otros cambia formas? ¿Vamos a ser perseguidos?
En respuesta, YunHo saco dos sobres de su chaqueta y ofreció
uno a cada uno de ellos.
-De Padre. No los he leído, pero sé que significa que te
deja ir.
Más confundido que nunca, MinHo abrió el suyo. En una clara
masculina caligrafía, unas pocas líneas esbozaban el mensaje del viejo lobo
para él.
"Tu ganas,
cordero. Los lobos no van a ser un problema para ti y para ChangMin durante más
tiempo. Pero recuerda, tu tarea no será fácil. ChangMin cambio su manada por
ti, y vas a tener que compensar eso. Buena suerte. La vas a necesitar."
No dijo nada más. La carta de ChangMin, sin embargo, parecía
más larga, y cuando MinHo doblo su propio pedazo de papel, el otro hombre continúo
leyendo. MinHo tenía curiosidad, pero no incito a la mente de ChangMin. Su
compañero le contaría cuando se sintiera preparado. Por último, ChangMin aparto
los ojos de la hoja de papel.
-Parece que permitirá el uso de mis viejas cuentas. Somos
libres de irnos, pero ya no pertenezco a ninguna manada más.
Una vez más, YunHo parecía triste.
-Lo sé. Desearía que las cosas pudieran ser diferentes,
pero...
-Hey, nadie te impide contactar con ChangMin de vez en
cuando -MinHo saltó de repente.- Y luego, esta SiWon.
Tal vez el no pudiera ofrecer una manada a ChangMin todavía,
pero se trataba de un comienzo. YunHo asintió con vacilación.
-Por supuesto, si ChangMin se compromete a verse conmigo.
Por unos momentos, ChangMin apenas miro a su hermano en
silencio.
-Aun eres mi hermano, -dijo finalmente.- No te he perdonado todavía,
pero quizás con el tiempo...
Los ojos de YunHo brillaban de emoción, y MinHo considero
deslizarse lejos para dar a los hermanos un momento de privacidad. No tuvo la
oportunidad. SiWon se fue a su lado y le dijo.
-¡Vamos, chicos! Tenemos que irnos antes de las bellas
durmientes despierten.
Parecía que todos estuvieron de acuerdo con la evaluación de
SiWon. Entre YunHo, SiWon, y ChangMin, consideraron sostener viales de algo que
olía sospechosamente a orina. Enmascaraban su olor, MinHo se dio cuenta, para
que los guardias más tarde no supieran quien los había atacado.
Cuando el desagradable trabajo se terminó, SiWon y YunHo
guiaron a MinHo y a ChangMin fuera del bosque y a un coche. Parecía que habían
llegado a pie por el bosque, probablemente para no dejar más rastros. Junto con
su compañero, MinHo se subió al vehículo y se apoyó contra el banco. El peso
ligero del sobre enviado a él por el lobo anciano parecía arder en el bolsillo.
¿Realmente podían dejarlos en paz a partir de ahora? Dios, esperaba que sí.
Espero y con esto puedan volver a amar a Yunho xD en fin~ se viene casi el desenlace y como adelanto la ultima prueba para nuestra hermosa parejita *-*!! Nos leemos!! :D
Ay, se me hizo muy cortito ;; ...
ResponderEliminarAsgadfa, bueno, ahora todo está "resuelto", así que a ver cómo termina la historia.
Gracias por compartir~
a mi se me hace que alli hay lobo encerrado 7.7
ResponderEliminaresta un poco extraño -.-
ojala que ya todo resulte bien ... y que los dejen libres
gracias por el capo