martes, febrero 04, 2014

El Cordero que gritó Lobo (CMH) - Capítulo 8

Unos meses más tarde.


-¡Joder!

ChangMin arrojó el martillo al suelo cuando una vez más fracaso en la simple tarea de asegurar dos tableros juntos. Maldita sea. Tal vez debería haber permanecido en la ciudad después de todo. Mejor así, tal vez debería haber utilizado contratistas. Parece que los cambia-formas podían ser buenos en la caza, pero no tanto en arreglar los hogares. El y MinHo habían comprado una hermosa propiedad en las Montañas Rocosas. La primera vez que habían visto la vieja casa en medio de la nada, se habían enamorado de ella. Claro, el edificio necesitaba trabajo, pero ChangMin y MinHo confiaban en que se las arreglarían. En conjunto, podían crear un hogar para cualquier manada o familia que reunieran con el tiempo. MinHo había confesado estar enfermo de la ciudad y anhelaba vegetación y pastos. Pero el precio de la tierra y la casa había sido bastante presión sobre las cuentas de ChangMin, y habían decidido ir arreglando su lugar, ellos mismos. Lamentablemente, ni MinHo ni tampoco ChangMin sabían demasiado sobre el trabajo de construcción. Desde que habían rechazado aceptar la ayuda de cualquiera de sus amigos, también iba condenadamente lento. Está bien, así que tenía sus ventajas, es decir, tener un cierto cordero cerca en todo momento, pero aun así, ChangMin se sentía como un completo fracaso por no ser capaz de proporcionar a MinHo la casa que tanto había soñado. Frustrado consigo mismo, ChangMin salto de la escalera y cayó sobre el suelo cubierto de hierba. Tomo una respiración profunda, inhalando el fresco aire de la montaña. Era una maravilla aquí. Tal vez solo debería tomar un descanso y disfrutar del día con su pareja. El y MinHo habían pasado por mucho. Se merecían un descanso. De repente, ChangMin sintió a su compañero acercarse, como si MinHo hubiera adivinado sus pensamientos. Sonriendo, se volvió y se encontró frente a un espectáculo poco probable. Un hermoso cordero blanco se paró frente a él, mirándolo con sus grandes ojos negros. El vellón de lana blanco de MinHo brillaba tan blanco que casi dolía la visión de ChangMin. ChangMin tuvo un flashback del momento en que se conocieron, solo que esta vez, no había terror en la postura de MinHo, ni en su corazón y mente, solo expectativa.


-¿Qué vas a hacer, corderito? -pregunto ChangMin, mientras empezó a caminar hacia MinHo.

Todavía en forma animal, MinHo empezó a retroceder. Cuando ChangMin se acercó más, MinHo se dio la vuelta y echó a correr. Sorprendido y divertido por el comportamiento de su pareja, ChangMin eligió ir junto con él. Así que, MinHo quería jugar. ChangMin le mostraría las reglas del juego. Cambio en su forma de lobo y comenzó a perseguir a su errante pareja. Sus sentidos inmediatamente lo siguieron por el olor de su oh-tan dulce presa. Porque si, MinHo era su presa, pero no de la manera que cualquiera de los lobos de la manada de ChangMin había juzgado. Era la presa de la que ChangMin nunca se cansaría, la que él amaba atrapar una y otra vez, y quien había logrado lo que nadie más había hecho, domar a la bestia en su interior. Interiormente sonriendo, ChangMin corrió a través de la vegetación, siguiendo el destello ocasional de vellón que veía delante de él. Sin embargo lo experto que MinHo podría ser en algunos aspectos físicos, seguía siendo un animal doméstico, y no significaba que armonizara con el medio ambiente. No tenía mucha oportunidad de escapar de ChangMin. Pero ChangMin sabía que MinHo no quería ni siquiera correr más rápido que el, en realidad no. El juego era acerca del momento delicioso cuando ChangMin atraparía a MinHo y lo devoraría de una manera más que placentera para ambos. Por un momento, ChangMin le permitió a MinHo eludirlo, disfrutando de la simple alegría de la persecución. Le encantaba estar aquí afuera, porque de vez en cuando, en realidad podría ir a cazar sin ser molestado por nadie. Pero esta caza se cobraba con un premio mucho mayor, y la impaciencia comenzó a crecer en su interior. Aceleró, y en pocos segundos, estaba ganando a MinHo. Con una estocada, salto sobre el cordero aun huyendo. Fueron a derrumbarse al suelo, rodando en la hierba suave y verde. Al instante, los dos cambiaron.

-Parece que me atrapaste, mi gran lobo feroz, -dijo MinHo en un tono jadeante.- Ahora, ¿Qué vas a hacer conmigo?

En lugar de responder, ChangMin aplastó sus labios con los de MinHo. La adrenalina de la caza todavía corría por sus venas, y su bestia aulló en la demanda de reclamar a su compañero. Estaban ambos desnudos, cortesía del cambio, pero, por desgracia, tampoco tenían ningún lubricante. Además, ChangMin disfrutaba rodando por la hierba tanto como cualquier lobo, pero no había los beneficios de una casa, es decir, una especie de muebles donde pudiera atar a su compañero. No habían decorado el interior de su casa todavía. En su mayoría, utilizaban utensilios de cocina portátiles y cosas por el estilo. Sin embargo, ChangMin había hecho una excepción con respecto a su cama. Había sido el primer y único artículo que habían traído a la casa. Afortunadamente, los dormitorios estaban bien conservados, y nadie había hecho un comentario de por qué había insistido en cierto tipo de cabecera. Su mente ya estaba en las muchas cosas que podía hacer con MinHo, ChangMin separo sus labios y dio a su compañero una mirada caliente.

-Vas a conseguirlo ahora, mi cordero.

Se puso de pie y alzó a MinHo. A medida que paso a su compañero por encima de su hombro, MinHo dijo meeh! Y él rió, sus manos explorando los músculos de la parte posterior de ChangMin. La excitación corría por ChangMin en la sensación de su compañero tocándolo así, como si no pudiera tener suficiente. Su cordero ahueco las nalgas, experimentalmente apretando las mejillas. ChangMin gruño frustrado de lujuria y golpeó el culo de MinHo.

-Cuidado ahora, corderito, o podría volverme loco. No quieres que te folle aquí y ahora, ¿Verdad?

MinHo gimió, su polla contorsionándose contra la piel de ChangMin, y ChangMin dedujo que en realidad, su compañero quería ser follado y follado duro. ChangMin comenzó a correr, regresando por donde habían venido. Llego a su casa en tiempo récord y estalló a través de la puerta de entrada, escaleras arriba, y hacia el dormitorio. Las tablas del suelo protestaron ante su estruendo mientras corría, y ChangMin hizo una nota mental para reforzarlas lo antes posible. Por fin, alcanzo su destino. Corrió a la habitación que compartían y voló a su compañero en la cama. Antes de que MinHo incluso pudiera decir una palabra, ChangMin se unió a su compañero en el colchón y cubrió el cuerpo de su cordero con el suyo propio. Una vez más, sus labios se encontraron en un delicioso beso que derretía la mente. ChangMin exploraba cada rincón de la boca de MinHo, y, como siempre, su compañero se rindió tan bellamente que ChangMin casi se corrió por eso. Sin embargo, le debía a MinHo un poco de algo por la persecución, y sabía que su compañero lo esperaba. El maldito cordero era más manipulador que un zorro. Con gran dificultad, ChangMin se separó de la boca de MinHo. Moviéndose lo más rápido que pudo, hurgo en la bolsa que mantenían al lado de la cama para tales ocasiones y saco una paleta y un tapón anal vibrador. Los juguetes no eran como los que habían comprado en sus primeras veces juntos, pero no tenían que ser, tampoco. ChangMin y MinHo estaba empezando una nueva vida, aquí y ahora, trajeron todo lo que les hacia quienes eran, incluyendo sus manías. ChangMin se apresuró al baño contiguo, donde procedió a limpiar el tapón anal. Debería haber sido algo problemático guardar sus juguetes aquí, pero tenían suerte. La casa tenía mucha agua y electricidad, gracias a Dios, alimentándose de sus propios suministros privados, y sorprendentemente, la tubería no tenía ningún problema significativo. Había cerrado el trato para ChangMin y MinHo, y ChangMin estaba aún más agradecido por eso ahora. Con su tarea acabada, ChangMin volvió al dormitorio y trago saliva viendo lo que su compañero estaba haciendo. MinHo tenía dos dedos en su propio culo, empujando hacia dentro y fuera de su cuerpo, retorciéndose en la cama por su propio toque. Su conexión se inundó con el deseo y la necesidad, cuando MinHo le rogó.

-Por favor, ChangMin. Por favor, jódeme.

ChangMin hizo su camino de regreso a la cama.

-Eso es muy... -gruño. Sacó los dedos de MinHo y analizó al ahora manchado agujero de su compañero.- Impaciente, ¿No MinHo?

MinHo asintió con tanto entusiasmo que la excitación de ChangMin aumento aún más. Dio la vuelta a su compañero a cuatro patas y le acaricio los globos ajustados con las manos codiciosas. Con una sonrisa, expuso el agujero de MinHo, su boca babeando con la vista de la apertura retorciéndose que parecía hacerle señas para que se acercara. Sin embargo, se resistió, recordando el castigo que su compañero había ganado.
Tomo el tapón anal y lento, muy lentamente, lo inserto en el ano de MinHo. Su compañero gimió, tratando de empujar hacia atrás contra el juguete.

-Sujétate en la barandilla, MinHo, y no te muevas, -ordeno ChangMin.- Voy a hacer brillar tu culo.

MinHo obedeció, con el cuerpo tenso incluso mientras luchaba por permanecer quieto. ChangMin se tomó unos segundos para inspeccionar su obra. Al ver el dulce agujero de MinHo que se extendía por el tapón lo hizo anhelar estar dentro de su pareja aún más. En cambio, apretó el botón que activaba el juguete. Había comprado el artículo en un impulso, pero los resultados le dijeron que había hecho la elección correcta. MinHo grito cuando el tapón masajeó el ano. A través de su conexión, ChangMin podía sentir incrementarse el placer de su pareja más y más. Sonriendo, tomo la pala y golpeo, manteniendo los golpes dirigidos hacia el área que sabía que no haría daño a MinHo. Su compañero en realidad aulló esta vez, en la medida en que pudo aullar sin ser un lobo, por lo menos. ChangMin incluso podría haber confundido el sonido como protesta, si no hubiera percibido todas las emociones de MinHo dentro de él. Trajo una nueva dimensión al sexo, y ChangMin se preguntó como en el mundo había tenido tanta suerte. MinHo apretó su agarre en la cabecera mientras ChangMin continuaba su sensual tortura. Cuando un golpe tras otro caía, empezó a caer más y más profundo en un espacio mental reservado para esos momentos, un espacio en el que los límites entre el placer y el dolor desaparecían. El calor se extendió desde los muslos y las nalgas que se unían directamente a su polla, haciendo que se mareara de deseo. El duro beso de la pala lo condujo salvajemente. Su conexión con ChangMin seguía siendo la única cosa real y verdadera.
Con cada golpe, ChangMin empujaba el juguete que vibraba en su interior, haciendo las vibraciones aún más intensas. Se sentía tan bien, y sin embargo, no era suficiente. A través de su vínculo, MinHo oyó la orden.

-No te corras, corderito. No te corras hasta que yo te diga.

Así que MinHo se mordió los labios y lucho para mantenerse anclado cuando una ola de placer amenazo con barrerlo de sus pies. No podía ya ni siquiera hablar, habiéndose convertido en un ser de pura emoción. Afortunadamente, ChangMin entendía sus deseos. De repente, todo se detuvo y el juguete desapareció del culo de MinHo. MinHo se estremeció cuando su amante presiono besos sobre sus nalgas acaloradas, a continuación, por encima de su columna vertebral hasta llegar a su cuello. ChangMin estaba tan cerca ahora, tan cerca de donde MinHo quería que estuviera. El juguete apenas había despertado su apetito por algo mucho mejor que quería tener en su interior. MinHo dolía por ser llenado por su compañero, sentir a ChangMin estirar su ano a toda capacidad, tener al lobo tocándolo como solo él podía hacerlo. Sintió a ChangMin dentro de su mente, y luego, la polla de ChangMin golpeo en su apertura. MinHo se aferró a la barandilla cuando su compañero empujo lentamente en su interior. Su culo quemaba de los golpes y el juguete que ChangMin había utilizado en él. Temblaba todo su ser centrado en obediencia a su amante, su pareja, su maestro. Por fin, ChangMin estaba completamente dentro de él, sus bolas al ras contra las mejillas del culo de MinHo. Una infinidad de olores los rodeaba, asaltando los sentidos de MinHo. ChangMin estaba en todas partes, dentro de él, alrededor de él, guiándolo más y más en ese mundo único donde solo su placer y amor importaban. ChangMin se retiró de él y empujo hacia el interior, llegando a la próstata de MinHo. MinHo grito y se arqueo contra su compañero, necesitando más, anhelando todo lo que ChangMin tenía que ofrecer. Empujo atrás contra ChangMin, golpeando salvajemente, aferrándose por pura fuerza de voluntad a la cabecera.

-¡Oh, Dios, ChangMin! Por favor. ¡Muévete más!

ChangMin aumento el ritmo, y los oídos de MinHo se llenaron con el sonido de bofetadas de carne contra carne. Su ano ardía con la invasión y sus testículos le dolían con la necesidad de correrse. Su cuerpo entero zumbaba con excitación insatisfecha. Cada uno de los movimientos de ChangMin se frotaba contra la todavía dolorida piel del culo de MinHo y los muslos, y el leve cosquilleo solo se agregaba a la sensación. Cayeron en un ritmo salvaje, tomando su placer en sí. La jodida casi violenta de ChangMin podría haber parecido insensible excepto por el amor intenso que MinHo sintió que venía a través de su conexión. Antes de conocer a ChangMin, nunca hubiera pensado que iba a experimentar tales cosas, que el dolor podría traducirse en placer y la lujuria en puro afecto, inalterado. Todo dentro de MinHo se acercaba a ChangMin cuando su compañero lo tomaba, y seguía y seguía, ni una sola vez vacilante. Se mordió el labio en un intento desesperado por mantenerse a raya, pero no pudo aguantarlo mucho más tiempo. Como siempre, su compañero estaba ahí a su lado. Alargó la mano hacia la polla de MinHo y bombeó un par de veces. Y entonces, sus colmillos se clavaron contra la carne de MinHo y a través de su enlace, la orden vino finalmente.

- Córrete.

La sangre de MinHo se volvió líquido caliente. Su visión se volvió blanca cuando el éxtasis corría por él. Gritando el nombre de ChangMin, encontró su clímax. Al mismo tiempo, sintió que su compañero empujaba por última vez en el interior de su pasaje y lo lleno con su semilla. Su mente hizo cortocircuito con el desbordamiento de placer, MinHo dejo su orgasmo para hacerse cargo. No sabía cuánto tiempo le llevo, cuánto tiempo se sacudió en medio del clímax. Lo sentía todo en su interior, pero dentro de ChangMin también. Y cuando su conciencia comenzó a regresar, lo primero que noto fue el calor. Por su lado, parecía que había un verdadero horno, uno muy personal y propio de MinHo. Su cuerpo todavía ardía por la entusiasta jodida, y dentro de él, en su alma, el calor de su vínculo perduró. MinHo se acurrucó más cerca de su compañero y sonrió cuando un fuerte brazo se envolvió alrededor de su cintura. Todo por lo que habían pasado mereció la pena. Finalmente, podrían tener la vida que habían soñado con este momento. Cuando ChangMin abro por primera vez sus ojos, inmediatamente no se dio cuenta que sus instintos se habían erizado. Todavía se sentía agotado por el anterior festival de sexo, pero en cuestión de segundos, llegó a estar en alerta y se dio cuenta de lo que estaba sintiendo.
Alguien, más de una persona, había invadido su territorio. Su casa ya no solo olía a él y a MinHo. A su lado, MinHo se agitaba también. Tal vez había sentido la maldad, también, o tal vez su conexión lo alerto. De cualquier manera, no entro en pánico. En su lugar, le dio a ChangMin una inquisitiva mirada y a través de su enlace, le pregunto.

-¿Quién es? ¿Qué hacemos?

ChangMin tentativamente olfateo el aire. Con cada segundo que pasaba las presencias se acercaban. Pero había algo extraño que ChangMin no había esperado oler juntos nunca más. Manada y presa. ChangMin apresuradamente se puso un par de pantalones, y después que MinHo hizo lo mismo, se deslizo fuera de la habitación. Aparte de MinHo, percibió dos personas cercanas. Una de ellas había sido la perdición de su existencia por dos años, y la habría reconocido en cualquier parte. Supuso que había alguna razón para ese viejo refrán. No hay furia suficiente en el infierno como una mujer despechada. Pero, ¿Cómo podría Roxanne haber descubierto donde vivían ahora él y MinHo? Y ¿Que estaba planeando? ¿De verdad pensaba que solo podía entrar aquí? ¿Y hacer qué? Cualquiera que fuera el caso, ChangMin no le permitiría o a quien ella hubiera traído que dañara a MinHo. Enseño los colmillos, listo para proteger su territorio. De repente, MinHo se quedó sin aliento.

-ChangMin, espera. Creo... Creo que mi hermano esta con ella.

ChangMin parpadeo cuando destellos de recuerdos corrían por su cabeza. El medio hermano de MinHo, Henry, también era el hombre que había instigado a otros machos a dañar a MinHo hace dos años, la noche en que ChangMin y MinHo se conocieron. ChangMin se había vaporizado durante bastante tiempo para vengarse del hombre, pero MinHo había dejado toda la historia ir, y la última cosa que ChangMin quería era abrir viejas heridas. Parecía, sin embargo, que Henry no compartía la opinión de MinHo. Pero, ¿Cómo podría Roxanne haberse unido con Henry? No tenía ningún sentido. En cualquier caso, la aparición del hermano de MinHo significaba que Roxanne había venido aquí no solo con la intención de vengarse, sino también de llevar armas que los lobos no tenían. Su clase podía utilizar la plata de vez en cuando para castigar o restringir a los lobos fuera de la ley, pero no tenían la habilidad que las ovejas tenían.
Pero ChangMin no permitiría que eso le detuviera.

-No tengo miedo de las armas de fuego, -envió a su compañero.- Voy a estar bien.

MinHo parecía preocupado, pero no hizo ningún comentario más. Tenían la ventaja ya que conocían la casa, y su olor ya estaba en todo. Lo mejor sería quedarse en el dormitorio y esperar que sus atacantes vinieran, entonces tomarlos por sorpresa. Asintiendo a MinHo, volvieron sobre sus pasos y regresaron por donde habían venido. Con suerte, Roxanne y Henry no se habrían dado cuenta de que ChangMin y MinHo estaban despiertos. Pero no llegaron a alcanzar el dormitorio. Una sensación de inminente peligro lo asalto. No sabía la razón, ya que sus sentidos ya habían detectado a Roxanne y Henry. MinHo, sin embargo, parecía saber.

-¡Al suelo! -gritó su compañero.

MinHo se abalanzó sobre ChangMin, y cayeron al duro suelo justo cuando una lluvia de balas hizo su presencia por el pasillo. Tan rápido como pudo, ChangMin les dio la vuelta y cubrió el cuerpo de MinHo con el suyo. Se las arregló para empujarlos a una alcoba contigua. Por algún milagro, las balas pasaron por alto a MinHo, pero dos de las rondas lo arañaron. Plata, el tipo especial de balas que las ovejas u otras presas cambia-formas utilizaban contra los lobos. Simplemente genial. Por lo menos, en realidad no se había incrustado en su carne. Eso podría haberse convertido en un gran problema. Respiro hondo y se concentró en el salvaje latir del corazón de su compañero. Mantén a MinHo seguro. Mantén a MinHo seguro. Eso era lo que necesitaba hacer. La letanía le dio una sorprendente claridad de mente, y se dio cuenta de lo que originalmente paso por alto. Había otra persona en la casa, un soldado y un lobo que habían sabido que hacer para disimular su acercamiento. Sin MinHo, podrían no haber sido capaces de darse cuenta de eso en absoluto. Hacía tiempo desde que ChangMin había olido el olor de su oponente, pero lo recordaba con claridad cristalina. Ese día marcó su separación de MinHo, y algo más, la única vez que había matado a uno de los suyos. Se preguntó como nunca había pensado que finalmente llegaría para perseguirlo. Lo cierto es que nunca había sabido que había sido de KiBum después de ser sacado de la sala por los hombres de YunHo, pero parecía que todo lo que el padre de ChangMin había hecho no fue suficiente. El hombre había vuelto y parecía muy interesado en la venganza. ChangMin no tenía mucho tiempo. KiBum estaba en el otro extremo del pasillo, y Roxanne y Henry se estaban acercando rápidamente. Parecía que habían venido preparados para luchar contra un ejército, no solo con un lobo y un cordero. Tenían que moverse. ChangMin pensó rápido. En la casa, estaban atrapados, superados en número, y en armas. Sin embargo, el bosque y la montaña los protegería. La única salida seria a través de la ventana a unos metros delante de él. Para llegar ahí, sin embargo, tendrían que correr a través de la línea de visión de KiBum. Si, con un énfasis en el sí, se las arreglaran, sería fácil navegar desde ahí. Estaban solo en el segundo piso, y la arquitectura del edificio permitía aterrizar afuera sin demasiados problemas.

-Podemos hacerlo, -dijo MinHo en su mente.- Ve. Confía en ti.

A pesar de todas las dudas en su mente, ChangMin sabía que no tenía muchas opciones. Agarro a MinHo y se lanzó hacia adelante. Un grito de ira sonó a su derecha, pero ChangMin lo ignoró. Tuvo instantes antes de que KiBum reaccionara. Se movió más rápido que nunca antes. En un instante, cruzó la distancia que separaba a él y MinHo de la ventana y saltó. Cristales destrozados, rascándole la cara, y momentos más tarde, siguió otra lluvia de balas. Afortunadamente, aterrizo en el suelo sin mayores lesiones y corrió lejos. Sin embargo, al llegar al comienzo del bosque, otro disparo sonó. Su suerte no se mantuvo, y esta vez, la bala golpe a ChangMin en la pierna. No lo había derribado, pero el choque del impacto y el peso extra que llevaba lo hizo tropezar. Con el impulso, tropezó contra un agujero en el suelo, y cayó, bloqueando la rodilla contra una gran roca. ChangMin realmente sintió el hueso romperse y atravesar la piel. Aullando, ChangMin dejó caer a su compañero de sus brazos.

-¡ChangMin! –gritó MinHo, correteando cerca.

-Vete, MinHo. Vete. ¡Sal de aquí!

Su compañero todavía sería capaz de escapar. ChangMin podría estancarse y ganar tiempo para que MinHo corriera. Pero MinHo no obedeció. En su lugar, se arrastró más cerca y levantó el cuerpo de ChangMin, obviamente con la intención de llevarlo. Era extraño, pero MinHo era más fuerte de lo que parecía. Podría haber tenido éxito, pero antes de que MinHo pudiera hacer nada, Roxanne y Henry llegaron.

-Alto ahí, cordero -se mofo Roxanne.

-¿Qué quieres de nosotros? -preguntó ChangMin.- Se supone que odiabas nuestro apareamiento tanto como yo lo hacía. Tu misma me dijiste que hablarías con Padre para que lo rompiera.

Roxanne le fulminó con la mirada.

-Si, tenía la intención de hacer eso. Pero hay una diferencia entre lo que planeaba y lo que hiciste. Me abandonaste y humillaste delante de la manada. Me dejaste por un cordero, un cordero de todas las cosas. ¿Tienes alguna idea de cómo se siente?

Ella ni siquiera espero una respuesta. En su lugar, empujó abajo a MinHo con la escopeta, y se postraron en el suelo a sus pies. Henry se echó a reír.

-¿Por qué estás haciendo esto, Henry? -preguntó MinHo.- ¿Cómo siquiera supiste donde estábamos?

-Eh, fue fácil. -se rio Henry.- Todo lo que tenía que hacer es pedir a Madre el número de teléfono desde el que llamabas. Tonta idiota sigue creyendo todo lo que yo le digo, incluso cuando me refiero a traerte de vuelta a casa y salvarte del terrible lobo que te mantiene prisionero. ChangMin había sabido que MinHo se mantenía en contacto con su madre por el uso de su teléfono móvil, pero nunca se le ocurrió que alguien pudiera utilizar eso para localizarlos. Joder. Una vez más, había sido descuidado.

-No pensé que tendría problemas para encontrar quienes podrían ser tus enemigos, pero para mi suerte, todo el mundo sabe quién eres -continuó Henry.- El mundo paranormal es absolutamente un hervidero de noticias del lobo acoplado a un cordero.

No es de extrañar que Roxanne estuviera enojada. Ser el centro de atención no podía ser muy agradable. Desde que ChangMin y MinHo dejaron atrás la civilización, parecían haberse perdido bastante entusiasmo. ChangMin se preguntó por qué sus amigos nunca lo mencionaron. Tal vez no querían invadir la felicidad de ChangMin y MinHo con tales cosas. Cuando Henry hablo, KiBum salió de la casa.

-Y cuando el carnero se puso en contacto con nosotros, simplemente no pudimos resistirnos.

ChangMin miró al hombre.

-¿Por qué no vas a arrastrarte de nuevo al agujero de dónde saliste? Estoy seguro de que a tu Alfa le encantaría saber que viniste detrás de mí.

-No me importa lo que diga el Alfa. Ya no soy más su Beta -grito KiBum.- Mataste a mi hermano. Ahora, voy a llevarme a tu pareja lejos de ti, y luego cortarlo en trozos pequeños.

-¿Y realmente crees que puedes salirte con la tuya? -dijo MinHo, distrayendo a KiBum de su plan.

Roxanne se rió.

-Tenemos nuestros métodos.

ChangMin no tenía ni idea de lo que su compañero tenía previsto, pero sentía que la mente de MinHo trabajaba furiosamente. No podían salir de aquí con la fuerza. Por lo tanto, tendrían que hacerlo a través del cerebro. El punto débil radicaba en dos lobos habiéndose unido con una oveja. No tenían el enlace que ChangMin y MinHo compartían, y como tal, la alianza seria tenue en el mejor de los casos.

-Lanzando los orines por ahí, ¿Verdad? -sonrió MinHo.- Eso podría librarte de los lobos, pero no de las ovejas u otras razas.

ChangMin no tenía ni idea de si los amigos de MinHo -cisne o ardilla- tendrían la capacidad de distinguir los olores a pesar del método que su especie utilizaba para cubrir sus huellas. Sospechaba que no, pero no podía estar seguro. Gracias a Dios, no podían ni KiBum ni Roxanne. Sus expresiones se volvieron de certeza presumida a alarmante ira.

-Por supuesto que no serían capaces de sentirnos, -dijo Roxanne con una risa nerviosa. Con el temor de que pudiera ser descubierta, aparentemente había olvidado por completo su furia hacia ChangMin.

-¿En serio? -presiono MinHo su ventaja.- Sigue adelante y pregúntale. -El asintió con la cabeza hacia Henry.- Sabes que tengo razón.

KiBum y Roxanne se volvieron hacia Henry, cuya sangre se drenó de su cara.

-Yo... uhm no lo sé. Es posible.

-Por supuesto que lo es, -agregó MinHo.- Estamos entrenados para sentir a los depredadores, especialmente en las zonas boscosas. Y por si no lo sabias, tengo muchos amigos que no toman amablemente lo que has hecho aquí.

Los dos lobos volvieron su ira sobre Henry.

-Tonto, -Roxanne grito- ¿Tienes alguna idea de lo que has hecho?

Podría haber sido la estupidez o la terquedad, pero Henry no dio marcha atrás.

-No es que estuvieras en desacuerdo conmigo, perra.

Por supuesto, si trataba de huir ahora, el instinto de caza solo se pondría en marcha. Quizás Henry se había dado cuenta de que por fin había mordido más de lo que podía masticar. ChangMin casi dio un respingo al oír las palabras de Henry. Sabía que Roxanne tenía bastante temperamento y no se tomaba a la ligera ser insultada por una oveja. Era muy diferente a llamarla puta por la manada y tener a una presa haciendo lo mismo. Como ChangMin había esperado, la forma de Roxanne comenzó a desdibujarse hasta que se transformó en un lobo. Esta vez, Henry no lo dudo. Apunto el arma hacia ella, frunciendo el ceño.

-Mueves un músculo, y estas muerta.

Por desgracia para Henry, tenía a dos contra uno. KiBum cambio en su segunda forma, también y se abalanzo hacia el joven carnero. El arma de fuego de Henry se disparó, pero no alcanzo su objetivo. Presa del pánico, Henry se transformó en un carnero, tratando de usar sus cuernos puntiagudos para empujar a los lobos. Logró luchar por un minuto más o menos. Su cuerno aterrizó en los ojos de Roxanne, y aulló en consternada angustia. Ella retrocedió, sacudiendo la cabeza. KiBum, sin embargo, no estaba al menos un poco frustrado por su dolor. Salto sobre Henry, enterrando sus colmillos en la garganta del carnero. Aprovechando su distracción, MinHo salto hacia adelante y cogió la escopeta de Roxanne. Varios disparos de bala hicieron eco en el claro alrededor de su casa, y KiBum y Roxanne se desplomaron al suelo. MinHo dejó caer la pistola, como si estuviera conmocionado por lo que había hecho. Por unos instantes, el tiempo parecía haberse detenido. Todo era simplemente surrealista. Sin embargo, viendo a KiBum y Roxanne todavía en el suelo forzó a ChangMin a salir de su trance. Había estado dirigido por la pura adrenalina y eso le había ayudado a ignorar el dolor, pero ahora, necesitaba dirigir su atención hacia su propio problema. La herida se veía horrible, el hueso sobresalía de la piel. ChangMin tenía que darse prisa o sus habilidades de cambia-formas iría contra él y su lesión podría cerrarse antes de tiempo. MinHo se arrodilló a su lado, pareciendo preocupado.

-Oh, Dios, ChangMin. ¿Qué hacemos?

ChangMin miró a su alrededor y encontró un palo. No podía pedirle a su compañero que hiciera esto por él. De hecho, habría preferido más si MinHo no estuviera aquí para verlo, incluso si una parte egoísta de él encontraba consuelo en la presencia de su compañero. Inserto la pieza de madera en la boca y se inclinó en contra de su pareja. En un solo movimiento, retrocedió bruscamente el hueso en su lugar. Horripilante dolor corría por él, y casi se desmayó en la agonía. No ayudo que la bala de plata estuviera alojada todavía en la pierna, contaminando su sangre. Respiraba a través de ello, centrándose en MinHo, en la calmante voz de su compañero. Sus habilidades surtieron efecto, y el dolor comenzó a disminuir. Sin embargo, al igual que ChangMin comenzó a sentirse mejor, KiBum se agitaba, tratando de arrastrarse.

-Apunto para lesiones no letales, -dijo MinHo, todavía agarrando la escopeta.

Lo que quiera que MinHo hubiera pretendido, la escopeta había hecho mucho daño de cerca. Era poco probable que KiBum y Roxanne se recuperaran pronto, tanto más cuanto que la plata ahora atacaba sus cuerpos. Aun así, vivirían, y como tal, debían ser vigilados. El carnero, sin embargo, no se movía en absoluto. MinHo parecía estar estudiadamente tratando de no mirar en la dirección de su hermano. La vista del cuello asolado del carnero hizo entender a ChangMin por qué.

-Lo siento.

MinHo suspiró.

-Mi madre va a estar muy herida. Fue siempre su favorito.

La voz de MinHo no tenía ningún resentimiento, solo aceptación y lamento. Se sacudió.

-Debemos traerte un doctor, ChangMin, y llamar a alguien para que nos ayude con esto.

-Lo sé, -dijo ChangMin.- Voy a guardar a nuestros amigos, -dio con sarcasmo.

Su pierna se curaría, pero la plata era más un problema. ChangMin esperaba que su cuerpo fuera capaz de luchar un poco más. Necesitaba asegurarse de que Roxanne y KiBum no trataran de atacarlos de nuevo. Por fin, MinHo volvió a él. A juzgar por la expresión de su pareja y la preocupación que inundaba su vínculo, ChangMin supuso que no estaba en muy buen estado.

-Aguanta, ChangMin, -dijo MinHo.- La ayuda esta de camino.

ChangMin asintió.

-Tenemos que sacar la bala. Esta envenenándome.

-Está bien. -MinHo respiro profundamente.- Sacar la bala. Estoy en eso.

Incluso con todo el pánico que ChangMin sintió dentro de su compañero, MinHo logro enfocarse. Recuperó su botiquín de primeros auxilios y volvió al lado de ChangMin.

-¿Qué hago ahora? No soy un medico lobo. Sé un poco sobre medicina de ovejas, pero más allá de eso...

-Te voy a guiar a través de esto. -ChangMin luchaba por ofrecer a su compañero una sonrisa.- No es en realidad muy diferente.

Le hubiera gustado ahorrarle esto a su compañero, pero no tenía muchas opciones. En su estado actual, ChangMin no podía concentrarse lo suficiente como para sacar la bala. Afortunadamente, MinHo parecía más experto en esto, entonces de lo que él pensaba. Desinfecto la herida, y con extremado cuidado comenzó el doloroso proceso de salvar la vida de ChangMin. ChangMin logro mantenerse consciente lo suficiente para ver a MinHo tener éxito en su tarea. Justo cuando la sangrienta bala golpeo la hierba, su mundo se oscureció y se entregó a la inconsciencia.


~*~*~*~


MinHo se paseaba por delante de la habitación que retenía a su compañero. Sabía que ChangMin todavía estaba vivo, ya que su vínculo se mantenía en su lugar. Al mismo tiempo, la plata había hecho una faena a ChangMin. Su amante podría no estar en peligro mortal, pero no estaba fuera de peligro todavía, tampoco. Una voz lo saco de sus cavilaciones.

-ChangMin va a estar bien, -el anciano Shim dijo.- Es un hombre fuerte, y tiene un montón de cosas por las que vivir.

MinHo ofreció al lobo una débil sonrisa. Nunca habría pensado que alguna vez haría eso, teniendo en cuenta todo lo que el anciano había hecho. Pero el padre de ChangMin vino a ellos cuando realmente importaba. Tal vez no eran exactamente amigos, pero MinHo pudo apreciar que el hombre amaba a su hijo. MinHo había llamado a SiWon, y el amigo de ChangMin había sido rápido en reunir tropas adicionales. Para gran sorpresa de MinHo, el anciano Shim proporciono inmediatamente asistencia médica a ChangMin. MinHo no sabía que paso con Roxanne y KiBum, pero había pedido al anciano que mantuviera el cuerpo de Henry seguro. Una vez más, el hombre lo sorprendió y respetó su petición.

-Gracias por tu ayuda, -dijo al anciano.- Simplemente no sé lo que habríamos hecho sin ella.

El lobo parecía pensativo.

-Si te digo la verdad, no somos los que salvamos la vida de ChangMin. Tú lo hiciste, con la eliminación de esa bala. Mi gente solo le hizo daño. -hizo una pausa, como si estuviera considerando sus palabras.- Estaba equivocado acerca de ti, -concluyó.

Era lo más parecido a una disculpa que MinHo podía esperar. Como regla, los Alfas no admitían sus errores. Le dio la esperanza a MinHo de que tal vez, un día, su apareamiento con ChangMin no sería condenado. Por fin, la puerta se abrió y apareció el medico lobo.

-¿Cómo está? -MinHo le preguntó a la vez.

-Se va a recuperar pronto, -respondió el medico.- Afortunadamente, hemos sido capaces de eliminar el envenenamiento de plata antes de que hiciera demasiado daño. -Le dio una mirada penetrante a MinHo.- La situación habría sido mucho peor si la bala no hubiera sido eliminada antes de que llegáramos. -El medico se aclaró la garganta.- De todos modos, está despierto y quiere ver a su compañero ahora. La emoción corría por MinHo.

-¿Estas bien? -preguntó sin aliento.- ¿Estas lo suficientemente bien?

-Sabes que lo estoy, corderito, -dijo una voz áspera a través de su conexión.- Ahora ven aquí. Quiero ver tu hermoso rostro.

Sin esperar a que el médico le contestara, MinHo irrumpió dentro de la habitación y se precipito hacia la cama donde yacía ChangMin. Su compañero parecía un poco pálido, y MinHo sabía que iba a estar débil y sentir su persistente herida por un buen tiempo. Pero la sonrisa en el rostro de ChangMin era un verdadero y abrumador alivio que se apoderó de MinHo.

-Ven aquí y dame un beso, -dijo ChangMin con una sonrisa.

Y cuando MinHo lo hizo, todo lo demás palideció excepto el conocimiento de que esta unión había llegado para quedarse y nadie jamás los separaría de nuevo.



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Asdfasdfasdfasdf ~ lloré de felicidad cuando leí esta parte~ este es el último episodio, lo único que queda es el epílogo :3~ 
Sigo recordando que el KiBum mencionado aquí es el de Suju, por si acaso xD~
¡Nos vemos en el epilogo! :D

1 comentario:

  1. waaaaaaaaaaaaaa.... me dio cosita!!!! me pero bueno... que bueno que ya todo esta bien *O*
    gracias por el cap... ojala y ... tengan un loborreguito XD (lobo+borrego) xD mi papa y sus inventos... borrelobo XD

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