domingo, enero 26, 2014

El Cordero que gritó Lobo (CMH) - Capítulo 5

Dos años más tarde.


-Pero MinHo, no sé por qué estás tan decidido a permanecer lejos de nosotros. Ya han pasado dos años. Estamos dispuestos a perdonar y olvidar.

MinHo respiró hondo y se concentró en no golpear el teléfono contra la pared. Su madre no sabía nada de todo lo que le había sucedido durante esos pocos días que alteraron su vida, o más bien, opto por no saber. Tras el rechazo de ChangMin, MinHo había regresado a su ciudad, solo para enfrentarse a un nuevo problema, su hermano. Henry había inventado alguna jodida historia de cómo y por qué el y los otros jóvenes carneros dejaron sus puestos. Involucraba a MinHo ser comido por los lobos, y lo hizo bastante creíble, o así MinHo lo dedujo. Y, naturalmente, cuando MinHo regreso, diciendo que los lobos lo dejaron ir, todos se volvieron en su contra, incluyendo a su propia madre. Asqueado y despreocupado, MinHo había dejado Ramston atrás. Además, no creía que pudiera vivir en la misma ciudad que su hermano y sus compinches de todos modos. Nadie creyó su historia sobre su casi violación tampoco, así que MinHo ya no sentía ninguna necesidad de vivir en Ramston. Echaba de menos el bosque de vez en cuando, pero había construido una nueva vida aquí, algo mejor de lo que nunca había tenido en su ciudad natal. De vez en cuando, sin embargo, llamaba a su madre, solo para comprobar a los corderos. Por desgracia, termino lanzando acusaciones contra él y poniéndolo tan enfadado que no podía ver bien.

-Perdonar y olvidar, -repitió con incredulidad.- Bueno, yo no he olvidado su rechazo, o la forma en que mi hermano instigo a sus pequeños amigos a violarme.

En el otro lado de la conexión, un suspiro exasperado sonaba.

-¿Cuantas veces tengo que decirte que fue tu imaginación? Deben haber sido los lobos que te hicieron eso, y simplemente has sustituido sus imágenes con Henry porque él estaba ahí.

Toda la fuerza dreno a MinHo.

-Lo que sea, Madre. No tengo tiempo o la paciencia para discutir. Tengo que ir a trabajar. Adiós.

Sin más preámbulos, corto la conexión. La razón que había dado a su madre era solo mitad mentira. Todavía tenía una media hora o así antes de que tuviera que ir a trabajar. Tenía que esperar a HeeChul, ya que aun de nuevo, su amigo había estado ausente la noche anterior. De repente, MinHo oyó la puerta del apartamento abrirse.

-Cariño, ya estoy en casa, -grito HeeChul en su túnica forma exuberante.

MinHo negó con la cabeza ante las travesuras de su amigo y se fue a saludarlo. Al entrar en el vestíbulo, un cuerpo delgado se abalanzo sobre él, casi haciéndolo caer. El cisne era más alto, pero más delgado que él, y al mismo tiempo, más fuerte de lo que parecía, o incluso recordaba a veces.

-¡Minnie! Te extrañe.

MinHo arqueó una ceja y se apartó el mismo del abrazo.

-Pero me viste ayer antes de ir a tu cita. Así pues, ¿Cómo te fue?

HeeChul se encogió de hombros y se fue a la cocina. MinHo siguió tras el
.
-Exactamente como lo esperaba, -dijo- Sexo caliente. No me llamará.

MinHo no podía evitar sentirse decepcionado. Incluso si HeeChul no actuaba como un cambia-formas normal de cisne, MinHo sabía que en su corazón, su amigo todavía esperaba al Elegido. HeeChul hizo un gesto con la mano, como si dejara de lado los malos pensamientos.

-Mañana será otro día, y muchos magníficos macizos me esperan.

MinHo sonrió.

-Tú te mereces algo mejor que todos y cada uno de ellos.

Dos años atrás, HeeChul había sido su salvador proverbial cuando MinHo no tenía ningún lugar a donde ir, ni amigos, ni dinero. En un impulso, MinHo hizo autostop de regreso a la ciudad y con gran dificultad, encontró el hotel en el que se había quedado con ChangMin. Le había costado un poco de sigilo, pero había conseguido colarse en el interior de su habitación. Se había dado cuenta entonces de que ninguno de los artículos que habían comprado permanecía ahí, y entendió que los lobos debían haber venido y se habían librado de todas las pruebas de que él y ChangMin alguna vez habían estado aquí. Pero tanta suerte como tendría, el que trato con esta tarea paso por alto un pequeño pedazo de papel, un papel que había estado en su bolsillo cuando ChangMin le rasgo los pantalones frente a él, el número de teléfono de HeeChul. Sin saber que más hacer, MinHo había tomado la mejor decisión que jamás había hecho en toda su vida. HeeChul le había dado un lugar donde quedarse, le ayudo a encontrar un trabajo, le presento a todo tipo de gente interesante, y se convirtió en su mejor amigo. Era un hombre increíble, y tal vez MinHo podría haberse enamorado de él, si no hubiera estado todavía enamorado por un determinado lobo. Pareciendo completamente ajeno a los pensamientos de MinHo, HeeChul suspiró.

-¿Sabes lo que tenemos que hacer? Tenemos que recoger a los chicos. Llevaremos a JaeJoong por delante. ¿Qué dices?

MinHo luchó por encontrar una excusa para declinar, pero al final, no se atrevía a mentir.

-Sabes que yo no soy mucho de ese tipo de cosas, y JaeJoong no lo es, tampoco.

De hecho, su amigo era muy probable que tuviera un ataque al corazón si le sugería otra salida al club. HeeChul puso los ojos en blanco.

-Muy cierto. No sé qué hacer con ustedes dos. De todos modos, solo tendremos que invitarlo, comer mucho helado, y quejarnos. ¿Qué te parece?

-Suena muy bien. -MinHo sonrió- Pero ahora, tenemos que ir a trabajar. Ahora, toma una ducha. Hare café.

HeeChul dejó escapar un gemido de angustia, pero MinHo no le hizo caso, ya familiarizado con todos los trucos de HeeChul. Por suerte, su amigo robo una mirada al reloj de la pared y maldijo.

-Está bien, está bien, me voy. Deberíamos encontrar mejores empleos.

O al menos eso dijo HeeChul, pero la verdad, los dos estaban muy contentos con su empleo actual. Él había dejado la tienda de sexo para beneficiarse de trabajar en una tienda de música, y encontró empleo en la sección de librería para MinHo. Al final resulto que, las habilidades narrativas de MinHo demostraron ser muy útiles. Su empleador, otro cambia-formas llamado JunSu, acordó establecer una hora especial para que los niños vinieran y escucharan los cuentos de MinHo. Tanto los padres como los niños estaban encantados, la comunidad de cambia-formas lo apreciaban, y los ingresos de la tienda estaban en alza. Sin embargo, eso no significaba que pudieran permitirse el lujo de llegar tarde. MinHo hizo a su amigo el prometido café, luego se retiró a su habitación y se cambió de ropa. Cuando se miró en el espejo, una imagen que no era la suya apareció. MinHo parpadeo y trato de apartarlo.

-¡Fuera de mi cabeza! -anhelaba a su compañero traidor.- Fuera. Sal, vete.

Era muy extraño, la verdad. ChangMin había roto su corazón reclamando a la perra, y solo gracias a la ayuda de HeeChul, MinHo se las arregló para sobrevivir. No podía oír la voz de ChangMin más, e incluso después de dos años, lo sentía como un miembro amputado. A pesar de eso, su vínculo permaneció ahí, la presencia de Roxanne habiendo sido aparentemente incapaz de romperlo. Lo más triste era que sabía que ChangMin no tenía intención alguna de esto. De lo contrario, podrían haber llegado a algo. MinHo incluso habría aceptado ser un plato al lado de ChangMin, su sucio secreto, solo tener un poco del tiempo de ChangMin. Pero ChangMin nunca se había acercado una sola vez a él, y por mucho que MinHo quisiera verlo, no sabía cómo encontrar al lobo.
Sabía que no era del todo culpa de ChangMin. Su compañero había sido empujado en esta elección por su padre. El viejo lobo bélicamente amenazó a ChangMin con matar a MinHo. MinHo podría no saber mucho sobre la jerarquía de la manada, pero le hizo darse cuenta de que el padre de ChangMin era como su líder general, y un hombre muy poderoso.
Eso no hacía todo el completo asunto menos doloroso, sin embargo. ¿No se suponía que el amor siempre ganaba, por ser más fuerte que cualquier otra cosa?
MinHo se sentó en la cama y se cubrió la cara con las manos. ¿Alguna vez estaría libre del pasado? ¿Incluso lo quería? A veces, miraba al calendario y se maravilló de qué dos años hubieran pasado ya. ¿Solo podría el tiempo volar así, cuando el todavía recordaba las caricias de ChangMin tan vívidamente? Solo habían pasado cuarenta y ocho horas ellos juntos, ni siquiera eso, en verdad, y sin embargo, MinHo revivió esos momentos todos los días, anhelando el olor de ChangMin, su tacto. Una llamada sonó en la puerta y MinHo le dijo con aire ausente a HeeChul -porque solo podía ser el- que entrara. Su amigo se deslizo en el interior, y su voz sonaba preocupada cuando pregunto.

-¿Estas bien, MinHo? Sucedió de nuevo, ¿No es cierto?

MinHo asintió, agradeciendo el hecho de que HeeChul supiera cuando ser serio.

-¿Es que nunca dejara de doler, Chullie? Ya han pasado dos años.

HeeChul se dejó caer en la cama junto a él.

-Me temo que estas preguntando a la persona equivocada. Sabes que nunca me he enamorado. Pero puedo decir esto. Todas las cosas suceden por una razón. Si ChangMin y tú estaban destinados a ser, va a volver a tu lado. Si no, que se joda. Vas a encontrar tu verdadero destino.

MinHo no pudo evitar una sonrisa.

-Gracias. Te lo agradezco. -HeeChul le empujo con el hombro.

-No hay de qué. Ahora muévete. Trabajar, trabajar, ¿Recuerdas?

MinHo asintió, agradecido por la distracción que el trabajo pudiera aportar. El y HeeChul dejaron su residencia de dos dormitorios y salieron del edificio justo cuando un coche se detuvo y tocó la bocina. MinHo inmediatamente lo reconoció y sonrió mientras su amigo JaeJoong bajaba la ventana del conductor.

-Saludos, mis amigos, -dijo JaeJoong.- En un hecho poco común, me han concedido permiso para sacar el vehículo de la familia. Decidí visitar y tal vez facilitar su llegada a su lugar de trabajo.

Las palabras podría haberse escuchado cargadas y extrañas, pero la velocidad con la que JaeJoong las hablo hizo que la mayoría de lo imposible se entendiera para el oyente casual. Todas las ardillas hablaban a este ritmo, HeeChul le había dicho a MinHo una vez, pero solo JaeJoong se molestaba con palabras largas.

-Gracias, JaeJoong, -contesto HeeChul.  Agarro la cabeza de JaeJoong a través de la ventana y presiono un beso descuidado en la mejilla de su amigo.- Siempre supe que me amabas.

Cuando HeeChul lo libero de sus garras, la ardilla todavía parecía imperturbable.

-¿Y cómo van las lecciones de canto, HeeChul? -JaeJoong preguntó amablemente.- Entiendo que tu profesor actual es un ruiseñor conocido por su hermosa voz.

MinHo deseo que JaeJoong no hubiera mencionado eso. Por desgracia, la ardilla también tenía una propensión por las conversaciones de meter la pata, haciendo todo tipo de indiscreciones. El caso en cuestión, HeeChul. Por alguna razón, la ambición durante toda la vida de HeeChul, aparte de su eterna búsqueda del hombre ideal, era aprender a cantar. Como HeeChul planeaba hacer eso era un misterio, ya que, al igual que todos los cisnes, el hombre no tenía oído musical. Pero HeeChul no parecía desanimado o incluso molesto por las palabras de JaeJoong.

-Es un idiota arrogante, justo como espero. Pero no estoy preocupado. Encontrare al profesor adecuado todavía.

Entre las bromas de buen carácter y HeeChul recontando sus aventuras nocturnas, navegaron a través del tráfico sin perder su buen humor. En muy poco tiempo, llegaron a la tienda, y MinHo y HeeChul salieron.

-Gracias de nuevo, JaeJoong, -dijo HeeChul.- Eres una joya.

JaeJoong dijo algo en respuesta, pero MinHo no lo oyó. En su cabeza otra cosa se hizo eco de la voz de una mujer gritando y un dolor y la desolación, no la suya, sino que se hizo eco en su corazón.

«Ya estoy harta, -grito Roxanne a ChangMin.- Estoy harta de ti y tu actitud. Esto no es lo que firme cuando acepte ser tu pareja»

ChangMin dio otro sorbo a su cerveza.

«Quítate de en medio. Estas bloqueando mi visión, y el juego se está poniendo interesante».

No lo estaba, en realidad no, ya que a ChangMin no le importaba nada quien ganara el Super Bowl. Aun así, los deportes y el licor siempre eran una distracción bienvenida, mejor que cualquier cosa que había intentado por lo menos. Ciertamente, las mujeres no servían de nada, y como guardia, se había convertido en una carga para la manada. Estaba desgarrado y roto, era una sombra de su antiguo ser. Había sido un niño bueno y había hecho todo lo que su padre le dijo. Había reclamado a Roxanne, dejo la manada de YunHo, y se vino a vivir con la manada del anciano. Tal vez el lobo anciano esperaba que ayudara a ChangMin a olvidar a MinHo. No lo había hecho. En cambio, el dolor de su separación se intensificaba con cada día que pasaba. A través de SiWon, se había dado cuenta de que MinHo vivía en San Francisco con un cisne cambia-formas de nombre Kim HeeChul. ChangMin por supuesto, había recordado al joven de la sex-shop. Después de todo, ¿Cuantos cisnes con ese nombre podría MinHo conocer? Pero incluso si estuviera celoso, sabía que MinHo todavía lo amaba. El plan de su padre había fracasado. Reclamar a Roxanne podría haber destruido su conexión con MinHo si el cordero no hubiera sido su verdadera pareja. Por así decirlo, solo hizo a tres personas infelices. Por supuesto, ChangMin había sido incapaz de obligarse a sí mismo que en realidad tenía una relación con Roxanne. La mordedura de reclamación había sido el completo alcance de su intimidad. No podría haber llegado con esfuerzo a ella si lo intentara. Secretamente, encontró consuelo en todo esto. Sabía que había traicionado al romper su vínculo de pareja con MinHo, pero al menos no había llevado a otro a su cama.

«Quiero que sepas que tengo la intención de informar al anciano, -Roxanne siguió despotricando.- No puedo vivir así por más tiempo. Quiero una familia, cachorros, no consumirme con una excusa de lobo»

ChangMin continúo ignorándola, y, finalmente, ella se fue, como siempre lo hacía. Una vez que se fue, ChangMin guardo la cerveza y apago el televisor. Estuvo de acuerdo con Roxanne en una cosa. No podía vivir así nunca más.
Pero, ¿Qué otra cosa podía hacer? La alternativa seria ir detrás de MinHo y tratar de traerlo de vuelta. Sin embargo, aunque MinHo podría estar dispuesto a perdonarlo por dos años de dolor y separación, la situación no había cambiado. Todavía eran depredador y presa. El padre de ChangMin aún se negaba a aceptar la posibilidad de un apareamiento entre un lobo y un cordero. Demonios, a lo largo de estos años, el hombre observaba todos sus pasos y frustraba todos sus planes incipientes de salida. Joder. Roxanne tenía razón. Era una lamentable excusa de lobo. ¿Cómo pudo permitir que su padre lo separara de su pareja? ¿Cómo era posible que perpetuara esta situación y se convirtiera en un adicto a la televisión sin nada por lo que vivir? Gruñendo, ChangMin tomó la botella de cerveza y la arrojó contra la pared. Se rompió y dejo una fea y húmeda mancha que puso a ChangMin incluso más enojado. Estaba tan perdido en su furia que solo sintió acercarse a su padre cuando el hombre ya estaba entrando en la habitación.

« ¿Acabaste? -su padre cruzo los brazos sobre el pecho, frunciendo el ceño- No estoy en absoluto satisfecho con tu actitud hacia tu compañera»

ChangMin tomo una respiración profunda, apenas logro evitarse de estrangular al hombre solo por llamar a la perra su compañera.

«Me temo que no puedo hacer nada al respecto. -no podía importarle menos, tampoco»

Su padre parecía irritado.

«Te di una buena pareja, y tú la estas alejando. ¿Porque, ChangMin? ¿Por qué no puedes establecerte, darle la familia que quiere?»

«Lo siento, pero el equipo no responde con ella» -Él podía ponerse duro, pero cada vez que intentaba tener relaciones sexuales, la cara de MinHo aparecía en su cabeza, la forma en que el cordero había estado la última vez que se habían visto el uno al otro, y simplemente no podía seguir adelante con ello. No quería a nadie más. Solo quería a MinHo.

« ¿Puedes ser serio por una vez? -grito su padre»

ChangMin dejo de lado todo sarcasmo y enderezo su columna vertebral.

«Mira, Padre. Eres un anciano. Sabes tan bien como yo que no puedes darme una compañera. Simplemente no funciona de esa manera. Me di cuenta de esto cuando me cargaste con Roxanne, así que no vengas lanzando acusaciones contra mí. Es tu propia culpa»

Su padre le enseño los dientes a ChangMin.

«Es el cordero. Sigues pensando en él, incluso después de todo este tiempo. Como si no fuera suficiente que eligieras un varón, tenía que ser un cordero. -El lobo anciano negó con la cabeza.- Me doy cuenta de mi error ahora. Debí haber matado al cordero dos años atrás. De esa manera, te habrías olvidado de el por ahora»

Algo dentro de ChangMin estallo. No podía soportarlo más. ¿Cómo se atrevía su padre a amenazar a su pareja? el lobo de ChangMin surgió, exigiendo venganza. Se había quedado en silencio durante dos años, pero ya no más. Prefería morir antes que permitir que le pasara cualquier cosa a MinHo. No sabía que emoción le insto a atacar. Podría haber sido su ira, la desesperación, o su necesidad de un compañero que ya no estaba ahí. De cualquier manera, se encontró cambiando en su forma de lobo, algo que rara vez hacia hoy en día. En esta segunda forma, su vínculo con MinHo se sentía aún más estrecho y aún más doloroso. Pero ahora, ChangMin se deleitaba en eso. La tristeza y el dolor le pusieron aún más furioso, y encontró fuerza en eso. Se abalanzo sobre su padre, atacando con una ferocidad que nunca había esperado utilizar en contra de su propio padre. El lobo más viejo debía haberse sorprendido, porque no respondió de inmediato a tomar represalias. ChangMin casi dio marcha atrás, ya que no encontraba placer en hacer daño a alguien que no podía defenderse. Pero el lobo no se preocupó por tales consideraciones. Su naturaleza animal se aprovechó de la debilidad y la utilizo como ventaja, y el hecho de que su oponente fuera pariente nada cambio. Sin embargo, una parte de ChangMin no se sorprendió cuando su padre cambió su enfoque. Se movió en forma de lobo y se apartó de ChangMin, protegiendo las partes más vulnerables de su cuerpo. Luego salió disparado hacia adelante y, con una velocidad que debería haber sido imposible para alguien de su edad, respondió al ataque de ChangMin con uno de los suyos. La pata del lobo más viejo araño el hocico de ChangMin antes de que pudiera esquivarlo. En normales condiciones, ChangMin podría haber sido disuadido, no tanto por el dolor, sino por la mirada en los ojos de su padre. Eran lobos y obedecían a su Alfa, estaba arraigado en su ser. Pero la ira de ChangMin ignoro todo esto en favor de defenderse. No se preocupó por nada más. No permitiría que su rival lastimara a su pareja. Gruñendo, se abalanzo de nuevo, enviando al lobo más viejo a caer al suelo. Sabía que no tenía mucho tiempo antes de que su padre se recuperara, por lo que tendría que conformarse con una muerte rápida. Podría haber pasado realmente por encima de él, pero una vez más, los ojos de MinHo aparecieron en su cabeza.
Por primera vez en mucho tiempo, ChangMin oyó la voz de su compañero en su mente.

-ChangMin, no lo hagas. Es tu padre.

Llego débilmente, mucho, pero estaba ahí, e hizo a ChangMin vacilar. El lobo mayor había separado a ChangMin de su compañero, y merecía morir por eso. Pero todavía eran familia. ¿Cómo podía ChangMin ser capaz de hacer frente a MinHo -dulce, inocente MinHo- si cometía parricidio? Todavía gruñendo, retrocedió y volvió a su forma humana. Su padre hizo lo mismo y le dio una mirada cautelosa.

-¿Qué quisiste demostrar con eso?

ChangMin se echó a reír amargamente.

-Nada. Debes agradecer a MinHo, -se burló- Te salvo la vida, viejo.

Su padre parpadeó.

-Pretendiste matarme. -hablo como si el hombre nunca realmente lo entendiera.

-Me separaste de mi compañero, mi pareja de verdad. ¿Qué es lo que esperabas?, ¿Que marchara felizmente con tu plan maestro para joder a un perra elegida por ti, y estar agradecido? Me chantajeaste para reclamar a Roxanne, e incluso querías obligar a mi lobo a vincularme con ella. Y podría haber aceptado todo eso, pero hace unos minutos, me dijiste que tenías intención de matar a MinHo. No lo voy a permitir, no importa lo que tenga que hacer.

Por supuesto, el momento cuando podría haber impedido que sucediera en la forma más segura, había pasado, pero si fuera necesario, encontraría una solución diferente. Su padre se lo quedo mirando, como si nunca hubiera visto antes a ChangMin.

-Está bien. Si esa es la manera que lo quieres. Estas reclamando al cordero como tu verdadera pareja, y estoy harto de tratar de cambiar tu opinión. Si puedes probar la verdad de tus palabras, te dejare ir.

Mientras el hombre hablaba, Roxanne entro en la habitación, seguida por otros tres lobos. Debía haber oído la conmoción. Estúpida gente. Su retraso en la ayuda habría sido inútil si ChangMin hubiera decidido terminar con su padre.
Ignorando la nueva llegada, arqueo una ceja y preguntó.

-¿Y cómo esperas que lo pruebe? No me creíste la primera vez.

-Si puedes derrotar a tu naturaleza, y mostrarme que ves al cordero como compañero, y no como comida, estoy de acuerdo en apoyarte en lo que quieras decidir más tarde.

-¿Porque tengo la sensación de que no es tan fácil?  -ChangMin estrecho sus ojos.

-Las cosas importantes no lo son nunca, -su padre hablo con curiosidad.

ChangMin quería otra oportunidad, pero nunca firmaba cheques en blanco.

-Dime lo que tengo que hacer primero. -no temía por sí mismo, sino por todo lo que su padre había planeado, porque involucraría la presencia de MinHo, también.

-Por el momento, lo único que necesitas saber es que ningún daño vendrá a ti o al cordero por mi mano, ni por nadie de la manada.

ChangMin abrió la boca para preguntar por los detalles, pero su padre le detuvo.

-No me preguntes, ChangMin. Ahora, ven y no seas difícil. Tenemos un viaje corto que hacer.


ChangMin miro a los ojos de su padre y, por fin comprendió, su situación. Atacar a su anciano seria castigado con la muerte, si se supiera. Su padre le ofrecía una salida, y ChangMin no tenía más remedio que tomarla.


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La cosa se puso interesante!! Ya verán tipo de cosas se le ocurrieron al padre viejo de ChangMin ;;

1 comentario:

  1. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa jodanse!!!!!!!! inche manada de shit!!!! T^T pobre changminho u.u

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