Dos años más tarde.
-Pero MinHo, no sé por qué estás tan decidido a permanecer
lejos de nosotros. Ya han pasado dos años. Estamos dispuestos a perdonar y
olvidar.
MinHo respiró hondo y se concentró en no golpear el teléfono
contra la pared. Su madre no sabía nada de todo lo que le había sucedido
durante esos pocos días que alteraron su vida, o más bien, opto por no saber. Tras
el rechazo de ChangMin, MinHo había regresado a su ciudad, solo para
enfrentarse a un nuevo problema, su hermano. Henry había inventado alguna
jodida historia de cómo y por qué el y los otros jóvenes carneros dejaron sus
puestos. Involucraba a MinHo ser comido por los lobos, y lo hizo bastante creíble,
o así MinHo lo dedujo. Y, naturalmente, cuando MinHo regreso, diciendo que los
lobos lo dejaron ir, todos se volvieron en su contra, incluyendo a su propia
madre. Asqueado y despreocupado, MinHo había dejado Ramston atrás. Además, no creía
que pudiera vivir en la misma ciudad que su hermano y sus compinches de todos
modos. Nadie creyó su historia sobre su casi violación tampoco, así que MinHo
ya no sentía ninguna necesidad de vivir en Ramston. Echaba de menos el bosque
de vez en cuando, pero había construido una nueva vida aquí, algo mejor de lo
que nunca había tenido en su ciudad natal. De vez en cuando, sin embargo,
llamaba a su madre, solo para comprobar a los corderos. Por desgracia, termino
lanzando acusaciones contra él y poniéndolo tan enfadado que no podía ver bien.
-Perdonar y olvidar, -repitió con incredulidad.- Bueno, yo
no he olvidado su rechazo, o la forma en que mi hermano instigo a sus pequeños
amigos a violarme.
En el otro lado de la conexión, un suspiro exasperado
sonaba.
-¿Cuantas veces tengo que decirte que fue tu imaginación?
Deben haber sido los lobos que te hicieron eso, y simplemente has sustituido
sus imágenes con Henry porque él estaba ahí.
Toda la fuerza dreno a MinHo.
-Lo que sea, Madre. No tengo tiempo o la paciencia para
discutir. Tengo que ir a trabajar. Adiós.
Sin más preámbulos, corto la conexión. La razón que había
dado a su madre era solo mitad mentira. Todavía tenía una media hora o así
antes de que tuviera que ir a trabajar. Tenía que esperar a HeeChul, ya que aun
de nuevo, su amigo había estado ausente la noche anterior. De repente, MinHo oyó
la puerta del apartamento abrirse.
-Cariño, ya estoy en casa, -grito HeeChul en su túnica forma
exuberante.
MinHo negó con la cabeza ante las travesuras de su amigo y
se fue a saludarlo. Al entrar en el vestíbulo, un cuerpo delgado se abalanzo
sobre él, casi haciéndolo caer. El cisne era más alto, pero más delgado que él,
y al mismo tiempo, más fuerte de lo que parecía, o incluso recordaba a veces.
-¡Minnie! Te extrañe.
MinHo arqueó una ceja y se apartó el mismo del abrazo.
-Pero me viste ayer antes de ir a tu cita. Así pues, ¿Cómo
te fue?
HeeChul se encogió de hombros y se fue a la cocina. MinHo siguió
tras el
.
-Exactamente como lo esperaba, -dijo- Sexo caliente. No me
llamará.
MinHo no podía evitar sentirse decepcionado. Incluso si
HeeChul no actuaba como un cambia-formas normal de cisne, MinHo sabía que en su
corazón, su amigo todavía esperaba al Elegido. HeeChul hizo un gesto con la
mano, como si dejara de lado los malos pensamientos.
-Mañana será otro día, y muchos magníficos macizos me esperan.
MinHo sonrió.
-Tú te mereces algo mejor que todos y cada uno de ellos.
Dos años atrás, HeeChul había sido su salvador proverbial
cuando MinHo no tenía ningún lugar a donde ir, ni amigos, ni dinero. En un
impulso, MinHo hizo autostop de regreso a la ciudad y con gran dificultad, encontró
el hotel en el que se había quedado con ChangMin. Le había costado un poco de
sigilo, pero había conseguido colarse en el interior de su habitación. Se había
dado cuenta entonces de que ninguno de los artículos que habían comprado permanecía
ahí, y entendió que los lobos debían haber venido y se habían librado de todas
las pruebas de que él y ChangMin alguna vez habían estado aquí. Pero tanta
suerte como tendría, el que trato con esta tarea paso por alto un pequeño
pedazo de papel, un papel que había estado en su bolsillo cuando ChangMin le
rasgo los pantalones frente a él, el número de teléfono de HeeChul. Sin saber
que más hacer, MinHo había tomado la mejor decisión que jamás había hecho en
toda su vida. HeeChul le había dado un lugar donde quedarse, le ayudo a
encontrar un trabajo, le presento a todo tipo de gente interesante, y se convirtió
en su mejor amigo. Era un hombre increíble, y tal vez MinHo podría haberse
enamorado de él, si no hubiera estado todavía enamorado por un determinado
lobo. Pareciendo completamente ajeno a los pensamientos de MinHo, HeeChul
suspiró.
-¿Sabes lo que tenemos que hacer? Tenemos que recoger a los
chicos. Llevaremos a JaeJoong por delante. ¿Qué dices?
MinHo luchó por encontrar una excusa para declinar, pero al
final, no se atrevía a mentir.
-Sabes que yo no soy mucho de ese tipo de cosas, y JaeJoong
no lo es, tampoco.
De hecho, su amigo era muy probable que tuviera un ataque al
corazón si le sugería otra salida al club. HeeChul puso los ojos en blanco.
-Muy cierto. No sé qué hacer con ustedes dos. De todos
modos, solo tendremos que invitarlo, comer mucho helado, y quejarnos. ¿Qué te
parece?
-Suena muy bien. -MinHo sonrió- Pero ahora, tenemos que ir a
trabajar. Ahora, toma una ducha. Hare café.
HeeChul dejó escapar un gemido de angustia, pero MinHo no le
hizo caso, ya familiarizado con todos los trucos de HeeChul. Por suerte, su
amigo robo una mirada al reloj de la pared y maldijo.
-Está bien, está bien, me voy. Deberíamos encontrar mejores
empleos.
O al menos eso dijo HeeChul, pero la verdad, los dos estaban
muy contentos con su empleo actual. Él había dejado la tienda de sexo para
beneficiarse de trabajar en una tienda de música, y encontró empleo en la sección
de librería para MinHo. Al final resulto que, las habilidades narrativas de
MinHo demostraron ser muy útiles. Su empleador, otro cambia-formas llamado JunSu,
acordó establecer una hora especial para que los niños vinieran y escucharan
los cuentos de MinHo. Tanto los padres como los niños estaban encantados, la
comunidad de cambia-formas lo apreciaban, y los ingresos de la tienda estaban
en alza. Sin embargo, eso no significaba que pudieran permitirse el lujo de
llegar tarde. MinHo hizo a su amigo el prometido café, luego se retiró a su habitación
y se cambió de ropa. Cuando se miró en el espejo, una imagen que no era la suya
apareció. MinHo parpadeo y trato de apartarlo.
-¡Fuera de mi cabeza! -anhelaba a su compañero traidor.-
Fuera. Sal, vete.
Era muy extraño, la verdad. ChangMin había roto su corazón
reclamando a la perra, y solo gracias a la ayuda de HeeChul, MinHo se las arregló
para sobrevivir. No podía oír la voz de ChangMin más, e incluso después de dos
años, lo sentía como un miembro amputado. A pesar de eso, su vínculo permaneció
ahí, la presencia de Roxanne habiendo sido aparentemente incapaz de romperlo.
Lo más triste era que sabía que ChangMin no tenía intención alguna de esto. De
lo contrario, podrían haber llegado a algo. MinHo incluso habría aceptado ser
un plato al lado de ChangMin, su sucio secreto, solo tener un poco del tiempo
de ChangMin. Pero ChangMin nunca se había acercado una sola vez a él, y por
mucho que MinHo quisiera verlo, no sabía cómo encontrar al lobo.
Sabía que no era del todo culpa de ChangMin. Su compañero había
sido empujado en esta elección por su padre. El viejo lobo bélicamente amenazó
a ChangMin con matar a MinHo. MinHo podría no saber mucho sobre la jerarquía de
la manada, pero le hizo darse cuenta de que el padre de ChangMin era como su líder
general, y un hombre muy poderoso.
Eso no hacía todo el completo asunto menos doloroso, sin
embargo. ¿No se suponía que el amor siempre ganaba, por ser más fuerte que
cualquier otra cosa?
MinHo se sentó en la cama y se cubrió la cara con las manos.
¿Alguna vez estaría libre del pasado? ¿Incluso lo quería? A veces, miraba al
calendario y se maravilló de qué dos años hubieran pasado ya. ¿Solo podría el
tiempo volar así, cuando el todavía recordaba las caricias de ChangMin tan vívidamente?
Solo habían pasado cuarenta y ocho horas ellos juntos, ni siquiera eso, en
verdad, y sin embargo, MinHo revivió esos momentos todos los días, anhelando el
olor de ChangMin, su tacto. Una llamada sonó en la puerta y MinHo le dijo con
aire ausente a HeeChul -porque solo podía ser el- que entrara. Su amigo se
deslizo en el interior, y su voz sonaba preocupada cuando pregunto.
-¿Estas bien, MinHo? Sucedió de nuevo, ¿No es cierto?
MinHo asintió, agradeciendo el hecho de que HeeChul supiera
cuando ser serio.
-¿Es que nunca dejara de doler, Chullie? Ya han pasado dos
años.
HeeChul se dejó caer en la cama junto a él.
-Me temo que estas preguntando a la persona equivocada.
Sabes que nunca me he enamorado. Pero puedo decir esto. Todas las cosas suceden
por una razón. Si ChangMin y tú estaban destinados a ser, va a volver a tu
lado. Si no, que se joda. Vas a encontrar tu verdadero destino.
MinHo no pudo evitar una sonrisa.
-Gracias. Te lo agradezco. -HeeChul le empujo con el hombro.
-No hay de qué. Ahora muévete. Trabajar, trabajar,
¿Recuerdas?
MinHo asintió, agradecido por la distracción que el trabajo
pudiera aportar. El y HeeChul dejaron su residencia de dos dormitorios y
salieron del edificio justo cuando un coche se detuvo y tocó la bocina. MinHo
inmediatamente lo reconoció y sonrió mientras su amigo JaeJoong bajaba la
ventana del conductor.
-Saludos, mis amigos, -dijo JaeJoong.- En un hecho poco común,
me han concedido permiso para sacar el vehículo de la familia. Decidí visitar y
tal vez facilitar su llegada a su lugar de trabajo.
Las palabras podría haberse escuchado cargadas y extrañas,
pero la velocidad con la que JaeJoong las hablo hizo que la mayoría de lo
imposible se entendiera para el oyente casual. Todas las ardillas hablaban a
este ritmo, HeeChul le había dicho a MinHo una vez, pero solo JaeJoong se
molestaba con palabras largas.
-Gracias, JaeJoong, -contesto HeeChul. Agarro la cabeza de JaeJoong a través de la
ventana y presiono un beso descuidado en la mejilla de su amigo.- Siempre supe
que me amabas.
Cuando HeeChul lo libero de sus garras, la ardilla todavía parecía
imperturbable.
-¿Y cómo van las lecciones de canto, HeeChul? -JaeJoong
preguntó amablemente.- Entiendo que tu profesor actual es un ruiseñor conocido
por su hermosa voz.
MinHo deseo que JaeJoong no hubiera mencionado eso. Por
desgracia, la ardilla también tenía una propensión por las conversaciones de
meter la pata, haciendo todo tipo de indiscreciones. El caso en cuestión,
HeeChul. Por alguna razón, la ambición durante toda la vida de HeeChul, aparte
de su eterna búsqueda del hombre ideal, era aprender a cantar. Como HeeChul
planeaba hacer eso era un misterio, ya que, al igual que todos los cisnes, el
hombre no tenía oído musical. Pero HeeChul no parecía desanimado o incluso
molesto por las palabras de JaeJoong.
-Es un idiota arrogante, justo como espero. Pero no estoy
preocupado. Encontrare al profesor adecuado todavía.
Entre las bromas de buen carácter y HeeChul recontando sus
aventuras nocturnas, navegaron a través del tráfico sin perder su buen humor.
En muy poco tiempo, llegaron a la tienda, y MinHo y HeeChul salieron.
-Gracias de nuevo, JaeJoong, -dijo HeeChul.- Eres una joya.
JaeJoong dijo algo en respuesta, pero MinHo no lo oyó. En su
cabeza otra cosa se hizo eco de la voz de una mujer gritando y un dolor y la desolación,
no la suya, sino que se hizo eco en su corazón.
«Ya estoy harta, -grito Roxanne a ChangMin.- Estoy harta de
ti y tu actitud. Esto no es lo que firme cuando acepte ser tu pareja»
ChangMin dio otro sorbo a su cerveza.
«Quítate de en medio. Estas bloqueando mi visión, y el juego
se está poniendo interesante».
No lo estaba, en realidad no, ya que a ChangMin no le
importaba nada quien ganara el Super Bowl. Aun así, los deportes y el licor
siempre eran una distracción bienvenida, mejor que cualquier cosa que había
intentado por lo menos. Ciertamente, las mujeres no servían de nada, y como
guardia, se había convertido en una carga para la manada. Estaba desgarrado y
roto, era una sombra de su antiguo ser. Había sido un niño bueno y había hecho
todo lo que su padre le dijo. Había reclamado a Roxanne, dejo la manada de
YunHo, y se vino a vivir con la manada del anciano. Tal vez el lobo anciano
esperaba que ayudara a ChangMin a olvidar a MinHo. No lo había hecho. En cambio,
el dolor de su separación se intensificaba con cada día que pasaba. A través de
SiWon, se había dado cuenta de que MinHo vivía en San Francisco con un cisne
cambia-formas de nombre Kim HeeChul. ChangMin por supuesto, había recordado al
joven de la sex-shop. Después de todo, ¿Cuantos cisnes con ese nombre podría
MinHo conocer? Pero incluso si estuviera celoso, sabía que MinHo todavía lo
amaba. El plan de su padre había fracasado. Reclamar a Roxanne podría haber
destruido su conexión con MinHo si el cordero no hubiera sido su verdadera
pareja. Por así decirlo, solo hizo a tres personas infelices. Por supuesto,
ChangMin había sido incapaz de obligarse a sí mismo que en realidad tenía una relación
con Roxanne. La mordedura de reclamación había sido el completo alcance de su
intimidad. No podría haber llegado con esfuerzo a ella si lo intentara.
Secretamente, encontró consuelo en todo esto. Sabía que había traicionado al
romper su vínculo de pareja con MinHo, pero al menos no había llevado a otro a
su cama.
«Quiero que sepas que tengo la intención de informar al
anciano, -Roxanne siguió despotricando.- No puedo vivir así por más tiempo.
Quiero una familia, cachorros, no consumirme con una excusa de lobo»
ChangMin continúo ignorándola, y, finalmente, ella se fue,
como siempre lo hacía. Una vez que se fue, ChangMin guardo la cerveza y apago
el televisor. Estuvo de acuerdo con Roxanne en una cosa. No podía vivir así
nunca más.
Pero, ¿Qué otra cosa podía hacer? La alternativa seria ir detrás
de MinHo y tratar de traerlo de vuelta. Sin embargo, aunque MinHo podría estar
dispuesto a perdonarlo por dos años de dolor y separación, la situación no había
cambiado. Todavía eran depredador y presa. El padre de ChangMin aún se negaba a
aceptar la posibilidad de un apareamiento entre un lobo y un cordero. Demonios,
a lo largo de estos años, el hombre observaba todos sus pasos y frustraba todos
sus planes incipientes de salida. Joder. Roxanne tenía razón. Era una
lamentable excusa de lobo. ¿Cómo pudo permitir que su padre lo separara de su
pareja? ¿Cómo era posible que perpetuara esta situación y se convirtiera en un
adicto a la televisión sin nada por lo que vivir? Gruñendo, ChangMin tomó la
botella de cerveza y la arrojó contra la pared. Se rompió y dejo una fea y húmeda
mancha que puso a ChangMin incluso más enojado. Estaba tan perdido en su furia
que solo sintió acercarse a su padre cuando el hombre ya estaba entrando en la habitación.
« ¿Acabaste? -su padre cruzo los brazos sobre el pecho,
frunciendo el ceño- No estoy en absoluto satisfecho con tu actitud hacia tu
compañera»
ChangMin tomo una respiración profunda, apenas logro
evitarse de estrangular al hombre solo por llamar a la perra su compañera.
«Me temo que no puedo hacer nada al respecto. -no podía
importarle menos, tampoco»
Su padre parecía irritado.
«Te di una buena pareja, y tú la estas alejando. ¿Porque,
ChangMin? ¿Por qué no puedes establecerte, darle la familia que quiere?»
«Lo siento, pero el equipo no responde con ella» -Él podía
ponerse duro, pero cada vez que intentaba tener relaciones sexuales, la cara de
MinHo aparecía en su cabeza, la forma en que el cordero había estado la última
vez que se habían visto el uno al otro, y simplemente no podía seguir adelante
con ello. No quería a nadie más. Solo quería a MinHo.
« ¿Puedes ser serio por una vez? -grito su padre»
ChangMin dejo de lado todo sarcasmo y enderezo su columna
vertebral.
«Mira, Padre. Eres un anciano. Sabes tan bien como yo que no
puedes darme una compañera. Simplemente no funciona de esa manera. Me di cuenta
de esto cuando me cargaste con Roxanne, así que no vengas lanzando acusaciones
contra mí. Es tu propia culpa»
Su padre le enseño los dientes a ChangMin.
«Es el cordero. Sigues pensando en él, incluso después de
todo este tiempo. Como si no fuera suficiente que eligieras un varón, tenía que
ser un cordero. -El lobo anciano negó con la cabeza.- Me doy cuenta de mi error
ahora. Debí haber matado al cordero dos años atrás. De esa manera, te habrías
olvidado de el por ahora»
Algo dentro de ChangMin estallo. No podía soportarlo más. ¿Cómo
se atrevía su padre a amenazar a su pareja? el lobo de ChangMin surgió,
exigiendo venganza. Se había quedado en silencio durante dos años, pero ya no más.
Prefería morir antes que permitir que le pasara cualquier cosa a MinHo. No sabía
que emoción le insto a atacar. Podría haber sido su ira, la desesperación, o su
necesidad de un compañero que ya no estaba ahí. De cualquier manera, se encontró
cambiando en su forma de lobo, algo que rara vez hacia hoy en día. En esta
segunda forma, su vínculo con MinHo se sentía aún más estrecho y aún más
doloroso. Pero ahora, ChangMin se deleitaba en eso. La tristeza y el dolor le pusieron
aún más furioso, y encontró fuerza en eso. Se abalanzo sobre su padre, atacando
con una ferocidad que nunca había esperado utilizar en contra de su propio
padre. El lobo más viejo debía haberse sorprendido, porque no respondió de
inmediato a tomar represalias. ChangMin casi dio marcha atrás, ya que no
encontraba placer en hacer daño a alguien que no podía defenderse. Pero el lobo
no se preocupó por tales consideraciones. Su naturaleza animal se aprovechó de
la debilidad y la utilizo como ventaja, y el hecho de que su oponente fuera
pariente nada cambio. Sin embargo, una parte de ChangMin no se sorprendió
cuando su padre cambió su enfoque. Se movió en forma de lobo y se apartó de
ChangMin, protegiendo las partes más vulnerables de su cuerpo. Luego salió
disparado hacia adelante y, con una velocidad que debería haber sido imposible
para alguien de su edad, respondió al ataque de ChangMin con uno de los suyos.
La pata del lobo más viejo araño el hocico de ChangMin antes de que pudiera
esquivarlo. En normales condiciones, ChangMin podría haber sido disuadido, no
tanto por el dolor, sino por la mirada en los ojos de su padre. Eran lobos y obedecían
a su Alfa, estaba arraigado en su ser. Pero la ira de ChangMin ignoro todo esto
en favor de defenderse. No se preocupó por nada más. No permitiría que su rival
lastimara a su pareja. Gruñendo, se abalanzo de nuevo, enviando al lobo más
viejo a caer al suelo. Sabía que no tenía mucho tiempo antes de que su padre se
recuperara, por lo que tendría que conformarse con una muerte rápida. Podría
haber pasado realmente por encima de él, pero una vez más, los ojos de MinHo
aparecieron en su cabeza.
Por primera vez en mucho tiempo, ChangMin oyó la voz de su
compañero en su mente.
-ChangMin, no lo hagas. Es tu padre.
Llego débilmente, mucho, pero estaba ahí, e hizo a ChangMin
vacilar. El lobo mayor había separado a ChangMin de su compañero, y merecía
morir por eso. Pero todavía eran familia. ¿Cómo podía ChangMin ser capaz de
hacer frente a MinHo -dulce, inocente MinHo- si cometía parricidio? Todavía
gruñendo, retrocedió y volvió a su forma humana. Su padre hizo lo mismo y le
dio una mirada cautelosa.
-¿Qué quisiste demostrar con eso?
ChangMin se echó a reír amargamente.
-Nada. Debes agradecer a MinHo, -se burló- Te salvo la vida,
viejo.
Su padre parpadeó.
-Pretendiste matarme. -hablo como si el hombre nunca realmente
lo entendiera.
-Me separaste de mi compañero, mi pareja de verdad. ¿Qué es
lo que esperabas?, ¿Que marchara felizmente con tu plan maestro para joder a un
perra elegida por ti, y estar agradecido? Me chantajeaste para reclamar a
Roxanne, e incluso querías obligar a mi lobo a vincularme con ella. Y podría
haber aceptado todo eso, pero hace unos minutos, me dijiste que tenías intención
de matar a MinHo. No lo voy a permitir, no importa lo que tenga que hacer.
Por supuesto, el momento cuando podría haber impedido que
sucediera en la forma más segura, había pasado, pero si fuera necesario, encontraría
una solución diferente. Su padre se lo quedo mirando, como si nunca hubiera
visto antes a ChangMin.
-Está bien. Si esa es la manera que lo quieres. Estas reclamando
al cordero como tu verdadera pareja, y estoy harto de tratar de cambiar tu opinión.
Si puedes probar la verdad de tus palabras, te dejare ir.
Mientras el hombre hablaba, Roxanne entro en la habitación,
seguida por otros tres lobos. Debía haber oído la conmoción. Estúpida gente. Su
retraso en la ayuda habría sido inútil si ChangMin hubiera decidido terminar
con su padre.
Ignorando la nueva llegada, arqueo una ceja y preguntó.
-¿Y cómo esperas que lo pruebe? No me creíste la primera
vez.
-Si puedes derrotar a tu naturaleza, y mostrarme que ves al
cordero como compañero, y no como comida, estoy de acuerdo en apoyarte en lo
que quieras decidir más tarde.
-¿Porque tengo la sensación de que no es tan fácil? -ChangMin estrecho sus ojos.
-Las cosas importantes no lo son nunca, -su padre hablo con
curiosidad.
ChangMin quería otra oportunidad, pero nunca firmaba cheques
en blanco.
-Dime lo que tengo que hacer primero. -no temía por sí
mismo, sino por todo lo que su padre había planeado, porque involucraría la
presencia de MinHo, también.
-Por el momento, lo único que necesitas saber es que ningún
daño vendrá a ti o al cordero por mi mano, ni por nadie de la manada.
ChangMin abrió la boca para preguntar por los detalles, pero
su padre le detuvo.
-No me preguntes, ChangMin. Ahora, ven y no seas difícil.
Tenemos un viaje corto que hacer.
ChangMin miro a los ojos de su padre y, por fin comprendió,
su situación. Atacar a su anciano seria castigado con la muerte, si se supiera.
Su padre le ofrecía una salida, y ChangMin no tenía más remedio que tomarla.
--------------
La cosa se puso interesante!! Ya verán tipo de cosas se le ocurrieron al padre viejo de ChangMin ;;
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa jodanse!!!!!!!! inche manada de shit!!!! T^T pobre changminho u.u
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