domingo, enero 26, 2014

El Cordero que gritó Lobo (CMH) - Capítulo 6

El día de MinHo no iba bien. Fue el primer pensamiento que tuvo cuando una nueva pila de libros se derrumbó encima de él. Concedido, había sido toda culpa suya. Sus manos temblaban y su corazón latía tan rápido que amenazaba con estallar fuera de su pecho. Algo estaba pasando con ChangMin, y eso lo volvía loco por ver y sentir solo pequeñas partes y piezas.

-MinHo, ¿Estas bien? -Su jefe y amigo, JunSu pregunto- Has estado actuando de manera extraña durante todo el día.

MinHo solo suspiro, ya que JunSu sabía la respuesta a la pregunta antes de que incluso hubiera preguntado. JunSu se arrodillo junto a él y ayudo a MinHo a recoger los libros caídos
.
-Tal vez deberías tomarte algún tiempo libre, -El otro hombre sugirió.- Has puesto mucho esfuerzo en la librería en los últimos tiempos. Te mereces un descanso.

MinHo se sentó en el frio suelo de la sala de almacenamiento y enterró su cara entre las manos. Si se iba a su casa, solo tendría más tiempo para pensar en ChangMin. Si se quedaba aquí estaría en medio del camino e incluso podría dañar los productos.


-Prefiero quedarme, si te parece bien -dijo a JunSu.

JunSu asintió con la cabeza, con una expresión que sugería que se dio cuenta de la magnitud de la necesidad de MinHo de distracción.

-Por supuesto. Te diré algo. Ve a ayudar a HeeChul, en la parte delantera. Voy a terminar el inventario aquí.

-Gracias, JunSu. -MinHo sonrió y se levantó- Eso sería genial.

Si los clientes se presentaban, siendo agradable tal vez sería bueno alejar su mente de ChangMin. Aunque MinHo lo dudaba. Demasiado había pasado. Todavía estaba sacudido por los acontecimientos del día. Justo antes, había sentido al hombre tratando de matar a su padre. Se las había arreglado para llegar a ChangMin y hacerse oír, pero la chispa se había ido. Aun así, sabía que el comportamiento de ChangMin no podría haber quedado impune. Temía por la vida de su compañero, y se sentía más impotente que nunca. HeeChul lo asalto tan pronto como salió de la sala de almacenamiento.

-¿Cómo te sientes? -pregunto- ¿Todavía loco?

-Viene y va, -respondió MinHo, nada cómodo con HeeChul contando la verdadera magnitud del problema en público.- Es más fuerte hoy.

HeeChul lo abrazo.

-¿Has intentado cambiar?

MinHo se quejó.

-Simplemente lo pone peor. Supongo que tendré que esperar. -Era lo que siempre hacia, aunque hoy, no funcionaria. MinHo ni siquiera quería hacerlo. Solo quería a ChangMin.

HeeChul lo liberó del abrazo y asintió con la cabeza, el lamento pintado en su rostro.

-Me temo que sí. Me gustaría poder ayudarte, pero...

HeeChul súbitamente dejo de hablar, y al mismo tiempo, MinHo sintió que algo no estaba bien.

La campana anunciando nuevos clientes sonó, y sus sentidos fueron asaltados por el olor a depredador. HeeChul maldijo y empujo a MinHo detrás de él.

-Chico, es mejor que vengas aquí.

Cuando su amigo y jefe apareció desde atrás, los lobos se acercaron al mostrador, sus miradas se fijaron en MinHo. MinHo no los conocía, pero no hacía falta ser un genio para darse cuenta de que esto tenía algo que ver con la ansiedad de ChangMin.

-Hola, corderito, -dijo uno de ellos.

-No me llames así, -respondió MinHo de vuelta. Solo ChangMin tenía el derecho a llamarle por el nombre de su dulce mascota.

El segundo hombre se echó a reír.

-No obtienes lana de un nudo. Solo estamos aquí en relación con un conocido en común nuestro. El anciano le ha dado a ChangMin otra oportunidad. Todo lo que tienes que hacer es venir con nosotros.

Los ojos de MinHo se abrieron como platos. ¿Podría ser cierto? ¿Podrían estar aún juntos, incluso después de todo este tiempo? En su corazón, MinHo nunca había dejado de esperar. Pero confiar en los lobos seria simplemente estúpido.

-De ninguna manera, -respondió HeeChul en su lugar.- Él no va a ninguna parte con ustedes.

-¿Y cómo vas a detenerlo, o a nosotros, cisne? -El primer hombre pregunto.

-El, tenemos nuestros métodos, -JunSu salto de repente.

El segundo lobo se echó a reír.

-De acuerdo. Un cisne y un colibrí. Así que tienes algunos guardaespaldas, cordero.

Tan rápido como el rayo, HeeChul y JunSu sacaron dos escopetas de debajo del mostrador. Estaban cargadas y listas, MinHo sabía, balas de plata pura, y muy similar a las utilizadas por los guardias de Ramston. Hasta ahora, MinHo nunca las había visto utilizar, pero a juzgar por la forma en que sus dos amigos sostenían las armas, deben haber tenido otras experiencias desagradables con carnívoros.

-Retrocedan, jodidos perros, -dijo JunSu con el ceño fruncido- o de lo contrario tendremos que comprobar si son tan inteligentes, con una ronda de plata en vuestro interior.

La diversión desapareció de la conducta de los lobos y se tensaron.

-Estás jugando con fuego, colibrí, -dijo uno de ellos.

Pero a pesar de la advertencia, ninguno de los dos trató de acercarse todavía más. En cambio, el segundo lobo aun dijo.

-Mira, no vamos a empujar tu mano, cordero. Si no quieres venir, no hay problema. Pero recuerda, no vas a tener esta oportunidad otra vez.

MinHo se mordió el labio, más que nunca anhelando su conexión con ChangMin, necesitando un consejo. No podía confiar en estos hombres, no. Sin embargo, tenía miedo de lo que las palabras de los lobos significaran, lo que implicaban. ¿Había tenido razón en temer que el comportamiento de ChangMin seria sancionado, incluso con la muerte? Si era así, MinHo no creía poder vivir sin ChangMin. Esta podría ser su última oportunidad de ver a su lobo.

-Está bien -respondió- Voy a ir contigo.

-¿Qué? -HeeChul se volvió hacia él, boquiabierto de incredulidad.- No puedes estar hablando en serio. Una vez que estés fuera de la puerta, te van a matar.

-Voy a estar bien, -respondió MinHo con mayor certeza en su voz de la que realmente sentía.

-El infierno que lo haría -grito HeeChul.- Si estas insistiendo en esta locura, me voy contigo, y también mi escopeta de confianza.

Por mucho que MinHo agradeciera el apoyo de su amigo, no sabía cómo todo esto iba a resultar. Si, efectivamente moría, no quería arrastrar a HeeChul con él. Su amigo había hecho demasiado por él y todavía tenía que vivir, para amar, para encontrar su lugar y su propósito en la vida.

-No Chullie - negó con la cabeza.- Esto es algo que tengo que hacer. -Los abrazo a ambos a HeeChul y JunSu.- Gracias por todo, a los dos, -susurro.

-No digas adiós, -murmuró HeeChul de vuelta.- Ni se te ocurra decir adiós.

Así que MinHo no lo hizo. En su lugar, los abrazó más fuerte, entonces se separó.

-Hasta luego -dijo.

Los lobos no hicieron ningún comentario y esperaron pacientemente. Por fin, salieron de la tienda, con lo cual MinHo rechazo su sensación instintiva y pregunto.

-¿Puedo pasar por mi apartamento para coger algunas cosas?

Uno de los lobos negó con la cabeza.

-No las necesitaras.

Eso no sonaba muy alentador, pero ya era demasiado tarde para volverse atrás. Suprimiendo un estremecimiento, MinHo permitió a los lobos que lo llevaran a una negra camioneta. Todo su ser gritaba « ¡No, no lo hagas! Nunca entres en la camioneta. » Pero supuso que aquellas personas que decían que las ovejas eran estúpidas debían tener al menos la mitad de razón, porque no dio marcha atrás. Por otra parte, podría haber sido solo su necesidad de ver a ChangMin. Su conexión -sin embargo tensa y oscura- lo había mantenido en marcha, tanto como odiaba admitirlo. Si perdía eso, bien podría dejar de respirar por completo. Las puertas de la furgoneta se abrieron, revelando un par de lobos en el interior. Probablemente si HeeChul y JunSu hubieran insistido en mantenerlo en el interior de la tienda, los otros depredadores habrían estallado dentro. De hecho, MinHo habría apostado dinero que incluso si hubiera decidido no venir con los lobos, después de todo, habría sido forzado. Al final, no importaba. De cualquier forma, el resultado sería el mismo. Sin protestar, MinHo entro en la furgoneta y se sentó junto a los lobos. Se obligó a calmarse, aunque su instinto le grito que saliera de ahí. Afortunadamente, los depredadores lo ignoraron, aunque MinHo todavía podía sentir su hostilidad hacia él. El vehículo arrancó, pero con la furgoneta sin tener ventanas en la parte posterior, MinHo no podía ver hacia donde se dirigían. Cerró los ojos y se concentró para no tener un ataque de pánico. Como norma, a las ovejas se les enseñaba desde muy temprana edad a evitar ese tipo de cosas, pero en tales circunstancias, podría resultar problemático. No sabía cuánto tiempo el viaje duro, demasiado concentrado en no volverse loco de pánico. Solo se dio cuenta de que habían terminado cuando sintió el coche más lento y detenerse. De alguna manera, se las arregló para reunir el coraje para preguntar.

-¿Ya llegamos?

Uno de los lobos que habían venido detrás de el en el interior de la tienda de libros asintió.

-Buena suerte. La vas a necesitar.

MinHo parpadeo sorprendido, sin saber cómo debía interpretar las palabras del lobo. No tuvo mucho tiempo para pensar en eso, sin embargo. La puerta de la furgoneta se abrió, revelando aún más depredadores. Genial, solo genial. Tomando una respiración profunda, MinHo siguió sus instrucciones y dejo el coche. Se encontró en medio de una arboleda. Que extraño. Debía haber estado tan absorto en sus cavilaciones que no se dio cuenta del cambio del asfalto de la carretera al polvo. Con una mezcla de temor y curiosidad, miro alrededor, tratando de averiguar su ubicación actual. Su corazón comenzó a latir más rápido cuando sintió una presencia familiar cercana. Los lobos no le habían mentido acerca de una cosa. ChangMin estaba aquí. Incapaz de contener su entusiasmo, MinHo se liberó de los lobos y corrió en la dirección general en la que sus sentidos le decían que podía encontrar a su pareja. Se congelo en seco cuando la alta figura del padre de ChangMin apareció delante de él.

-Alto ahí, cordero, si quieres vivir, -dijo el hombre mayor, entrecerrando los ojos en MinHo.- Es demasiado tarde para cambiar de opinión o huir.

-Yo no quiero huir, -respondió MinHo.- Solo quiero ver a ChangMin.

Tal vez confesar su necesidad por la presencia de su compañero no le ganara ningún punto, pero dudaba que fuera capaz de ocultarlo de todos modos. Curiosamente, el lobo no parecía enfadado. En cambio, casi se quedó pensativo.

-Así que sentiste que él está aquí. Muy bien. ¿Mis hombres te dijeron que decidí darte otra oportunidad?

MinHo asintió, aunque no se fiaba del lobo. El anciano había sido el que lo separo a él y a ChangMin en primer lugar. ¿Por qué cambiaría de opinión?

-Veo en tus ojos que dudas de mí, MinHo. Ese es tu nombre ¿No?, ¿MinHo?

MinHo solo se le quedo mirando y, a través de un milagro, logro responder.

-Sí, lo es. Y si, no puedo creer lo que está pasando.

-Totalmente justificable. -El lobo agarro el brazo de MinHo como si fueran viejos amigos con la intención de ir a dar un paseo.- Sabes quién soy, ¿Supongo?

MinHo reprimió el impulso de poner los ojos en blanco. Sin embargo estimo que estos lobos consideraran a las ovejas serlo, la conexión con ChangMin y el tiempo que había pasado al lado del hombre hace dos años le había dado a MinHo una idea bastante buena sobre el padre del hombre.

-Sí, señor -respondió el, la palabra respetuosa sabiendo amarga en su lengua.

-Muy bien. -hizo una pausa, como para aumentar la expectación de MinHo o poner de relieve lo que quería decir.- Ves, MinHo, soy ambos, un padre preocupado y un Alfa con un deber. Me veo obligado a hacer ciertas cosas que pueden parecer crueles a los extraños. Por encima de todo, creo en que la naturaleza sigue su curso.

El hombre se detuvo de hablar de nuevo, y MinHo tomo su señal para decir.

-No lo entiendo. ¿A dónde quiere llegar con esto?

-Mis hombres te han dicho que tengo la intención de darte a ti y a ChangMin otra oportunidad, ¿Verdad? -cuando MinHo asintió, el lobo anciano continuo- Antes de ir con todo, quiero hacerte una pregunta. ¿Sabes lo que ocurrió hoy más temprano?

MinHo vacilo, sin saber lo que el lobo se esperaba o quería que dijera. Al final, algo en los ojos del otro hombre le dijo que fuera con la verdad.

-¿Sobre lo que ChangMin hizo? Sí.

El anciano lo aparto de todos los otros lobos, entonces en un susurro, le pregunto.

-Dime exactamente lo que sentiste.

La actitud del lobo le confundió e intimido a MinHo y tartamudeo a través de una respuesta.

-Yo... Uh, En cierto modo, lo sentí cuando él lo ataco, y una especie de... Bueno, trato de.

El otro hombre asintió con la cabeza, gracias a Dios no le obligo a ser más coherente.

-Ya veo. ¿Y tú hiciste qué?

MinHo trago saliva. ¿Debería decirle al lobo que había hablado con ChangMin y le rogo a su compañero que parara? Parecía una ventaja dada las circunstancias, pero el hombre podría interpretarlo de mala manera y hacer una acusación adicional hacia su hijo. Por otra parte, los otros no parecían saber acerca de las acciones de ChangMin. El anciano le había apartado para discutirlo. Tal vez el lobo realmente era un padre preocupado, también. Reuniendo su valor, MinHo fue con la verdad de nuevo.

-Yo... conseguí hablar con él, y le dije... que se detuviera.

Una vez más, el lobo se quedó pensativo.

-Agradezco tu honestidad, -dijo finalmente.- Es muy importante. -Su mirada penetrante fija en MinHo.- Antes que nada, quiero que sepas que aprobaste la primera prueba. No sé si eres consciente de esto, pero hay una diferencia entre una pareja reclamada y una verdadera pareja. ChangMin cree que tú eres su verdadera pareja, su otra mitad, vista la situación. Como tengo entendido, a pesar de su vínculo con Roxanne, no pueden hablar entre si telepáticamente. Esto apoya su afirmación de que tú eres el único para él. No había confiado en realidad en sus palabras hasta hoy.

La esperanza corría por MinHo.

-¿Nos permitirá estar juntos, entonces?

-No te apresures, cordero. -genial, MinHo estaba de vuelta para ser un cordero.- Lo que tú y él están tratando de hacer desafía todo lo que sabemos. Como por ejemplo, quiero completar una prueba. Si la pasas, serás libre.

MinHo no creía que le gustara este nuevo plan, y su sospecha fue confirmada segundos más tarde, cuando el lobo tiro del hacia el borde de la arboleda. Mientras caminaban, sintió la presencia de ChangMin crecer más y más poderosa, pero no pudo ver a su pareja en ningún lugar. Por último, se detuvieron y el anciano señalo algo que MinHo originalmente no se había dado cuenta -un agujero en el suelo cubierto de barras. Parecía profundo, y aunque era un cambia-formas, MinHo no pudo ver el fondo, pero aun también, sabía que ChangMin debía estar ahí. Se arrodillo sobre la hierba, desesperadamente tratando de atravesar los barrotes.

-¡ChangMin! -grito- ¡ChangMin!

La voz de ChangMin le respondió como desde la distancia.

-¿MinHo? Oh, Dios, no deberías haber venido. No debes estar aquí.

El anciano acercó a MinHo y lo obligó a mirarlo a los ojos.

-Permanecerán ahí juntos durante un mes. De vez en cuando se te dará alimento, pero no a ChangMin. Si sobrevive a esto, sin tratar de comerte, significa que realmente son compañeros de verdad.

MinHo se quedó boquiabierto.

-No puedes estar hablando en serio. Moriré
.
El otro hombre sacudió la cabeza.

-Los lobos pueden vivir sin comer durante mucho tiempo, y estarán bajo estrecha supervisión. Pero no creo que vaya a llegar a eso.

Claramente, no importaba lo que el lobo había dicho antes, todavía estaba convencido de que MinHo y ChangMin no podían ser verdaderos compañeros, y que, si presionaba, ChangMin se comería a MinHo. El anciano hizo un gesto con la mano en la dirección general de la arboleda, y algunos lobos se dirigieron a su posición. Quitaron la tapa de barrotes, usando gruesos guantes. Las barras debían estar hechas de plata. Antes de que MinHo pudiera decir nada más, el anciano le empujo al abismo. MinHo cayó a través de la oscuridad, oyéndose gritar, sin saber si iba a sobrevivir hasta que aterrizara. Cambia-formas o no, todavía podía romperse el cuello. Cerró los ojos, incapaz de ver su muerte venir.
Y entonces, de repente, unos brazos fuertes se envolvieron a su alrededor, atrapándolo. Sus fosas nasales fueron invadidas por un olor picante y familiar. MinHo abrió repentinamente los ojos, y por primera vez en dos años, se encontró con la mirada de su amado compañero. MinHo se veía justamente tan hermoso como lo recordaba ChangMin. Había cambiado muy poco, salvo un peinado a la moda probablemente resultado de la intervención del cisne HeeChul en la vida de MinHo. Estaba a la vez feliz y consternado de ver a su pareja. De hecho, se sintió emocionado por sostener a MinHo, una vez más, pero el peligro en que había puesto al cordero ensombreció ese regocijo. Como si olvidara todo sobre el horrible lugar en el que estaban, MinHo enterró su rostro en el cuello de ChangMin y respiro hondo.

-Pensé que nunca te vería de nuevo, -murmuro. Se separó y fulminó con la mirada a ChangMin- ¿Cómo pudiste dejarme así? ¿Cómo pudiste reclamarla?

MinHo sonaba furioso, y sus ojos brillaban con ira genuina y celos. La boca de ChangMin se le seco con el deseo de besar apasionadamente a su compañero. Y por una vez, no veía ninguna razón para negarse a sí mismo. Incluso si había docenas de lobos por encima de ellos, no importaba. La decisión había sido tomada, y el padre de ChangMin no lo haría cambiar de opinión no importa lo que ChangMin hiciera. Con esto en mente, ChangMin presionó los labios contra los de MinHo. El sabor de su compañero golpeando sus papilas gustativas, y ChangMin gimió en éxtasis. Se sentía como si hubiera sido un hombre vagando por el desierto durante dos años, y finalmente hubiera encontrado su oasis. No sabía cómo había logrado aún sobrevivir sin la ambrosia de los besos y caricias de MinHo. Le parecía imposible ahora. MinHo entrelazo sus manos en su pelo, gimiendo suavemente, separando sus labios para permitir la entrada a ChangMin. Sus lenguas se enredaron cuando se volvieron a familiarizar ellos mismos el uno con el otro, y ChangMin bajo a MinHo al suelo y cubrió el cuerpo de su compañero con el suyo. Saqueo los rincones de la boca de MinHo, frotándose contra su cordero mientras lo hacía. Su polla respondió a la proximidad de MinHo, de una manera que nunca tuvo a nadie más, especialmente no durante los últimos años. Gimió, ya dolorido por rasgar la ropa de MinHo fuera y joder a su pareja. Se separaron para respirar, y ChangMin se encontró con la mirada de MinHo de nuevo. El deslumbramiento de su compañero fue reemplazado por una expresión de asombro.

-No trates de calmarme con eso -murmuro MinHo, pero no sonaba molesto en absoluto.

-Lo siento. -ChangMin sonrió suavemente.- Bueno, eso es una mentira. No lo siento.- MinHo le devolvió la sonrisa.

Yo tampoco. -su expresión se puso seria.- No quiero que estés con ella nunca más.

Un puño apretó alrededor del corazón de ChangMin por el dolor en la mirada de MinHo.

-Pase lo que pase a partir de ahora, no nos separaremos de nuevo, -prometió. Esta vez, cumpliría su palabra, no importara lo que pasara.

MinHo asintió, aparentemente creyendo sus palabras.

-¿Crees que tu padre realmente nos dejara ir?

ChangMin libero a MinHo del abrazo y se dio la vuelta. Se sentaron juntos en el frio suelo, con MinHo apoyado sobre él.

-Es un hombre de palabra, -respondió ChangMin,- pero no estoy seguro de como reaccionaria después. Todo esto es una locura.

MinHo se mordió el labio, pareciendo ansioso.

-¿Te ha dicho sobre el plan?

ChangMin suspiro.

-¿El que trata de hacerme morir de hambre? Sí. No es demasiado inverosímil. Los lobos pueden pasar mucho tiempo sin comer. Pero va más allá de mi capacidad de comprensión como puede pensar que alguna vez te comería.

-No cree que seamos pareja, -dijo MinHo.- Supongo que es una buena cosa para nosotros, sin embargo. Podría ser que tuviéramos una oportunidad en esto.

MinHo parecía estar llevándolo con optimismo, pero ChangMin podría sentir el miedo de MinHo, no para el mismo, sino por ChangMin.

-Hey, corderito, no te preocupes. Puedo manejarlo. Los lobos son criaturas resistentes. Voy a estar bien. -Sonrió.

-Ahora, solo vamos a no pensar en eso durante un tiempo, ¿De acuerdo? Ya se nos ocurrirá algo, estoy seguro.

Fijo su mirada en MinHo.

-Sé que no es la situación más romántica, -dijo- pero Dios, te he extrañado. No tienes ni idea de cuánto.

MinHo sonrió suavemente, sus ojos negros tan profundos que incluso en la oscuridad de la fosa, iluminaron el alma de ChangMin.

-Creo que tengo una muy buena idea.

El mensaje oculto en esas simples palabras y la emoción de MinHo, les dijo que dejaran de lado todas las sombras en el corazón de ChangMin. No le importaba donde se encontraban ya más. Solo tenía que tocar a MinHo, lo necesitaba con tanta necesidad, que dolía. Sin esperar un segundo más, ChangMin tomo los labios de MinHo una vez más. Se le había acabado la paciencia. Anhelaba estar dentro de MinHo, tener el cuerpo de su pareja envuelto alrededor de su polla. Tenía que tener a MinHo, ahora. Desesperadamente, busco con la ropa de su pareja. La parte racional de su mente le impidió romperla, ya que sabía que no tendrían un cambio de vestuario durante bastante tiempo. Se desnudaron lo más rápido que pudieron y pusieron su ropa en una pila, formando una improvisada cama. Cuando terminaron, se acostaron juntos, con MinHo debajo de ChangMin. Las manos de ChangMin viajaron sobre la extensión de la piel desnuda de MinHo, explorando todo lo que se había perdido a lo largo de los últimos dos años. Los pezones de MinHo se animaron cuando ChangMin pasó los dedos por encima de ellos. Su compañero se quedó sin aliento, un sonido hermoso, necesitado que hizo que la polla de ChangMin palpitara. Salpico el rostro de MinHo con besos, y luego avanzo abajo por el cuello de MinHo, mordisqueando la dulce piel. No mordió, no todavía. La mordedura anularía su relación ya tensa con Roxanne, y no la quería ahí, entre ellos, mientras que hacia el amor a MinHo. Pero quería dar placer a su pareja un poco más en primer lugar, y tenía que pedir permiso antes de que fuera junto con él. MinHo parecía haber comprendido la situación, pero eso no significaba que inmediatamente estuviera de acuerdo con la unión. MinHo, sin embargo, debía haber imaginado o intuido su duda.

-Quiero que me reclames otra vez, -dijo, jadeando- Te quiero de vuelta.

ChangMin lamió el pecho de MinHo, deteniéndose cuando llego a los pezones de su pareja. Sorbió los brotes de carne, encantado con la manera en que MinHo se arqueaba contra él. Acaricio los costados de su pareja, la suave seda que había echado mucho de menos. MinHo abrió las piernas, dando a ChangMin acceso a sus genitales.
ChangMin tomo a MinHo en su oferta en silencio y alcanzo entre sus cuerpos. En primer lugar, envolvió su mano alrededor de la polla de MinHo, moviéndola hacia arriba y abajo del grueso eje.
La polla de MinHo tembló en su puño. El cordero gimió, su voz una áspera suplica.

-Oh, Dios. ChangMin. Tócame. Te necesito.

ChangMin brevemente abandono los pezones de MinHo y continúo presionando besos en el pecho y el abdomen de MinHo. Mientras viajaba más abajo, se detuvo de empuñar la polla de MinHo, eligiendo provocar la entrada de su compañero en su lugar. Froto el precioso agujero escondido entre las mejillas de MinHo, ya anhelando estar en su interior.
En lugar de simplemente empujar dentro de MinHo, sin embargo, ChangMin bajo la boca sobre la polla de su compañero. Puso todo lo que tenía en la succión, sin bromear, solo yendo por el premio que era el placer de MinHo. MinHo lanzo un grito de euforia, con las manos enredadas en el pelo de ChangMin, obligando a su boca ir más abajo. ChangMin se rio, la necesidad de MinHo para el despertando sus instintos más oscuros. Quería nalguear el culo de MinHo y recordarle quien era el jefe. Pero eso tendría que esperar para en otra ocasión. ChangMin solo iba con el momento, moviendo su boca arriba y abajo en la polla de su compañero, a veces girando su lengua alrededor del glande. Al mismo tiempo, empezó a masajear los testículos de MinHo y continuo provocando el culo de su amante con un dedo seco. MinHo saltaba contra él, como si se desgarrara entre las sensaciones. ChangMin no prolongo su tortura durante mucho más tiempo. Se necesitaba el mismo para llegar al evento principal. Sacando la boca de la polla de MinHo, ChangMin volvió a su posición anterior sobre el cuello de MinHo.

-¿MinHo? -preguntó.

Incluso en la oscuridad, ChangMin vio a su compañero asentir.

-Hazlo. Te dije que lo quiero.

Tal vez la decisión de MinHo podría estar influenciada por la sexual química entre ellos, pero el lobo de ChangMin le dijo que hacer. ChangMin empujo su cuerpo cerca, muy cerca. Sus colmillos cayeron, y sin esperar un segundo más, los hundió en la suave carne del cuello de MinHo. El éxtasis le recorrió en el momento en que la sangre de su compañero golpeo sus papilas gustativas. Disparos de electricidad corrían por él y descubrió su punto máximo, su semen salpicando contra MinHo. Al mismo tiempo, sintió a MinHo correrse también, la semilla de su pareja mezclándose entre sus cuerpos.
La intensidad de su orgasmo conjunto alejo los lazos que mantenían a ChangMin atado a Roxanne. La conexión artificial estallo en un millón de piezas y de inmediato, ChangMin se sintió liberado. Una sensación de completa felicidad lo lleno cuando su vínculo con su compañero estaba de vuelta en su lugar. Por unos momentos, ChangMin solo se permitió deleitarse con la renovada conexión y tras el orgasmo. Estuvo a punto de no poder creer que tenía a su compañero de vuelta. El vínculo que había anhelado a través de dos años de torturada soledad volvió.
De repente, la voz de MinHo surgió en su mente.

-¿ChangMin?

Parecía vacilante, casi temerosa, y ChangMin no podía dejar de besar a MinHo una vez más.

-Estoy aquí, corderito, -susurro a través de su vínculo.- Nunca me voy a ir de nuevo.

En su beso, ChangMin saboreo tanto la excitación como la liberación. Su bestia aullaba dentro de él, una vez más exigente que consumara su unión y marcara a su compañero como suyo. Incluso si se había corrido hacia unos pocos segundos, su polla todavía estaba dura como una roca. ChangMin reunió el suyo con el semen de MinHo y lo utilizo para lubricar su polla. Con el exceso de semilla, procedió a preparar a MinHo tan a fondo cómo fue posible. Metió un dedo en el agujero de su compañero, siseando por la tensión que envolvió su dedo.

-Estaba esperando por ti -MinHo envió a través de su vínculo.

El lobo de ChangMin gruño de satisfacción en la explicación de MinHo. Sabía que MinHo no se había acostado con otros. Incluso con su enlace dañado, todavía había sido capaz de sentirlo en cierta medida. Sin embargo, se sentía bien  solo de la boca de su pareja. Suavemente, ChangMin añadió otro dedo e hizo tijera con los dos deditos en el interior de su compañero. Sondeo  profundamente dentro de su compañero, buscando el lugar que sabía que iba a hacer que su pareja volara. Segundos después, sus dedos golpearon la glándula esponjosa y MinHo grito, el dulce gemido meeh! que ChangMin recordaba tan bien.

-Oh, Dios, ChangMin, -jadeo- Por favor, por favor. Jódeme.

ChangMin añadió otro dedo, sin dejar de preparar el agujero de MinHo.

-Paciencia, MinHo. Las cosas buenas vienen para aquellos que esperan.

Pero incluso mientras pronunciaba estas palabras, sabía que no podía esperar más tiempo. Había estado esperando mucho tiempo ya, y había llegado a su límite.
Enfocándose para controlar su pasión, ChangMin judía con el dedo el culo de su compañero, hasta que por fin considero a MinHo tan preparado como pudo conseguir. Quito los deditos y coloco la polla en la entrada de MinHo. De un solo golpe, empujo dentro.
Apretado calor lo envolvió en un puño de terciopelo, y se quedó quieto, apenas logrando no correrse otra vez en el acto. MinHo gimió, su conexión inundada con sus emociones.

-ChangMin -frenéticamente sollozo- Muévete.

Las palabras de su compañero parecían hacer magia en él. ChangMin salió de MinHo y empujo hacia adentro, apretando los dientes por el placer tan intenso que casi cayo en el dolor. Una y otra vez, judía a MinHo, y su compañero empujo hacia atrás, empalándose a sí mismo en la polla de ChangMin. Se movieron juntos como si nunca hubieran estado separados, como si el tiempo no hubiera volado sobre ellos. Nada más importaba excepto este momento, su reencuentro, y su verdadero vínculo. ¿A quién le importaba que fueran cordero y lobo? Por supuesto que no a ChangMin. Se necesitaría más que eso para separarlos en este momento. Había aprendido su lección. MinHo le pertenecía, y ChangMin nunca dejaría que su cordero se fuera de nuevo. Una mezcla de emociones se arremolinaba dentro de él cuándo el olor del sexo y sudor asaltaron su olfato. Había tantas cosas que quería decir, tantas explicaciones y disculpas, y ChangMin trato de decirle a su compañero todo a través de su alma y su cuerpo. Su conexión zumbaba con sensaciones y sentimientos. Los ojos de MinHo se llenaron de lágrimas, y la vista de aquello, y el conocimiento de que su compañero realmente entendía le dejo a ChangMin asombrado y humillado. Pero en el fondo, era un lobo, no un hombre, y tenía que tranquilizarse a sí mismo de su vínculo continuo. Empujo dentro y fuera de MinHo, nunca disminuyendo, cada momento aumentar tanto su deseo como la necesidad de correrse. MinHo se hizo eco de los gritos a su alrededor, hermosos y puros como el hombre mismo, y la mente de ChangMin giraba mientras sus sentidos estaban asaltados por todos los lados. La vista, el tacto, el oído, el olfato, gusto, y mucho más, mezclados en un cóctel que puso a ChangMin borracho, no, drogado. Ni siquiera en sus peores momentos en los que había tratado de beber bajo la mesa para olvidar tenía la mente tan nublada. Esta vez, sin embargo, fue por placer, no por dolor, y ChangMin abrazo el nirvana, abriéndose a MinHo y a la belleza de su vínculo. Pronto, sus bolas comenzaron a dolerle con la necesidad de correrse, y su orgasmo amenazaba con tomar el control de nuevo. Pero no quería el clímax antes que MinHo. Ansiaba sentir a su compañero correrse en torno a su polla, y ver el éxtasis pintado en el rostro de MinHo. Incrementando el ritmo, siempre apunto a la próstata de MinHo. Bajando su cuerpo sobre el de MinHo, apretó sus labios una vez más. Cuando se rompió el beso, susurro al oído de MinHo.

-Vente por mí, corderito.

Al instante, el cuerpo de MinHo se puso tenso y con un grito ahogado, su compañero encontró su liberación por segunda vez. La sensación del clímax de MinHo fue incluso más increíble de lo que ChangMin recordaba. Enterrándose a sí mismo una última vez en el interior de MinHo, inundo el pasaje de su compañero con su semen. Agotado, se derrumbó encima de MinHo, de alguna manera recordando rodar fuera de su pareja para no aplastarlo. MinHo se acurruco a su lado, suspirando de alegría.

-Te amo, ChangMin -dijo el cordero.

ChangMin se congelo. En su corto tiempo junto, las palabras de amor nunca habían sido habladas. ChangMin había estado demasiado ocupado preocupándose por encontrar a su pareja, y luego en proteger al hombre del resto de los lobos. Después de eso, se había separado tan rápido que ni siquiera tuvieron la oportunidad de conocerse entre sí. Y, sin embargo, el lobo de ChangMin conocía a MinHo tan bien que rivalizaba con los apareamientos a largo plazo. Contra todo pronóstico, su vínculo se había mantenido, e incluso si ChangMin no había podido hablar con MinHo, lo había visto en el corazón de MinHo. Desde su punto de vista, sus almas eran una. Sonriendo para sí mismo, ChangMin respondió.


-Te amo también, corderito. -Las palabras salieron con una facilidad sorprendente, e incluso en la oscuridad del pozo, ChangMin se sentía más feliz de lo que había sido en años.




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Cuando leí esta parte fui feliz!! Q7Q ~ y es que nuestro sexy lobo y adorable corderito se volvieron a juntar ;; espero y esto les alegre~ no falta mucho para el final pero aún faltan algunas cosillas :3

¡Nos vemos en la actu del martes! :D

2 comentarios:

  1. Porque siento que aun falta una pruebita mas ><
    Se que su amor es verdadero , mas alla de las differencias que puedan tener ,
    demuestrenles a todos que son pareja *O*

    gracias x la actu , nos leemos ;D

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  2. waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa... se juntaron!!!!! patenles el trasero a esos tipos... ¬.¬ demuestren su amor *^*

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