El Cordero que gritó Lobo (CMH) - Capítulo 2

Advertencia: Lemon (como si importara xD pero por si acaso~)

Los primeros rayos del sol acababan de aparecer en el horizonte cuando MinHo entró en la pequeña habitación de hotel que ChangMin encontró para ellos. Olfateó alrededor experimentalmente, y vio como ChangMin hizo lo mismo. Cuando el lobo señaló que estaba bien, MinHo se dejó caer en la cama boca abajo, agotado. No podía entender nada. Solo había pasado de estar a merced de los jóvenes carneros en su ciudad, ¿a aceptar la ayuda de un lobo? ChangMin era un misterio para él. El hombre parecía obsesionado con él. MinHo sabía lo suficiente acerca de los lobos para entender lo que le había dicho ChangMin a su amigo. Las parejas eran muy importantes para ellos, y esto fue quizás lo único que MinHo siempre respetaba de sus enemigos. Las ovejas no se acoplaban. Muy a menudo, los carneros elegían las ovejas que les gustaban, cualquier número de ellas, y se reproducían. De hecho, Henry y MinHo eran solo medios hermanos. Con su dinámica de rebaño, poco importaba, sin embargo. O al menos, no debería hacerlo. Por esa razón, MinHo no podía entender lo que ChangMin tenía la intención de hacer. ¿Cómo funcionaba el apareamiento de los lobos? ¿ChangMin quería otra pareja, alguien que pudiera procrear? Demonios, ¿Por qué MinHo aún estaba considerando esto? Por todos los cielos, eran depredador y presa. No se mezclaban. La respuesta a su pregunta surgió cuando ChangMin se sentó a su lado. Su mano acarició suavemente el pelo de MinHo, y se recostó, abrazando a MinHo contra su pecho. Era ceñido y fuerte, y en su abrazo, MinHo se sintió tan seguro que debería haber sido imposible.

-No lo entiendo -murmuró- No entiendo nada de esto.

-Yo si -murmuró ChangMin- Es difícil de aceptar. Las ovejas no tienen parejas, ¿verdad?

MinHo negó con la cabeza, y ChangMin continuó.

-Bueno, déjame explicar un poco como funciona. Nosotros, los lobos nos acoplamos de por vida, los cambia-formas incluso más que nuestros equivalentes en la naturaleza. Sabemos lo que las personas significan para nosotros desde el momento en que las vemos. Yo sabía desde el principio que estabas destinado para mí, hecho y nacido para mí. Todo lo demás no importa. Podemos solucionarlo.

-Pero no me conoces -protesto MinHo- ¿Tu solo puedes seguir a el instinto para elegir tu compañero de vida?

ChangMin se echó a reír y su risa recorrió a MinHo como una ola de placer.

-Somos cambia-formas, corderito. El instinto es la mitad de nuestro nombre. ¿Qué te dice el tuyo?

MinHo casi se echó a reír. Un instinto de oveja no era exactamente confiable. Simplemente les decía que se movieran juntos y saltaran cuando el otro lo hacía. Sin embargo, sentía algo cuando ChangMin le sostenía, y eso no era solo a causa del instinto.

-N-no lo sé -respondió- Me siento seguro contigo, pero no entiendo por qué.

ChangMin le dio un beso en la frente.

-Porque somos pareja. Tal vez no nos conozcamos muy bien, pero tenemos todo el tiempo del mundo para descubrir todo.

MinHo miró a los ojos del lobo. Eran tan profundos, tan claros y tan hermosos.

-Pero, ChangMin, somos depredador y presa. ¿Eso no te molesta?

No sabía que esperaba que el otro hombre respondiera, pero lo sorprendió cuando ChangMin negó con la cabeza.

-No, en absoluto. Las parejas son parejas y el amor es el amor.

MinHo se mordió el labio con fuerza, tratando de reprimir las lágrimas. No podía creer que alguien como ChangMin entendiera lo que MinHo había estado tratando de decir a su rebaño desde que se había convertido en un adulto. ¿Cómo era posible que un lobo lo comprendiera? Durante toda su vida, estos depredadores habían sido una pesadilla para el conjunto de Ramston. ¿Cómo encajaba eso en el comportamiento de ChangMin? ChangMin froto el pulgar por la mejilla de MinHo, y MinHo apartó la mirada, dándose cuenta de que había perdido la batalla con sus lágrimas.

-No lo hagas -dijo ChangMin- No te escondas de mí. ¿Cómo vamos va a acoplarnos alguna vez si no me das una oportunidad?

ChangMin en realidad sonaba molesto, y por alguna razón, MinHo sentía la necesidad de calmar al hombre.

-Lo siento. Soy… Yo solo necesito que me enseñes. No sé cómo tener una pareja.

La expresión de ChangMin cambió, sus ojos adoptando la depredadora expresión que MinHo recordaba de Ramston. A diferencia de esa vez, sin embargo, eso no le asustaba. Salvaje anticipación lo llenaba, su cuerpo quemaba con una necesidad que nunca había sentido antes.

-Te puedo enseñar, MinHo -ChangMin gruñó en voz baja- ¿Confías en mí?

¿Confiaba en ChangMin? El hombre era un lobo, y los suyos habían cazado a los de MinHo desde el principio de los tiempos. Por todo lo que MinHo sabía, ChangMin mismo había matado a gente de Ramston. Y, sin embargo, ChangMin había sido tan amable con él. ¿Podría realmente decir que no? En el extremo, ChangMin no era solo un lobo, sino también un hombre, un hombre que dejaba boquiabierto a MinHo.

-Si -respondió- Si, confío en ti. Solo... toma las cosas con calma.

MinHo tenía conocimiento de lo que sucedía entre dos hombres. Había carneros en el rebaño con una preferencia por otros machos, y eso no era inusual. En ocasiones, ChangMin había visto unas pocas parejas en celo, algunas incluso en su forma animal. Pero MinHo no sabía lo que haría un lobo mientras se acoplaban. Claro, sabía la parte general anatómica de eso dado que todos los carneros recibían una sólida educación de sus depredadores. Sin embargo, sus profesores solo le habían dado la base de la reproducción de los lobos. La anticipación estaba matando a MinHo.

-No te preocupes -dijo ChangMin- Cuidaré bien de ti.

Poco a poco, ChangMin atrajo sus rostros juntos, tan cerca que MinHo podía sentir el aliento del lobo cosquilleando sus mejillas. El corazón de MinHo latía a miles de kilómetros por hora, mientras esperaba a ver que haría ChangMin.

Por fin, el otro hombre presiono sus labios juntos. Movió su boca contra la de MinHo en un movimiento seductor. MinHo se quedó sin aliento, permitiendo la entrada del lobo. Envolvió sus brazos alrededor de ChangMin, entregándose a la dominación del otro hombre.

ChangMin debió sentir su aquiescencia silenciosa, ya que el suave beso se volvió más agresivo. La lengua de ChangMin devoraba la boca de MinHo, excitándolo sin medida. Era su primer beso, y más intenso que cualquier cosa que MinHo esperaba. Se aferró al lobo, jadeando de placer, tomando el asalto sensual del otro hombre. Las manos de ChangMin comenzaron a trabajar en su ropa, desesperadamente desgarrando el material. MinHo intento ayudar a su pareja, pero por supuesto falló, abismalmente. Terminaron enredados en los restos de la camisa de MinHo y los pantalones, frustrantemente tratando de empujarlos fuera del camino. A medida que sus bocas se separaron, MinHo dejó escapar un resoplido, mientras que ChangMin solo rió sin aliento.

-Se paciente corderito -susurró- Todo llegara a su tiempo.

Pero MinHo no quería esperar. Quería ser tocado y tocar a su vez. Se encontró tratando de recordar todas las cosas que había visto a los carneros hacer juntos, a fin de poder explorar el mismo camino con ChangMin. Le molestaba y avergonzaba que no supiera la forma de ofrecer placer al otro hombre. Sin embargo, se esforzaba por obedecer y esperar como dijo ChangMin. Finalmente, su paciencia se vio recompensada. ChangMin se deshizo de su propia ropa, y cuando el hombre descartó cada prenda de ropa, todo el cuerpo de MinHo comenzó a temblar con una mayor ansiedad y anticipación. Querido Dios. MinHo había visto desnudo a ChangMin allí en Ramston, pero había estado demasiado en pánico para reconocer plenamente el magnífico pedazo de hombre que tenía a su alcance. Por el amor de Dios, el hombre parecía cortado por el divino. MinHo no sabía dónde mirar primero. El David de Miguel Ángel no tenía nada que hacer con ChangMin en cuanto a los duros abdominales se refería. Los pezones cobrizos del lobo se animaron al ser descubiertos, como si exigieran atención y la polla de ChangMin señalaba acusadoramente a MinHo. Demonios, si estuviera viva, la estatua estaría avergonzada por comparar su polla con ChangMin. El eje del lobo era enorme. De lo que MinHo recordaba, tendría que ir dentro de su... Dentro de su culo. Pero, sin duda, nunca podría encajar.

Como si adivinara sus pensamientos, ChangMin ahueco su mejilla suavemente y presionó un beso en sus labios. No era nada como el de antes. De hecho, ni siquiera parecía dirigido a excitarle, sino más bien para calmarlo y consolarlo.

-Sé que soy un poco intimidante -dijo- pero no te preocupes. Somos pareja.

A MinHo le hubiera encantado tener la misma confianza que ChangMin tenía, pero simplemente no conseguía relajarse.

-De alguna manera, dudo que seas el que tenga un bate de béisbol por tu culo -murmuro disgustado.

ChangMin solo se rió.

-No te preocupes por eso. Te va a encantar. Lo prometo.

MinHo dio al lobo una mirada dudosa. A decir verdad, quería lo que ChangMin ofrecía, pero tenía miedo de eso, también. ¿Qué pasaba si hacia algo mal? ¿Qué pasaba si a ChangMin no le gustaba? Y ¿Que pasaba con esta cosa de las parejas? ¿Si la atracción de ChangMin se originaba únicamente por eso? ¿Y si odiaba a MinHo después? No se dio cuenta que estaba entrando en pánico hasta que los fuertes brazos de ChangMin se envolvieron a su alrededor, apretándolo firmemente.

-Hey, MinHo, no tenemos que hacer nada que tu no quieras. Lo siento. No debería haberte empujado.

Los ojos de MinHo se abrieron como platos cuando se dio cuenta que la había jodido.

-No quise decir eso. Estoy... estoy nervioso. ¿Por qué incluso te gusto?

ChangMin lo soltó del abrazo y le dio una mirada de incredulidad.

-¿Estas bromeando? Eres hermoso. Eres todo lo que alguna vez he querido en una pareja, incluso antes de que supiera que quería una -tomó un hondo respiro, como si luchara por las palabras.- Tu eres tú.

MinHo no pudo encontrar una respuesta para eso. Estaba abrumado también, demasiado conmocionado. Todo su mundo parecía haberse vuelto patas arriba, como si se encontrara en la Dimensión Desconocida.

De repente, todas sus dudas dejaron de importar. Era una oveja y ChangMin un lobo. ¿Y qué? Acababan de conocerse. ¿Y qué? ¿A quién le importaba? ChangMin tenía razón. Eran pareja. Más allá de toda la ansiedad, MinHo podía sentirlo también. De lo contrario, nunca habría confiado en ChangMin en primer lugar. Sin permitirse dudar más, MinHo apretó sus labios en los de ChangMin, atrayendo sus cuerpos más cerca. Los dos estaban desnudos, y una vez que MinHo tomo la decisión de dejar de preocuparse por cosas más allá de su control, le resulto fácil centrarse solo en la desnudez de su pareja. Se subió al regazo de ChangMin, sin estar más asustado. En su lugar, la sensación de la dura polla de ChangMin contra su culo lo excitaba a morir. En un primer momento, ChangMin pareció sorprendido, pero raídamente se hizo cargo del beso. Sus manos exploraban el cuerpo de MinHo, dejando tras de sí rastros de fuego en su piel. MinHo se frotó contra su compañero, dolorido por más, anhelando algo que no podía entender. Muy a su pesar, ChangMin lo rechazó. MinHo dio a su pareja una mirada confusa. ¿Había hecho algo malo? ¿Era malo besando?

-Solo dame un segundo -dijo ChangMin- Estaré de vuelta.

Sin más explicaciones, ChangMin salió de la cama. Afortunadamente, la habitación del hotel no era tan grande, y MinHo observó a su pareja cuando el lobo se dirigió a la bolsa con sus compras. Se tendió en el colchón en espera mientras observaba el movimiento de ChangMin. Dios, simplemente el juego de músculos en la espalda de ChangMin podría hacer a un hombre correrse. ChangMin recuperó la botella de aceite de oliva de la bolsa y volvió a la cama. Al principio, MinHo no entendía las razones detrás de la búsqueda de ChangMin de la botella, pero entonces el lobo dijo.

-Vamos, corderito. Abre las piernas para mí.

MinHo obedeció, sabiendo que este era el momento que había temido desde el segundo que había visto la polla de ChangMin. Abrió las piernas y, por instinto, las levantó, dejando al descubierto su agujero a la mirada de ChangMin. Fue recompensado con un gemido de su futuro amante.

-Jesucristo, MinHo. ¿Tienes alguna idea de lo caliente que te ves?

-¿Por qué no me enseñas? -MinHo disparo de nuevo. No sabía de donde venía el coqueto comentario, pero parecía despertar a ChangMin aún más. De alguna manera, MinHo pudo sentir un eco en su interior. Si hubiera tenido alguna duda sobre la conexión entre ellos, eso lo había resuelto. Se preocuparía por el resto más tarde, mucho más tarde.

ChangMin abrió la botella de aceite de oliva y vertió un poco del líquido en sus dedos, todo mientras mantenía la mirada de MinHo. MinHo tragó saliva, luchando por mantener su nerviosismo bajo control, pero no pudo evitar el mismo tensarse ligeramente al primer toque del dedo manchado de ChangMin en su ano.

-Relájate -dijo ChangMin- Mientras te relajes, estaremos bien.

MinHo asintió, pero era más fácil de decir que de hacer. Obviamente dándose cuenta del problema de MinHo, ChangMin bajo la cabeza y tomo la polla de MinHo en su boca. Caliente rojo placer atravesó a MinHo cuando el húmedo infierno envolvió su polla. No podía dejar de empujar su polla más profundo dentro de la boca de ChangMin, al mismo tiempo que llegaba hasta enhebrar los dedos por el pelo del lobo. ChangMin asentía con la cabeza arriba y abajo del eje de MinHo, retorciendo su lengua justo en movimientos que MinHo no había considerado siquiera posible. Con ChangMin trabajándolo tan deliciosamente, MinHo no podía ni siquiera recordar permanecer tenso. Cuando su pareja empujo un dedo dentro de él, MinHo lo tomo con facilidad, amando la desconocida, pero agradable sensación. El segundo dedo quemo un poco, y el tercero aún más, pero ChangMin hizo un excelente trabajo en distraerlo. Y entonces, ChangMin golpeo su próstata, un punto del que MinHo solo había oído hablar pero nunca tuvo el coraje de encontrar. MinHo arqueó la espalda cuando choques de éxtasis le recorrieron.

-Oh, Dios, ChangMin. ¡Por favor, por favor, por favor!

En este momento, no acababa de entender lo que estaba pidiendo, pero eso no importaba. ChangMin lo hacía. ChangMin sabía. El lobo tiró de sus dedos del culo de MinHo y levantó la boca. MinHo gimió, sintiéndose abandonado y despojado, pero entonces, algo caliente y enorme golpeó su apertura. Poco a poco, ChangMin empujaba dentro de él, empalando a MinHo sobre su polla. Justo como MinHo había señalado anteriormente, el lobo estaba más que bien dotado. Aunque ChangMin tomo las cosas con calma, la penetración dolía. Sin embargo, MinHo se mordió el labio y se centró en el olor de ChangMin, en su mirada, y su expresión de concentración. Solo necesitaba relajarse. No pasaría nada.

Pareció una eternidad, pero al final, ChangMin incrustó su eje completamente dentro de MinHo. En un principio, MinHo casi no podía creerlo. Se sentía tan lleno, tan imposible, pero al mismo tiempo, tan conectado con ChangMin. La quemadura de la penetración inicial comenzó a derretirse en placer. Un zumbido de energía inagotable cayó sobre la piel de MinHo.

-Por favor, ChangMin -le rogó de nuevo- Muévete.

Y ChangMin, en efecto, se movió. Saco su polla del pasaje de MinHo y empujó hacia adentro. De alguna manera, ChangMin golpeaba la próstata de MinHo, haciendo que se renovara el éxtasis que le recorría. A partir de entonces, todo se convirtió en un borrón. Una y otra vez, ChangMin continuaba jodiéndolo, empujando dentro y fuera de su ano. La velocidad y la fuerza detrás de los movimientos hicieron que la cama crujiera casi amenazadoramente. MinHo se aferró a los hombros de su pareja, haciendo todo lo posible para retroceder, pero reconoció el hecho de que no podía esperar a ser coordinado o coherente. Sin embargo, de alguna manera, hicieron el trabajo, se movieron juntos como si se hubieran conocido el uno al otro desde el principio de los tiempos. En estas circunstancias, MinHo no podía esperar que resistiera mucho tiempo. Su excitación, su lujuria, y emociones confusas le abrumaron. Solo necesitaba una cosa más, una cosa que lo empujara a través del borde. Su mente no se habría dado cuenta de que se trataba, pero su cuerpo y su alma lo sabían.

Siguiendo un impulso repentino, MinHo inclinó la cabeza, dejando al descubierto la garganta para ChangMin. Unos momentos más tarde, los afilados colmillos le atravesaron la carne. Agonizante dolor lo invadió, pero solo le dolió por un breve instante. Entonces, pareció como si un sol estallara dentro de él y un éxtasis dulce se lo tragara entero, enviándolo en un torbellino de nirvana. MinHo sintió una conexión hacer clic en su lugar, su vínculo con ChangMin se convirtió en completo. Sentía el placer de su pareja y el grado de las propias emociones conflictivas del lobo. Al igual que, con ChangMin en el interior de su mente y su cuerpo, se corrió como nunca lo había hecho en toda su vida.

No sabía cuánto tiempo simplemente flotó en la nube de placer, pero cuando se bajó de la increíble altura, encontró a ChangMin que se cernía sobre él, con los ojos negros todavía con el estupor del placer.

-¿Estas bien, corderito?

MinHo sonrió.

-Nunca he estado mejor, gran lobo feroz.

ChangMin parpadeo y luego se echó a reír.

-Hermoso y divertido -dijo mientras se limpiaba una lágrima de alegría- Me tocó el premio gordo.

MinHo no respondió, pero secretamente pensaba que era al revés. De alguna manera, le había sido concedida una oportunidad de ser feliz, y no la despilfarraría, no importara lo que pasara.