-Y así el niño aprendió que nadie cree a un mentiroso,
incluso cuando está diciendo la verdad. Y en el futuro, sabría que no hay que
gritar lobo cuando no había ninguno. - MinHo sonrió cuando todos los niños a su
alrededor se acercaron.
-¿Y los aldeanos encontraron las ovejas? - Una niña le
pregunto con ansiedad.
MinHo le revolvió el pelo.
-Por supuesto que sí. - Los niños no tenían que saber que el
mundo real no funcionaba así. Los lobos no devuelven a los corderos.- Pero los
aldeanos tuvieron muchos problemas porque el chico mintió.
Los niños asintieron comprendiendo. MinHo los hizo
levantarse del suelo.
-Vamos ahora. A la cama.
-¿Pero no podemos quedarnos para otro cuento? - pregunto un
niño.
MinHo negó con la cabeza al niño. - Sus padres van a
enojarse conmigo si no descansan lo suficiente, y no van a permitir que vuelva
de visita de nuevo. ¿No queremos eso, verdad?
Suspirando, los niños se retiraron a la zona de dormitorios.
MinHo los abrazo a todos ellos y les metió en la cama. Después de que se aseguró
de que todos dormían tranquilamente, volvió a la sala de estar. Tal como había
esperado, encontró a su madre, MiYool, esperándolo ahí.
-Sabes, no deberías contarle a los niños esa historia, hijo.
Les da pesadillas.
MinHo se rió.
-Es solo una historia, madre.
Ella suspiro, y MinHo sabía lo que estaba pensando. Tal vez
los corderos estaban a salvo en casa de MiYool, pero sus padres se veían
obligados a hacer frente a una situación cada vez más difícil. Últimamente, su
pequeña comunidad había recibido muchas pérdidas, y Ramston, la ciudad que una
vez fue su santuario, tenía cada vez más y más el aspecto de ser una prisión y
una sentencia de muerte. En estas circunstancias, el más anciano de los
carneros y ovejas había dejado Los Ángeles, con la intención de prepararse para
mudarse ahí.
-¿Crees que Padre encontrara un nuevo lugar para alojarnos?
- MinHo le pregunto a su madre.
Ella hizo una mueca.
-No creo que tengamos muchas opciones, niñito. Ya no podemos
recibir más ataques. Moriremos.
MinHo miro hacia el dormitorio, donde los niños estaban
durmiendo, su corazón herido al pensar que mañana, los corderos podrían ser
atacados por los desmanes de un lobo. Su mirada se dirigió a la ventana. La
noche había caído, y pronto, los depredadores saldrían a cazar. Una vez, habían
estado a salvo de eso, pero ya no. Ahora, habían sido descubiertos, y era solo cuestión
de tiempo hasta que los lobos se abrieran paso a través de sus defensas.
Los carneros más jóvenes y más fuertes se quedaban a cargo
de Ramston. Por parte de MinHo, debería haber estado de guardia como los demás,
pero por desgracia, parecía ser una flor tardía en el mejor de los casos.
Sus cuernos ni siquiera habían salido completamente, incluso
si había llegado a su vigésimo año. De hecho, no parecía muy diferente que si
tuviera quince años. Como tal, había sido delegado a algunas de las tareas que
tradicionalmente iban a las ovejas. Hasta cierto punto, no le importaba, ya que
le gustaban las ovejas, pero todavía le dolía cuando los carneros jóvenes se
burlaban de él. Sabía que su familia estaba decepcionada de él, y al mismo le
hubiera gustado ser un mayor apoyo para el rebaño. Incluso si su madre hacia
todo lo posible para ocultarlo, sabia la verdad. En las circunstancias
actuales, sin embargo, simplemente estaría en medio si trataba de ayudar a los
guardias.
Sacudiéndose a sí mismo, MinHo fue a su madre y el abrazo.
-Voy a volver a casa - Le dijo.- Henry debería estar ahí por
la mañana, y estará enojado si estoy fuera.
Su madre frunció el ceño, visiblemente molesta.
-No deberías estar en las calles después de oscurecer niñito.
Tu hermano entenderá si le explicamos.
-No, mama - MinHo negó con la cabeza.- Voy a estar bien. Además,
tengo veinte años. Puedo cuidar de mí mismo.
Ella no parecía convencida, pero por suerte, no hizo ningún
comentario. Sabía que era tan terco como una mula, bastante irónico, dado que
era, para todos los efectos, un cordero. Además, con el quedándose en la noche
solo aumentaría las voces jocosas aún más fuertes.
Se despidieron, y MinHo dejo la seguridad de su hogar. Hizo
un gesto a los guardias situados alrededor de todos los hogares que mantenían
los corderos del rebaño. Como era de esperar, lo ignoraron y MinHo aparto la
punzada de breve dolor y se dirigió hacia su casa. No tenía ningún deseo de ver a Henry, sin que su hermano todavía
se burlara de el sin descanso. Deseo poder haber ganado el derecho a tener una
casa propia. Así eran las cosas, se vio obligado a compartir la casa que pertenecía
a sus abuelos con su hermano.
El viento frío soplaba a través de su cabello mientras
caminaba, y MinHo alzo su chaqueta, deseando la comodidad de su lana. Era mucho
mejor estar en la forma de siempre. Pero en estos días, solo cambiaba a su
segunda forma cuando estaba solo o cuando no tenía otra opción. Sus muchas
faltas le hacían sentirse inadecuado, pero al menos de esta manera, podía
fingir que no había diferencias entre él y el resto de los jóvenes carneros. Los cambia-formas siempre habían vivido entre los humanos,
en secreto, por supuesto. Los seres humanos destruían lo que no podían
entender, por lo que todas las razas de cambia-formas eran muy reservadas.
Desafortunadamente, sus vidas giraban en torno a los mismos conflictos que
existen en la naturaleza, y por desgracia, los del tipo de MinHo eran el blanco
de muchos depredadores, simplemente por existir. MinHo habría pensado que, dado que tenían una segunda forma,
también tenían sentimientos diferentes, necesidades diferentes. Pero no conocía
a nadie que pensara como él. Eran ovejas, y sus enemigos lobos. El curso de la
naturaleza estaba claro, con la diferencia de los nuevos métodos que utilizaban
para herirse unos a otros o protegerse de daños.
Se froto los brazos, sintiéndose solitario y frío. Las
ovejas naturalmente ansiaban la proximidad de su propia familia, sin embargo,
otra razón por la que a MinHo le gustaba estar cerca de los corderos. La mayoría
de todos los demás lo rechazaban. Eso era inusual, y en su rebaño, inusual
significaba aislado. A veces, casi parecía bueno. Amaba a los niños y amaba
contarles historias.
Ver sus ojos lindos ensancharse con sus palabras hacia que
todo valiera la pena. Mientras crecía, había soñado con el día en que tendría
una familia con sus propios corderos, y pudiera transmitir sus historias. Pero
ahora, no podía dejar de pensar que contar historias no ayudaría si los lobos
atacaban Ramston. No salvaría a los corderos de sus colmillos y garras.
MinHo estaba tan perdido en sus pensamientos, que paso por
alto la aproximación de otra persona hasta que tropezó con una pared de musculo
sólido. Maldijo y retrocedió, solo para encontrarse a sí mismo chocando con
otro hombre. Para su gran consternación, se dio cuenta de que el hombre que tenía
delante era su hermano.
-Mira quien esta fuera a esta hora- dijo Henry- ¿Y no deberías
estar cuidando de los corderos?
-Se han ido a la cama- dijo MinHo, manteniendo su columna
vertebral recta como una baqueta- ¿Y qué hay de ti? ¿No deberías estar
vigilando las afueras?
Sabía que había cometido un terrible error al hablar de
nuevo cuando la expresión sarcástica de Henry se retorció en una de ira.
-No me hables de nuevo.
MinHo retrocedió, pero se encontró con otra persona. En ese
momento, se dio cuenta que de alguna manera había llegado a estar rodeado por
los amigos de Henry. Había al menos cuatro jóvenes carneros, aparte de Henry,
todos dándole miradas desdeñosas.
-Vamos a enseñarte una lección que nunca olvidaras- dijo Henry
ferozmente.
MinHo trato de escapar, pero estaba rodeado. La hostilidad
que emanaba de los hombres mucho más grandes que lo rodeaban despertó el
instinto de la propia conservación arraigado en cada ser viviente. El pánico se
transformó en ira, y cargo contra su hermano, aunque sabía que no tenía forma
de ganar.
Para su satisfacción, se las arregló para lograr unos pocos
golpes decentes. Sin embargo, momentos después, Henry lo empujo y MinHo cayo,
su cuerpo chocando dolorosamente con el camino empedrado.
-¿Que estás haciendo? -se burló Henry- Atrápenlo.
Los otros cuatro carneros obedecieron al mayor y Henry salto
sobre MinHo. No había ningún lugar para esconderse de los golpes, ninguna
manera de esquivarlos. A lo lejos, MinHo se dio cuenta de que si, los
cambia-formas tenían otros sentimientos, pero por desgracia, en el caso de Henry
al menos, eran todos malos y mezquinos. Habría podido aceptar los golpes como
algo que pasaba si los toques no se hubieran vuelto de repente lascivos. Por
alguna razón, los carneros comenzaron a rasgar la ropa de MinHo. Henry se quedó
ahí de pie, riendo, viéndolos, animándolos y soltando insultos a MinHo.
-Eso está bien -dijo- MinHo puede ser su pequeña oveja. ¡Qué
gran idea!
Un sollozo escapo de MinHo al darse cuenta de que iba a ser
violado por los amigos de su hermano. El nunca compartiría su cuerpo con nadie.
Las ovejas se centraban en los carneros fuertes, no en los poco desarrollados
como el, pero MinHo nunca había sentido la necesidad de acoplarse con ellas de
todos modos. Había llegado a pensar sobre sí mismo no solo como débil, sino también
asexual. Aun así, el pensamiento de ser despojado de su virginidad de tal
manera vil, hizo que se revelara todo su ser.
-Henry -trato de rogar- Ayúdame. Por favor.
Pero Henry no lo ayudo. Justo cuando MinHo pensaba que todo
estaba perdido, el aullido de un lobo sonó en algún lugar a su derecha. Estaba
cerca, muy cerca. Los carneros se congelaron y detuvieron el abuso de MinHo. Se
levantaron, adoptando una postura de lucha. A cuatro patas, MinHo se arrastró
lejos de ellos y miro hacia el área general donde había oído el aullido del
lobo venir. Medio esperaba que la bestia arremetiera contra ellos desde las
sombras. En cambio, cuando emergió, caminaba lentamente, como si tuviera todo
el tiempo del mundo y estuviera dando un paseo por el parque. MinHo se estremeció
al ver la aproximación de la bestia. Era enorme, pelaje marrón cubriendo un
cuerpo masivo y pálidos ojos castaños estudiándolos con interés. MinHo no dudo
de que la bestia fácilmente pudiera haberla emprendido el solo con un puma. Fue
precisamente por esta razón por la que sus guardias se mantuvieron unidos, para
defenderse de tales amenazas. MinHo había asumido que alguien más se hubiera
hecho cargo de la responsabilidad en caso de que Henry y sus compinches
abandonaran sus puestos. Pero no había tantos carneros, y parecía que la
estupidez de Henry dejaba un agujero en las defensas. Ni siquiera habían sacado
sus armas. Joder.
El lobo dio unos pasos más, y justo así, el valor pareció
irse de Henry y sus amigos. Con gritos similares, dieron media vuelta y
corrieron, huyendo lo más rápido que pudieron y desaparecieron en la noche. A
MinHo le habría gustado mucho hacer lo mismo, pero su cuerpo dolía y ni
siquiera pensaba que pudiera moverse. Se quedó mirando al lobo, congelado.
Extrañamente, se sentó agradecido de que el depredador se hubiera presentado.
Por lo menos si moría, lo haría con dignidad. Otro lobo apareció por detrás del
primero. Por un breve segundo, parecía como si los dos se estuvieran
comunicando, y luego el segundo se fue persiguiendo a Henry. Genial,
simplemente genial. Aparentemente, este enorme animal quería a MinHo para sí.
En cualquier caso, no importaba ya más. Por mucho que a MinHo le hubiera
gustado huir, no podía hacer que su cuerpo se moviera. Estaba condenado.
ChangMin observaba al hermoso joven en el suelo, las
emociones en conflicto pasando a través de él. Por un lado, su boca se le hacía
agua a la visión del hombre desnudo y a merced de ChangMin. Era evidente que el
cordero no tenía intención de huir, estando demasiado en pánico para hacer nada
más que mirar. A pesar del deseo, sin embargo, la ira y la confusión guerreaban
dentro de ChangMin: ira por lo que los estúpidos carneros casi habían hecho al
cordero y confusión porque aún se preocupaba por él. Después de todo, el
cordero era una presa. En teoría, ChangMin debería comérselo ahora. En su
lugar, se encontró analizando al joven delante del como si fuera una putilla de
la manada. Cuando se acercaba al magnifico y suculento obsequio, sus fosas
nasales estaban invadidas por un olor increíble. El instinto de ChangMin de
alimentarse fue reemplazado por el de copular, joder, y aparearse. Quería
reclamar a este pequeño cordero como suyo propio. La imposibilidad de tal cosa
paso por su cabeza como una clara idea. El lobo sabía lo que quería y no le
importaban los límites. No entendía el concepto de lo prohibido. Lo que
necesitaba, lo iba a tomar.
Vagamente, reconoció el hecho de que su misión era
comprometida, pero lo que fuera. Había averiguado lo suficiente, y su Alfa solo
tendría que tratar con esto. En ese mismo momento, a ChangMin no podía
importarle menos.
Sin dudarlo más, ChangMin se abalanzo, cambiando a mitad del
salto. Ahora que sus ojos podían ver el color, absorbió la verdadera magnitud
de la belleza del cordero. Era magnifico, pelo negro y blanquecino llegando a
sus esbeltos hombros y grandes ojos negros analizando a ChangMin con obvio
miedo. El joven hizo un sonido que parecía un cruce entre un meeh! y un grito,
pero no se movió. ChangMin aterrizo encima de su deliciosa presa, sorprendido así
mismo cuando presto mucha atención a fin de evitar que sus cuerpos chocaran
dolorosamente.
-Bueno, hola, corderito -gruño al oído del joven- Parece que
te tengo a mi merced.
El cordero trago saliva.
-¿Vas a comerme?
Imágenes pecaminosas aparecieron en la mente de ChangMin,
mostrando manchas de sudor, cuerpos moviéndose juntos, el suyo propio y el del
cordero.
-Eh, te comeré todo, pero lo vas a disfrutar.
El cordero se veía confundido, pero ChangMin no tenía tiempo
de explicar. Vio a SiWon regresando así en su forma cambiada. ChangMin dedujo
que ya era hora de irse. Los carneros deben finalmente haberse reunido, o
alertado al resto de los guardias dentro de la ciudad. Las malditas ovejas
utilizaban pistolas con balas de plata, y ChangMin no podía arriesgarse a ser
golpeado por una. Se puso de pie y agarro el cordero, envolviendo al joven
hombre sin resistencia corporal por encima de su hombro. Sonriendo para sí
mismo, siguió detrás de SiWon mientras su amigo lo guiaba de vuelta por donde habían
venido.
La asustada oveja había dejado un agujero del tamaño de
Europa en sus defensas, posiblemente a causa de los mismos carneros que habían
atacado al cordero de ChangMin. ChangMin gruño al recordar a los bastardos.
Deseaba poder haberlos eliminado, destrozado su carne y probado su sangre, pero
sus prioridades estaban con su pareja. ¿Su pareja? ¿En serio? ¿No podría un
cordero ser su pareja, y un macho? Y, sin embargo, incluso cuando pensaba esto,
ChangMin sabía que era verdad. Pasaría un tiempo muy difícil convenciendo al
joven de eso, sin embargo. Por el momento, su dulce presa permanecía paralizada
por el susto, pero ChangMin tenía la intención de que eso cambiara. Tal vez podría
atraer al pequeño cordero trayéndole un pedazo de sus atacantes como ofrenda.
Por otra parte, tal vez no.
ChangMin y SiWon escaparon de Ramston con relativa
facilidad.
Una vez que estuvieron a una distancia lejana segura, SiWon
cambio a su forma con piernas. ChangMin coloco a su compañero y se volvió hacia
su amigo, esperando por la explosión que tenía que ocurrir. De hecho, momentos más
tarde, SiWon grito.
-¿Que mierda, ChangMin? ¿Que fue eso allá atrás, y que
diablos estás haciendo con el cordero?
ChangMin se dio cuenta de que su comportamiento atraería la atención
de su amigo. SiWon lo conocía bien, y sabía lo mucho que la manada significaba
para él. Fue una de las razones por las que habían sido seleccionados para la misión
de exploración en las tierras de las ovejas. Su alfa -y hermano de ChangMin,
YunHo- quería saber si las ovejas verdaderamente servían para moverse en
territorio humano. ChangMin con seguridad podría decir que el rumor era
correcto, a juzgar por los movimientos en la ciudad y la ausencia de las ovejas
y los carneros ancianos.
Aun así, el y SiWon habrían prestado más atención y
explorado más a fondo, si no se hubieran encontrado con el pequeño cordero.
ChangMin no tenía fuerzas para lamentarlo. Se encogió de hombros a SiWon.
-Tengo mis razones para traerme el cordero.
SiWon miro al compañero de ChangMin especulativamente.
-Tal vez tengas razón. Estoy seguro de que a la manada le encantaría
un cordero de cena mañana.
ChangMin maldijo las palabras de su amigo, sabiendo que asustarían
a su pobre pareja otra vez. De hecho, el joven hizo el sonido meeh! de nuevo y,
ante los ojos asombrados de ChangMin, se convirtió en su forma animal. SiWon se
froto las manos.
-Eh, ¿Viste eso? Está haciéndolo más fácil para nosotros.
ChangMin gruño y empujo a su amigo lejos del cordero.
-Ni siquiera pienses en eso. Estas fuera de los límites.
Se arrodillo junto al cordero aterrorizado, suavemente
acariciando la suave lana. Los ojos negros del cordero fijos en él, como
haciendo una silenciosa pregunta.
-No te preocupes, corderito. Nadie va a hacerte daño.
SiWon lo miro boquiabierto.
-¿Estas bien, has perdido la cabeza o qué? Es tu jodida
presa.
-También es mi pareja -gruño ChangMin. No tenía ninguna intención
de negar la conexión entre él y el cordero. Claro, le habría gustado explicar
las cosas al joven en privado, pero, por desgracia, no podía hacer eso, no,
dadas las circunstancias. Tenía la sensación de que necesitaría la ayuda de SiWon.
-¿Tu pareja? -repitió SiWon, pareciendo estupefacto. ¿Pero,
ChangMin?
ChangMin frunció el ceño, silenciosamente diciendo a SiWon
que no era objeto de debate. Como siempre, SiWon le entendió.
-Está bien. No voy a cuestionarte, o tocar a tu pareja. Pero
tienes que darte cuenta, amigo mío, que a la manada no le va a gustar esto.
ChangMin sabía que su amigo tenía razón, al igual que él sabía
que, en esta etapa de su vida, tenía que hacer una elección. Era realmente una decisión
obvia. No podía llevar a su pareja a la manada, y no tenía la intención de
dejar que el cordero se valiera por sí mismo. Por lo tanto, parecía tan natural
que ChangMin tuviera que abandonar la manada.
Claro, su familia no sería feliz con eso. De hecho, ChangMin
apostaría dinero a que su padre estaría furioso. Con suerte, su hermano lo ayudaría.
Por el momento, recogió a su pareja en sus brazos, al tiempo que continuaba con
sus caricias. Al final, el cordero comenzó a relajarse un poco, como si por fin
reconociera el hecho de que ChangMin no tenía intención de hacerle daño. ChangMin
comenzó a caminar de regreso a su coche. SiWon siguió detrás de el en silencio,
aparentemente reflexionando sobre la situación. Una vez que llegaron a su vehículo.
ChangMin abrió el asiento trasero y suavemente coloco a su pareja ahí. El
cordero no protesto, como si estuviera aturdido. ChangMin podía sentir el
agotamiento de su compañero irradiando del como una nube, tanto físico como
emocional.
La necesidad de protegerlo de todo el mundo era tan fuerte
que ChangMin casi se desplomo. Hizo todo lo posible para temporalmente
amarrarlo y ponerse la ropa. La oveja en el asiento trasero seria
suficientemente extraño. No sería bueno para los seres humanos ver a dos hombres
desnudos. El y SiWon se vistieron y entraron en el coche. Por lo general,
ChangMin conduciría el coche o iría en el asiento de al lado, pero ahora se sentó
al lado de su compañero.
-Conduce -le dijo a su amigo.
SiWon tomo la posición del conductor y cerró la puerta.
Cuando ChangMin se aseguró el mismo y a su compañero en el asiento trasero, SiWon
arranco el coche y se fueron. El sonido del motor sobresalto al cordero de
ChangMin, y el joven cambio de nuevo a su forma humana. La transformación la
hizo para que ChangMin terminara con su pareja desnuda en su completo regazo.
Por instinto, envolvió sus brazos alrededor de la cintura del cordero, atrayéndole
más cerca.
El joven se puso tenso y empezó a inquietarse.
-¿Que-Que está pasando? -tartamudeo- ¿A dónde me llevas?
-Estate quieto, corderito -dijo ChangMin. Los movimientos de
su pareja parecían diseñados para volverlo loco. El descarado culo del joven se
frotaba contra la polla de ChangMin, haciendo que calor de lujuria corriera por
él. Su control pendía de un hilo, y era solo el conocimiento de lo que el
cordero había pasado lo que le impedía perderlo. Apretando a su pareja contra
su pecho, hizo todo lo posible para ignorar su excitación.- Estas a salvo
conmigo.
El cordero no parecía muy tranquilo, no es que ChangMin lo
culpara.
-Soy Shim ChangMin, y ese es mi amigo Choi SiWon. ¿Cuál es
tu nombre?
- Min-MinHo -respondió el cordero- Choi MinHo.
-Es un nombre precioso, para un hombre magnifico.
SiWon se aclaró la garganta.
-Odio interrumpir, pero me gustaría saber a dónde vamos también.
-Como te das cuenta, no espero que este seguro con los
otros, así que no pienso volver. Nos dejarías en las afueras de Los Ángeles.
Mientras tanto, necesito que hagas algo por mí. Ve con YunHo. Dile que he
encontrado a mi pareja y reúnete conmigo en frente del Observatorio Griffith,
dos días a partir de ahora, al mediodía.
Un incómodo silencio cayó sobre la camioneta. SiWon parecía
tenso, y también MinHo. ChangMin sostenía a MinHo mas apretado. Tanto como se
preocupaba por su amigo, no podía esperar a llegar a su destino. Después de
todo, SiWon era un lobo, y no tenía la misma conexión con MinHo que ChangMin tenía.
Estaría dispuesto a herir a MinHo. Finalmente, SiWon hablo.
-Te ayudaría, amigo mío. Solo ten cuidado.
Incluso con la tranquilidad de SiWon, el viaje pareció
llevar siglos. En un punto, ChangMin se ocupó de ofrecer a MinHo algo para
vestir. Habían traído pequeños paquetes, pero, por desgracia, la ropa de
ChangMin demostraba ser inadecuada para el mucho más pequeño MinHo. Terminaron
tomando prestada una camisa y un par de pantalones vaqueros de SiWon, quien no tenía
el mismo volumen. Aun así, MinHo parecía como un niño que había allanado el
armario de sus padres, o más bien, como una oveja vestida de lobo. ChangMin
casi se rió ante la idea, pero la situación le molestaba. El olor de SiWon
ahora estaba por todo MinHo ahora, y a ChangMin le dolía la necesidad de
frotarse contra su pareja, para quitar la ropa ofensiva y marcar al cordero
como suyo propio. Sin embargo, eso tendría que esperar hasta que estuvieran
seguros y en privado.
Por fin, muy de mañana, SiWon los dejo en la ciudad. Lo
primera que ChangMin hizo fue sacar hasta el último centavo que tenía en su
tarjeta de débito y buscar salidas en avión y autobús para los días siguientes.
No podía acceder a todas sus cuentas sin alarmar a su padre, y necesitaba
evitar tener al hombre averiguando sobre MinHo, al menos hasta que ChangMin
hablara con su hermano. Esperaba que no tuviera que salir de la zona, pero si
la necesidad aparecía, tendría que estar listo. La verdad sea dicha, ChangMin
ahora puso su confianza en YunHo. Los lobos en general respetaban los
apareamientos, pero dada su posición en la sociedad del hombre lobo, su decisión
no sería fácilmente aceptada. Sin embargo, esperaba que YunHo lo ayudara. Después
de todo, el hombre no solo era su hermano, sino también su Alfa.
Al final, decidió que era mejor alquilar un vehículo, con lo
cual todavía le quedaba una suma razonable de dinero para encontrar un lugar
para pasar la noche. Aun así, ChangMin sabía que tenía que buscar un lugar a un
precio accesible, porque tendría que vivir de sus ahorros por un tiempo, al
menos hasta que llegara el acceso al resto de su dinero. Conocía varios hoteles
en la ciudad que podrían proporcionar alojamiento decente a un bonito buen
precio. También se detuvieron en un supermercado para abastecerse de
suministros, tanto de alimentos como un traje para MinHo. En un intento de
optimismo, agregó una botella de aceite de oliva a su carrito. No sabía si habría
la oportunidad de disfrutar del delicioso cuerpo de MinHo en un futuro próximo,
pero solo podía esperar que sucediera.
Mientras viajaban alrededor, los olores de la ciudad los
asaltaron. Al poco tiempo, ChangMin se dio cuenta que eso estaba afectando al
pobre MinHo. Cuando pasaron por un restaurante indio, MinHo se volvió de una
sombra interesante de verde.
-Oh, Dios, creo que voy a vomitar.
-Voy a parar el coche -ofreció ChangMin estúpidamente.
-No, no. Solo sigue conduciendo. Estaré bien.
Una vez que dejaron la zona detrás, MinHo, efectivamente, pareció
recuperar algo de su compostura. Sin embargo, el incidente puso las cosas en
perspectiva para ChangMin. Todos los olores provenientes de los lugares de
comida de alrededor de la ciudad parecían deliciosos para él, pero
desagradables para MinHo.
Por supuesto, no podía culpar al cordero por su reacción. Después
de todo, MinHo debe haber sentido lo mismo que ChangMin cuando veía u olía el cadáver
de un lobo. Sin embargo, dadas las circunstancias, ChangMin se sentía poco
preparado para cuidar de su pareja. ¿Podrían realmente hacer que las cosas
funcionaran?
me gusto *O*
ResponderEliminarpara decir la verdad la diferencia es abismal XDDD
son diferentes especies por a si decirlo , sus diferencias son muchas
pero eso no quita que encuentran un equilibrio a todo esto .
Ojala Yunho pueda comprenderlo y ayudarlo ><
Esperare el prox.capo , ;D nos leemos
En primer lugar, muchas gracias por leer *-*!!
Eliminarohh tienes razón, por eso me fue bastante interesante esta relación de depredador y presa x3~
wwaaaaaaaaaaaaa.. .tan diferentes los dos XD
ResponderEliminarunno cordero y el otro lobo *^* tan lindos... pero.. asdhfasdfadf sepsis *^*
gracias... estare eseprando la conti
En primer lugar, muchas gracias por leer *-*!!
Eliminarsii!! Tenia que hacer algo con ChangMin de Lobo con urgencia xD (se volvió uno de mis fetiches, pero se le ve genial ;;)
El changminho es sepsi en cualquier faceta! :D
Wow, en cuanto leí el titulo no me esperaba nada en relidad, y... me gustó mucho. No sé, de todas las historias de "amor" instantáneo, algo así es lo que más podría creer porque ¡Es un lobo! Y me encanta. Es que imaginar a ChangMin como un imponente lobo, es uno de los paisajes más pintorescos que tengo(?) JAJAJ
ResponderEliminarMuero de curiosidad por saber como va a terminar esto, con el pequeño corderito. Aww, nos estamos leyendo <3, see ya!
En primer lugar, muchas gracias por leer *-*!!
EliminarVaya, el titulo puede decirte algunas cosas siempre, pero ha veces no es lo que uno piensa, me ha pasado :)
Yo tambien, ChangMin es excelente para el papel de hombre lobo *-*! Esta es la segunda cosa que hago de el en esa faceta x3~
Ya actualize el segundo cap, espero y te guste :3